María Machado nació en Holguín, provincia de Oriente, las circunstancias de su nacimiento no podían hacer presumir su participación tan directa en la Revolución Cubana.
Mucho se ha escrito sobre el ataque y rendición de la plaza de Victoria de las Tunas a las fuerzas cubanas mandadas por el General Calixto García; pero no todos saben que a una mujer cubana, a María Machado, hija del General Español Emilio March, se debió este triunfo avasallador que dio lugar a tantos comentarios en las Cortes Españolas.
María Machado disfrutaba por aquellos días, de un permiso especial otorgado por su padre a la sazón al mando de la Tercera División del Ejército Español, con cuartel en la Ciudad de Holguín, y a la vez poseía un pase firmado por el General Calixto García.
Con ambos documentos podía entrar y salir fácilmente en las poblaciones y circular por el campo mambí. Merced a estas facilidades pudo ella detallar para los cubanos que se proponían tomarla, la situación real de la plaza, describir el emplazamiento de los fortines, apuntar el número de los soldados que la guarnecían, cañones de que disponían los españoles y otros datos positivamente valiosos, todo lo cual puesto a disposición del General Menocal fue utilizado en el plan de ataque que con éxito sin igual y gloría para los cubanos se realiza el 30 de Agosto de 1897.
María Machado, procedente de una familia de ardientes patriotas que tomaron parte en la revolución de 1868, aunque hija del General Emilio March no llevó nunca su apellido, debido sin dudas a cuestiones de índole familiar que no se ajustan a la índole de este libro, destinado a exaltar los valores patrióticos de la mujer cubana.
La linda y joven oriental pudo sentirse orgullosa de haber sido la heroína romántica, la doncella valiente y audaz, la patriota esclarecida, que expusiera su vida por obtener la libertad de Cuba.
Por eso su nombre figura en las páginas de está obra, para que su hazaña portentosa ilumine las presentes y futuras generaciones. |