Concepción (Concha) Agramonte de Sánchez nació en Camagüey la heroica y legendaria provincia cubana.
Miembro de una de las más distinguidas y honorables familias de la ciudad prócer, llevaba, en el rancio abolengo de su apellido ilustre, los caracteres indelebles de su patriotismo, de su acendrado amor a la patria esclava que la viera nacer.
Desde muy joven se distinguió Concha Agramonte no solo por su impecable belleza, sino también por su carácter, su ilustración y su inteligencia que la llevaron a la dirección de los elementos que ayudaban a la revolución.
Sufrió prisión y fue al destierro, donde se vio privada del cariño de su esposo y de sus hijos en quienes inculcó desde la cuna el amor a Cuba y el deseo de su independencia.
Al estallar la guerra de los diez años, Concha Agramonte combatió en los campos de la Libertad con el coraje de un hombre acompañada de su esposo el Sr. Eugenio Sánchez y de nueve de los doce hijos que habían nacido de aquella unión de amor.
Reanudada la contienda en el año de 1895, no pudiendo personalmente empuñar las armas como lo había hecho, un cuarto de siglo atrás, por impedírselo su estado de salud y su edad un tanto avanzada, preparó con sus propias manos los equipos y mando a sus hijos Eugenio, Armando, Benjamín y Calixto, a la manigua redentora.
Los hermanos Sánchez Agramonte, cumplieron su cometido, poniendo muy en alto su estirpe revolucionaria y orgullosa la heroica mujer que tanto había luchado por Cuba, tuvo la dicha inmensa de contemplar el espectáculo sublime de la Instauración de nuestro régimen republicano.
Aquella hermosa vida fue apagándose lentamente, hasta el 24 de Agosto de 1922, en que cargada de años y de honores, entrego su alma al Todopoderoso. |