Aurelia Castillo de González nació en la legendaria provincia de Camagüey, en los primeros días del mes de Enero de 1842.
Mujer de revelantes méritos por las múltiples facetas de su personalidad brillante, se destacó en el mundo de las letras y sobresalió como patriota fervorosa por sus grandes servicios en la santa causa de la Libertad.
Corría el año de 1895, el General Valeriano Weyler, con su carácter déspota, sus órdenes encaminadas al exterminio y las continuadas demostraciones de tiranía, tenía ensombrecida la isla de un extremo al otro.
Delatada la eximia camagüeyana por sus actividades revolucionarias, fue decretada su expulsión de la patria amada, cuya libertad anhelara a través de su dulce y delicada lira.
Casada con el Comandante de Infantería Española Julián González, no cesaba Aurelia de reclamar la independencia de Cuba, motivo por lo que ambos esposos se ganaron la desconfianza del Gobierno, desde mucho antes de estallar la guerra grande; pero el hecho quedó de manifiesto, cuando el Comandante González hizo en público manifestaciones de airada protesta por el fusilamiento injusto del noble médico cubano Dr. Antonio Luaces Iraola, que exaltó las iras del Brigadier Ampudia del Ejercito Español.
En momentos extraordinariamente difíciles y poniendo en peligro sus vidas, salieron del país los esposos Castillo-González, refugiándose en Santa Cruz de Tenerife.
La pérdida de la carrera del compañero de su vida, la exposición a que se sometieron, la cercana muerte que los rondo, no contribuyeron en nada aminorar el ánimo de la camagüeyana ilustre, que prosiguió desde tan lejos cooperando en la santa causa de la Libertad.
Perseguidos constantemente por sus actividades políticas, pasaron de Tenerife a Barcelona, lugar en que volvió Aurelia a proseguir su labor revolucionaria.
Puede asegurarse que la patriota se impuso a la poetisa, pues no volvió a escribir un solo verso hasta después de lograda la independencia, fecha en que regresó a su patria para no volver a salir de ella.
En el campo de la Literatura Aurelia Castillo es altamente conocida dentro y fuera de su país. Fue fecunda en toda clase de producciones: las fábulas rimadas, los sonetos, odas, elegías, etc., de la exquisita camagüeyana, figuran en nuestros principales libros de texto, desde el comienzo de la República.
Sus prosas magníficas en libros, folletos, revistas, periódicos, etc., han sido comentados muy favorablemente en todos los tiempos, y desde el punto de vista de su labor patriótica, se supero a sí misma en todo momento, ya que prefirió perder posición económica y social, tranquilidad y hasta salud, antes que vivir en una patria oprimida que hacía enmudecer las cuerdas de su lira.
En la Ciudad de La Habana, el día 7 de Agosto de 1920, dejo de existir; pero su nombre inmortal perdurará siempre significando eternamente sus méritos literarios y patrióticos. |