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El Municipio de Trinidad |
“Historia de Trinidad” |
“Parte Quinta” |
“Capítulo I” |
“Conspiraciones de 1823 y 1848” |
Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba |
“Sumario: La conjura de 1823. -José Aniceto Iznaga. -El Dr. Hernández Cano. -Preludios de 1848. -La bandera izada en el edificio del "Sun" en New York. -La bandera de las playas de Cárdenas. -Discusión acerca de su origen. -La bandera trinitaria de Narciso López. -Esta bandera no es ni conocida ni mencionada. -Sánchez Iznaga y don Aniceto Iznaga. -La visita de Iznaga y Betancourt al Presidente Polk. -La conspiración de la Mina de la Rosa cubana. -Residencias del General López en Trinidad. -La madre del General López, en Trinidad. -Su sobrina Rosa Salicrup. -Agitación de Trinidad el 24 de junio de 1848. -Conjura incruenta. |
“Casa de aspecto severo; amplia puerta de grandes tachuela brillantes; ventanas de madera elegantes y torneadas y, al lado de una de ellas, -la de la derecha,- un poyo o banco de mampostería. La parte izquierda, de alto; y el tejado de éste y el del cuerpo del edificio, con tonos rojizos y factura criolla. Continuando por el ala izquierda, vemos una casa más pequeña para habitación de la servidumbre; después, el amplio portalón de la caballeriza, y al frente del patio, un enorme aljibe con sólidas y artísticas arcadas. |
“De la ventana del alto surge la figura de un personaje, de luenga barba que adornan hilos de plata. El cuerpo, erguido, la mirada, penetrante; el traje correcto y, todo el ademán, caballeresco. Mira hacia la casa vecina, también de amplios ventanales de madera, puerta principal espaciosa, planta baja, y el zaguán, frente al de la mansión antes descrita. |
“Se abre la hoja de la puerta de la casa de planta baja y sale a la acera un joven delgado, de finos ademanes; bigote y perilla, con tonos rubios; ojos azules e inquisitivos. Saluda este personaje al que está en el alto, y este patricio le hace una señal de llamada. |
“Cruza el uno la calle y baja, el otro a recibirlo; y, tras afectuoso saludo, se sientan en el banco de mampostería. José Aniceto Iznaga y Borrell, -la más rebelde personalidad de los precursores de la libertad de Cuba, el sol esplendoroso de Libertad cuyos rayos infunden aliento y valor-, platica, quedamente, con el Dr. Juan José Hernández Cano, mártir de sus ideas patrióticas, y que inspira al gran Heredia sentidas estrofas y, con Iznaga, da gloria inmarcesible, a este solar olvidado. |
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“Iznaga habla a su amigo y vecino del proyecto urgente de visitar a Bolívar, de recabar el auxilio del Libertador para que la libertad de América se refleje en Cuba. Hernández Cano participa de las ideas del iluminado Iznaga. Se realiza el pacto de honor, y, cuando llega el momento de la peligrosa aventura, al lado de aquella romántica figura que se llamó José Aniceto Iznaga y Borrell va en la peregrinación patriótica a tratar con Bolívar de la necesidad de su auxilio que no pudo ser realidad por la oposición de los Estados Unidas. Con motivo de la invasión de España por Francia, (1823) con los famosos "cien mil hijos de San Luis" para restaurar el poder absoluto de Fernando VII, el Ejecutivo Norteamericano abrigó temores de que Inglaterra aprovechara la oportunidad de la Invasión de España para apoderarse de Cuba, y pensó en la solución de la independencia; pero Adams, el miembro del Gabinete mejor informado de los asuntos de Cuba, declaró que los cubanos no se hallaban en condiciones de mantener un Gobierno propio independiente. Monroe, no obstante, celebró varias entrevistas con el Dr. Hernández, que fue despachado, inmediatamente, para la Habana, y, complicado en la conspiración de Lemus, fue detenido, preso y juzgado. |
“Los versos de Heredia, dedicados a su amiga Pepilla Aranga, hermana de Arango, otro de los Comisionados, la "Emilia", de la inmortal oda dicen |
¡Ah... también otros mártires... Emilia! |
Do quier me sigue, en ademán severo, |
Del noble Hernández la querida imagen. |
Eterna paz a su injuriada sombra, |
Mi amigo malogrado. Largo tiempo, |
En gran flujo y reflujo de los años, |
Por Cuba pasará, sin que produzca |
Otra alma cual la tuya, noble y fiera, |
Descansa en paz!... |
Víctima de cobardes y tiranos. |
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“El Dr. Juan José Hernández Cano, era hijo del Capitán de la Real Marina de Correos, Don Isidro, nativo de Trinidad, y Doña Margarita Josefa Cano, natural de Santiago de Cuba. Preso en su finca del partido de las Cañas, el 10 de noviembre de 1823, fue llevado al Castillo de San Severino, en Matanzas, y remitido después a la Habana a continuar su prisión en el Morro, de donde salió, con síntomas de envenenamiento para morir, a los 47 años de edad, en casa del Mayor de la plaza, Don Manuel Molina, el 4 de abril de 1824. |
“Veamos ahora la conjura de 1848 de Trinidad. Pero digamos algo de su bandera. |
“La primera vez que la bandera actual flotó públicamente fue en Nueva York; la izaron el 11 de mayo de 1850 los hermanos Beecher, dueños del "Sun" en lo alto de su oficina, situada, entonces, en la esquina que formaba la intercepción de la calle de Fultón con la de Nassau, donde, después, estuvo la oficina del "Commercial Advertiser". Esta bandera fue la bordada por la patriota Emilia Casanova de Villaverde. La que se enarboló en Cárdenas el 19 de mayo del mismo año, y fue presentada al Regimiento de Luisiana por algunas señoritas de Nueva Orleans, entusiastas del General López y adoptada por la Asamblea de Guáimaro en sesión de 11 de abril de 1869. Fue, en su forma, declarada bandera oficial de nuestra República, y, más tarde, calificada como tal, por varias disposiciones legales y por la Constitución de 1940. |
“Respecto de como fue dibujada en los primeros días del mes de julio de 1849, ya se ha controvertido sobre ello, y ahí están los trabajos de Cirilo Villaverde, en la "Revolución", Nueva York, de 15 de febrero de 1873; el de su sobrino, el triste poeta Constantino R. Villaverde, en el álbum de El Fígaro, 1899, dedicado a la Revolución Cubana; el de Juan G. García Enseñat, en "El Fígaro" 20 de mayo de 1903; el de Néstor Carbonell en "Próceres", y el del Gral. Loynaz del Castillo, por no citar más. |
“Tampoco vamos a referirnos a la bandera llamada de los "Soles y Rayos de Bolívar", sobre la cual la Academia de la Historia de Cuba celebró concurso en 1927 y 1929, y publicó extensos estudios. |
“En cuanto a las banderas de Yara, también se ha controvertido demasiado. Vamos a tratar aquí, de una bandera TRINITARIA, de la que queremos decir algo, ya que, en este ambiente local, tan indiferente, se conoce muy poco de este asunto. Y no es que haya dejado de escribirse sobre ella, pues lo hicieron Cirilo Villaverde que aseguró, en carta dirigida al Director de la "Revolución", en Nueva York, que la había visto "agregada a la causa de la Conspiración" (la de 1848) y "que se componía de los colores republicanos combinados en tres franjas horizontales, azul, blanca y roja, imitación lejana de la famosa bandera de Colombia". |
“Esta versión es distinta de la que expone en su declaración José M. Sánchez Iznaga, pues Villaverde no cita la estrella, pero sí lo hace Sánchez Iznaga en dicha declaración que se encuentra en el Archivo Nacional, al decir que Narciso López la había mostrado "en una tira de papel pintada una bandera que debía enarbolarse en el movimiento, por señas que, en la parte superior, y extendiéndose a la inferior sobre el asta, tiene una grande estrella de donde parten tres fajas iguales, siendo la superior y la inferior de color azul y la del centro blanca", pero no dice ni el color de la estrella ni el número de sus puntas. |
“García Enseñat, en el trabajo a que aludimos, asegura que la estrella era de ocho puntas, fundándose en la igualdad de esa bandera y la ocupada, en 1852, en Santiago de Cuba. Hay otro documento en el Archivo Nacional, en la causa seguida contra los trinitarios hermanos Francisco y Lucas de Castro en que se asegura que los conjurados de Trinidad tenían "una bandera de dos fajas color azul con otra blanca, en el centro, en ésta sentada una grande estrella". |
“Herminio Portell Vilá, el único, que sepamos que haya estudiado este problema, hace atinadas observaciones, llegando a la conclusión de que, la BANDERA DE TRINIDAD, debió de ser como sigue: Tres franjas, la superior y la inferior estrechas, de color azul; la del centro, más ancha, blanca, y, sobre ésta, junto al asta, una gran estrella de cinco puntas, roja. |
“Esa bandera, diseñada en Trinidad, para ser izada en la revolución de 1848, cuya jefatura local tenía el gran patriota que se llamó José Sánchez Iznaga, no es, entre nosotros, ni conocida ni mencionada, y, siquiera, como recuerdo, debía ser reconstruida y ondear en los días de fiestas nacionales entre nosotros. |
“Las noticias relativas a la bandera cubana trinitaria que debió izarse en la revolución de 1848, nos llevan como de la mano, a tratar de la Conspiración trinitaria de 1848, con resonancia en otras, partes de la isla. |
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“En el manuscrito de Cirilo Villaverde, en poder del Dr. Herminio Portell Vilá, se relata que, en 1848, José María Sánchez Iznaga dio un viaje a los Estados Unidos, reuniéndose allí con su tío, Don Aniceto Iznaga y Borrell y con Gaspar Betancourt Cisneros, y cierto día, en el tramo de Saratoga Springs hasta Nueva York, se refirió Sánchez Iznaga a los proyectos de independencia que, en las Villas, principalmente en Trinidad, se agitaban y sobre los trabajos realizados por el General López. |
“Don Aniceto se mostró sorprendido, pues no tenía formado buen concepto de este General, pero, Sánchez Iznaga habló con calor de su arraigo ausente y lo apoyo el "El Lugareño", dirigiéndose a Don Aniceto con estas palabras: "pues; ¿no sabe Ud., Don Aniceto, que ese ha de ser nuestro bizarro General de Caballería?" Y en una carta autógrafa de Sánchez Iznaga a Don Aniceto, fechada en 25 de mayo de 1848, desde Cienfuegos, entre otros párrafos en inglés, le dice: "Dear Aniceto: On receiving this take off your hat, and let your patriotic heart rejoice with emotions, and hail the brilliant Star, which shines on the fertile shores of Cuba and proclaims the Republic! At the perusal of this, (on the 24th. of June, no farthest), one thousand cutlasses and one thousand spikes, multiplied by the fire which burns in our hearts shall have opened the field and given extension to the Cry, Hurrah for the Republic of Cuba! And thousands and thousands of determined braves will fly to increase our files. Yes, sir, the die is cast, and we must, either, be free ever or slaves, for ever"... |
“Da a conocer Portell Vilá, el relato de Villaverde en que éste dice que, tan pronto José Aniceto Iznaga recibió la carta, de que hemos trascrito un párrafo, dio cuenta de la formalización de los planes revolucionarios de López a Gaspar Betancourt, huésped de los hermanos Beecher, propietarios de "The Sun"; resolviendo ambos patriotas trasladarse a Filadelfia para reunirse a Alonso Betancourt, acordando presentarse al Presidente de los Estados Unidos, Mr. James K. Polk, e interesarlo en sus proyectos, de acuerdo con la misión que llevaba otro trinitario, Don Rafael de Castro, vicedirector del Colegio de Buenavista, y familiar de los hermanos Castro, a que antes nos hemos referido. El llamado Club de la Habana había escogido a dicho patriota para entregar al General William J. Worth las proposiciones del Club concretadas a la entrega de tres millones a cambio de que un ejército de cinco mil hombres invadiese la isla. Como este asunto, de importancia trascendental, no es para relatar en breves apuntes, el que desee conocer detalles lea el "Diario de Polk" (1). |
“Lo que deseamos hacer constar es que la bandera de 1848 era TRINITARIA; y es más, que la conspiración, malamente designada Mina de la Rosa Cubana, lo fue tan sólo porque así se llamaba uno de los pozos de la mina; debe llamarse "Conspiración de Trinidad", pues, como lo afirma, bien documentado, Portell Vilá, "tuvo su origen en la centenaria población". Las minas estaban en el entonces partido de San Fernando, y tenían seis pozos perforados, cuyos nombres eran: San Felipe, La Fortuna, San Pedro, San Fernando, San Narciso y la Rosa Cubana. Este fue el primer lugar perforado y, por eso, las minas tomaron tal denominación. Fue un accidente en la conspiración, no, la sede de ella. |
“López, eje de la conspiración, no tenía casa fija, pues residía. Indistintamente, en Matanzas, en San Fernando, en Cienfuegos (Ingenio Santa Bárbara) en la Habana, y en esta ciudad de Trinidad, en la calle de Jesús María, casi frente a Angarillas. La casa de la calle de la Amargura la ocupó en 1842 siendo Gobernador. |
“En esta ciudad residía la madre del caudillo, Doña Ana Paula de Uriola, con su sobrina Rosa Salicrup, y en 1846, decidida ya por López la intentona revolucionaria, dispuso que, con su sobrino Pedro Manuel López expedicionario del Pampero, regresara a Venezuela. Este mismo sobrino de López fue el que facilitó un bote, para su evasión de Ceuta, a Juan B. O'Bourke, otro gran patriota trinitario radicado en Cienfuegos donde murió después de 1902. El mencionado sobrino de López casó con la hija de nuestro paisano, el Dr. Vicente de Castro, ilustre médico y Profesor de la Universidad. |
“Respecto a la fecha del movimiento, el mismo Sánchez Iznaga, como se recordará, escribía que ocurriría "no después del 24 de julio"; pero el Club de la Habana pospuso el movimiento, lo que contrarió al General López que se dirigió a Trinidad el 23; y léase a este propósito lo que dice Villaverde: "Amaneció, por fin, el 24 de junio, en que allí se celebraba la fiesta de San Juan y San Pedro. Ya habían coronado los rayos ardientes del sol las alterosas cumbres de los montes en que se respalda la población de Trinidad, cuando descendieron, por todas las vías que a ella del campo conducen, numerosos grupos de jóvenes, vestidos de gala y montados en rijosos caballos. Todos ceñían machete llamados de cinta. Desde luego empezaron a dar carreras, voces, risotadas por las calles principales de la población, y a usar de bromas, no siempre ligeras. Entre ellos mismos o con los espectadores que, desde los balcones o portales de las casas, contemplaban el vistoso espectáculo. A veces, las damas arrojaban flores y perfume sobre aquellos jinetes que, más galanes o veloces, se mostraban en la carrera. Entre ellos se distinguía uno bastante mozo aun, enjuto de carnes, musculoso y agraciado de rostro, quien, al pasar delante de López, de pie en el portal, siempre le saludaba de un modo peculiar, como si quisiera decir, a voces: ¡Viva mi General! Este era Arcís". |
“Y añadiremos para terminar estas notas sobre la génesis en Trinidad de la conspiración de 1848, que, los cañones para esa fracasada intentona revolucionaria, los trajo de los Estados Unidos, en el vapor "rayaba", otro patriota, Juan Cadalso Piedra, olvidado como tantos que contribuyeron con sus heroicos esfuerzos, desde nuestro pueblo, a la libertad de Cuba. |
“Los demás detalles de la Conspiración del 48 son harto conocidos para reproducirlos en este lugar; baste decir que terminó sin derramamiento de sangre, y que parece que ese fue el intento de la delación, pues, como otras tentativas sin ambiente, hubiera concluido con la inútil ejecución de sus jefes.” |
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“(1) Véase la erudita y excelente Historia de Cuba del Dr. H. Portell Vilá, editada en 4 volúmenes por Jesús Montero, Habana, 1939-41. -E. Santovenia- El Pte. Polk y Cuba Habana, 1936.” |
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El Castillo de San Severino, en la ciudad de Matanzas en las Tarjetas Postales |
Vistas de la ciudad de Trinidad, en la provincia de Las Villas en las Tarjetas Postales |
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