|
El Municipio de Trinidad |
“Historia de Trinidad” |
“Parte Cuarta” |
“Capítulo VI” |
“De la Iglesia y Convento de San Francisco de Asís” |
Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba |
“Sumario: Continuación del capítulo anterior. -Labor del Padre Valencia. -Inauguración de la iglesia de San Francisco de Asís. -Historia de sus campanas. -La campana del reloj público. |
|
“El Convento de San Francisco de Asís está unido a la memoria de aquel Santo misionero que se llamó Fray José de la Cruz Ezpí de Valencia. Ese templo fue obra de su fe, de su tesón y de su grandísima caridad y humanidad. |
“Aunque no con carácter de párrocos, oficiaban en esta parroquia de 1590 a 1594: Fray Antonio del Espíritu Santo; de 1588 a 1500: Fray Hernando de los Reyes; de 1585 a 1588: Don Pedro de la Sota, de cuyo tiempo parten las primeras inscripciones que se conservan, y Fray Antonio de la Sala, de la Orden de San Francisco. Existieron Comunidad y Hospicio primero, en la calle de Gutiérrez esquina a Guaurabo; y, después, en la calle llamada Las Animas (luego Cristo, de la Veracruz), según aparece de la Real Cédula de 21 de septiembre de 1730, de Felipe V, por la que se autorizó a dicha Orden Seráfica a construir su Convento en las casas donadas por los esposos Don Gerónimo de Fuentes y Doña Micaela Albeláez, donde se encontraban la ermita de Nuestra Señora de la Consolación de Utrera y la casa solariega contigua de dichos donantes. Todas fueron utilizadas por los Franciscanos para la Iglesia y Convento durante todo el siglo XVIII y principios del XIX. |
“Dice el historiador La Sagra, bien informado y acucioso investigador, que el padre Valencia llegó a Trinidad por el año 1809 y que comenzó, con toda presteza y fervor, la construcción del convento e iglesia de San Francisco de Asís, con el óbolo de los vecinos y la ayuda personal de los fieles, citando el hecho de que el propio Teniente Gobernador Coppinger, con su caballo, cargaba piedras para la magna obra. |
“Tanto fué apreciado el buen Padre Valencia por la erección de dicho convento e iglesia que, en sesión celebrada por el Ayuntamiento en 22 de julio de 1814, en que se conoció de un oficio del Provincial, Fr. Franco Zerrano concediendo la estancia en esta ciudad del Fr. José Ezpí de Valencia, "hasta la conclusión del Convento de San Francisco y sus claustros, de que quedó enterado en Consistorio, y se acordó que le oficie al Rdo. P. Procial, por el Sr. Presidente dándole las gracias". Y aparece, en el escrito de 23 de junio de 1814 a que se refiere el acuerdo anterior "que, de tener efecto la obediencia, (era una orden para que regresara a Puerto Príncipe, donde fue tan santa y fructífera su labor) del R. P. Ezpí. QUEDARIA LA OBRA DE LA IGLESIA, PROBABLEMENTE, SIN CONCLUIR, CUANDO NO, PARA SIEMPRE, PARA MUCHOS AÑOS, PUES, ES INDUDABLE QUE SE DEBE ESTA MAGNIFICA OBRA A SU ACTIVIDAD Y FERVOROSA RELIGION, INVIRTIENDO EN ELLA CUANTO ADQUIERE DE LIMOSNAS Y PRODUCTO DE MISAS, SERMONES Y SU INCANSABLE TRABAJO PERSONAL QUE HA SIDO EJEMPLAR" (1). Salta a la vista que, la iglesia y convento de San Francisco de Asís, fueron obra de la constancia y labor del Padre Valencia con el auxilio de este pueblo, pues, en aquel entonces, ricos y pobres invirtieron cuanto fue posible en la piadosa obra siguiendo el ejemplo R.. P. Ezpí. Así consta de los documentos oficiales que se citan y aparecen en el libro de actas municipales de los años 1812 y 1821. |
“Vio terminada su obra el Padre Valencia, alzarse la torre magestuosa hasta colocar en ella el signo de la redención humana. Sin estar completamente terminada fue inaugurado el culto en la Iglesia nueva de San Francisco, el 11 de abril de 1813, con el ,jubilo más justificado de su fundador y de todo el pueblo católico. Se colocaron en la torre dos históricas campanas: la procedente de la ermita de la Cruz de la Piedad y la. que estaba en la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de Utrera, y otras dos que no perduraron, pues, en el acuerdo que se cita luego, de 17 de octubre de 1853 consta que estaban rotas, por lo que se dispuso lo conveniente para que fueran suplidas las campanas y perduraran, como perduran, a través de la inconstancia de los años. Por cierto que, al mencionar la iglesia de Nuestra Señora de la Consolación de Utrera, apuntamos el hecho de conservarse su imagen adornada de preciosas joyas en la iglesia Santísima Trinidad, al lado del altar de la Veracruz. La campanas del Convento son, para los trinitarios, como una tradición, ya suenen tristes o alegres, porque, esas lenguas de bronce han hablado al alma de varias generaciones, cantando sus alegrías, o con notas plañideras, llorando sus duelos. |
“Desde el día 8 de marzo de 1854 vibran las campanas del exconvento de San Francisco de Asís. Después de la bendición de las campanas y de un prolongado repique, se echaron a volar desde lo alto del campanario, unas décimas impresas, muy pobres en el orden literario, de autor desconocido, que fueron repetidas por el pueblo y que decían: |
El religioso sonido |
nos convoca a la oración, |
alumbrando a la razón |
del infeliz afligido. |
Con su eco entristecido |
aviva el corazón |
la llama del sentimiento, |
nos da la perdida calma, |
y despierta, en nuestra alma, |
un santo recogimiento. |
Voces de tierna alegría |
publican, con alborozo, |
del pueblo fiel y piadoso |
su fervor y su hidalguía. |
En la célica armonía |
que el contento y el reposo |
vuelven a la humanidad, |
la fama justa y severa |
pregona por donde quiera |
la gloria de TRINIDAD. |
| |
“Esas campanas fueron adquiridas por suscripción popular, a virtud de acuerdo del Ayuntamiento, bajo la Presidencia del Gobernador Don Baltasar Ortiz, en 17 de Octubre de 1853, haciéndose constar, en dicho acuerdo, que, por encontrarse otras varias campanas de la iglesia parroquial matriz: "no podía menos que llamar la atención del Consistorio para que se acordase el modo de buscar medios con que llenar esta necesidad que la piedad cristiana y el estado de ilustración del país exigían imperiosamente y los señores Capitulares, participando de los sentimientos emitidos por su Señoría, resolvieron nombrar una comisión compuesta de los señores Regidores Don José Ignacio de Zayas. Don Camilo Marín y Don José María Fornias para que, uniéndose con el cura y vicario mencionado templo, procedan a formar una suscripción con el fin indicado". |
“El 20 de febrero de 1854, bajo la presidencia -el Ayuntamiento-, del Sr. Brig. Teniente Gobernador. Don Joaquín Morales de Rada, se dio cuenta, por la comisión, del estado de la recolección de fondos; éstos no alcanzaban al importe de los gastos, atiesar de haber dispuesto el Obispo de Diocesano se entregara la suma de doscientos pesos que había de reintegrarse a la fábrica material de la parroquia y continuar la cuestación con otras personas del vecindario que no hubiera contribuido, y "SI NO SE CONSIGUIESE, QUE LOS SEÑORES CAPITULARES, PARTICULARMENTE, PROPORCION, ENTRE SI, LO REUNAN". |
“Las campanas fueron construidas en 1853 por el Sr. José Giroud, con un valor de setecientos cincuenta y siete pesos mediante la ayuda prestada por los vecinos. entre ellos, el fundidor que donó el cesto de la mano de obra de la campana pequeña. Este señor Giroud era francés de procedencia y formó aquí familia de la cual existen aun vástagos distinguidos. |
“Respecto a los nombres de las campanas: la mayor tiene grabado el nombre de SANTISIMA TRINIDAD; la mediana: NUESTRA SEÑORA DE LA CONSOLACI0N, como recuerdo de la primitiva Iglesia que estaba dedicada, en el lugar donde se erigió el Convento, a. Nuestra Señora de la CONSOLACION DE UTRERA ; y la menor no tiene nombre inscrito. La otra campana mediana es más antigua y procede de la ermita de la Cruz de la Piedad, teniendo grabada, varias cruces y letreros en latín, casi ininteligibles. |
“La campana mayor pesa dos mil cuatrocientas cuarenta y una libra; la Consolación. mil quinientas cincuenta libras. El papel comprado para las décimas echadas a volar, desde el campanario, costó ochenta centavos, y la impresión la hizo gratuitamente Don Facundo Santana. |
“La cuestación dispuesta por el Obispo Diocesano ascendió a ochocientas cuarenta pesos que se invirtieron en el pago al Sr. Giroud y de otra cuenta de gastos de instalación de las campanas; y sobraron cincuenta y seis pesos que se guardaron en poder del cura párroco, Juan Vicente Jiménez, para abrir otra cuestación recomendada por el Prelado con el objeto de adquirir el órgano para la Iglesia. |
“A la terminación y consagración de la iglesia parroquial mayor Santísima Trinidad, hubo el proyecto de colocar en la torre, que iba a construirse, otra campana mayor que todas las que hemos descrito. Esa campana pesa cincuenta y seis quintales y fue donada por Doña Bárbara lznaga de Montalvo, después de haber servido muchos años en el ingenio Mainicú, y es fama que no habla en el salte trinitario ingenio alguno con campana más sonora. |
“Esa campana fue colocada el día 6 de febrero de 1892 a un costado del templo, donde no ha mucho existió un horcón de madera dura; y se toco, a intervalos, el día de la consagración de dicho templo Santísima Trinidad. Nos parece haber leído que esa gran campana, que entendemos pertenece a nuera parroquia, fue trasladada a la Habana y que se encuentra colocada en la Catedral donde deja oír en determinadas horas al amanecer sus voces graves. |
“Al referirnos a nuestras campanas, hay que citar también las del reloj colocado en la vieja torre del demolido convento de San Francisco de Asís, construida también por el Sr. Giroud. ¡sí consta de una inscripción de la misma que dice: -ECHA El TRINIDAD DE CUBA POR DON JOSE GIROUD AÑO DE 1830"; y tiene otra inscripción en latín que reza como sigue: "LAUDATE EUN IN CIMBALIS BENE SONANTIBUS DE PAULA". Por la inscripción transcrita, parece perteneció a la iglesia de Paula y que, desde su creación, era de bien sonantes voces.” |
- - - |
“(1) El P. Valencia fue enviado a Puerto Príncipe y allí, hasta su muerte, vivió con el recuerdo de Trinidad, como se ve en la carta que se publica en el Apéndice No. 6.” |
Vistas de la ciudad de Trinidad, en la provincia de Las Villas en las Tarjetas Postales |
|
|