“Sumario: Ojeada sobre el historial del Convento viejo de San Francisco. -La Real Cédula de 1730. -Acuerdo del Cabildo de agosto de 1756. -Mercedes de solares al Convento viejo. -Donaciones de Don Jerónimo de Fuentes, y doña Micaela de Albeláez de Fuentes. -El convento nuevo, obra de 1813, del Padre Valencia. -La ermita de San Blas de Palmarejo.

“En un historial compendiado de las fundaciones religiosas trinitarias no debe faltar algo sobre el "Convento Viejo", pues pocas son las personas que saben de esto. En la Real Cédula de 1730, concediendo la licencia solicitada para fundar el Convento de San Francisco, se impuso, por los donantes, la condición de que "los frailes franciscanos no pueden usar ni usen el hospicio que tienen extramuros de la ciudad de Trinidad, sino que queden, enteramente, enajenados de él". Ese lugar, donde estaba el citado hospicio, es el situado en la calle de Gutiérrez, entre Guaurabo y Boca, dorada aún se ven algunos paredones y restos de hornacinas o nichos, seguramente, destinados a las imágenes.

“A mayor abundamiento, en Cabildo de 20 de agosto de 1756 se acordó "hacer merced al Convento de San Francisco de los solares del Convento viejo". Es decir, que este acuerdo prueba la existencia de tal institución ; pero hay más, y es que, en 4 de julio de 1743, por un escrito de Fray Gerónimo Pérez de los Reyes, Guardián del Convento de Nuestra Señora, de la Consolación o María del Consuelo, aparece que se acordó reunir los antecedentes del caso, y consta un expediente "sobre la fábrica y fundo que principiaron los dichos Padres de la Orden (se refiere a la de San Francisco) a la orilla de esta ciudad". En 2 de septiembre de 1746, aparece en reunión del Cabildo, un informe del Alférez Mayor diciendo que nunca se hizo merced de solares determinados sino el territorio que tuvo cercado Fray Lucía de San Joseph. Pero, lo que compendia todas estas notas es la petición que, en enero de 1747 hizo al Cabildo Fray Francisco Presto de Acosta, y dice que "se había concedido el paño de tierra que se señaló para los primeros cimientos que hoy llaman el Convento Viejo, y, considerando este pueblo que aquella planta no se proporcionaba a los destinos de los religiosos que habían de componer la conventualidad, se impetró, por la Provincial, nueva Real Orden para trasladar dicha fundación a la parte que hoy existe con motivo de la donación piadosa de cierta iglesia y tierra de su fundo que se agreda, con otros tres solares; que Don Gerónimo de Fuentes y su mujer Doña Micaela de Albeláez donaron la Iglesia de la Consolación, y, habiendo venido en decadencia el primero por el fallecimiento de la segunda, si no Se malograron los fines, no se proporcionaron los medios, por la inopia de los bienhechores y la cortedad de los ánimos, ha venido a ponerse en tales términos, que desfallezcan la mantención de los religiosos que proveen los Capítulos, sino se provee ratificar la gracia y merced de los solares de que, piadosos, hicieron merced a dicha fundación, en dicho Convento viejo, para que, aprovechándose de ello en sus arrendamientos, ventas y enajenaciones, según los sagrados estatutos de la religión seráfica, para que sus productos se destinen a la alimentación y consistencia de dichos religiosos, pues, aun sin esta gratificación, no cesan en las tareas escolásticas ni en las espirituales".

“Dio resultado la solicitud, porque, en 7 de abril de 1747, el Padre Guardián se dirigió al Cabildo nada menos que con una orden del Capitán General para que se midieran los solares del Convento y se les donaran a los religiosos, a objeto de que se beneficiasen con sus rentas. Quince solares fueron medidos por los Comisarios del Ayuntamiento, asistiendo al acto el Síndico y el Padre Guardián; pero el Procurador General dijo que esa fundación quedaba obligada a poner escuela y clases de gramática.

“Con lo expuesto queda demostrada la existencia del llamado Convento viejo con su hospicio, establecido por la Orden Seráfica de San Francisco en esta ciudad, mucho antes de que se erigiera el Convento de San Francisco en la calle de su nombre (Convento), y muy anterior, desde luego, al otro Convento, el conocido por las más recientes generaciones que fue obra piadosa del Padre Valencia y de la religiosidad de los trinitarios de antaño. Y, para complemento del historial de las fundaciones religiosas, algo informaremos de la Ermita de San Blas de Palmarejo en que aparece, con libro abierto de partidas de bautismo, desde el 12 de julio de 1775, oficiando el beneficiado Dn. Sph de la Aagoítia y Molina, Cura Rector por su Majestad de esa Santa Iglesia Parroquial que, en esa fecha, "bautizó solemnemente y puso óleo a una niña de 8 días de edad, hija legítima de Miguel Yoroa y de Tomasa Díaz, poniéndole por nombre Jpha. Ma. Bembenuta, siendo sus padrinos Anto. Ibarra y Ma. Olegla de Almagro".

“En el libro primero de bautismos de esa Parroquia aparece el acta siguiente:

“"En el partido de Sn. Blas de Palmarejo, a beinte y tres días del mes de julio de mil setecientos ochenta y dos años, el Sor. Dr. D. Carlos de Varona y Bringas, Abogado de la Rl. Auda. d. Sto. Domingo., Cura rector pr. su Mag. Vico. Juez Ecc.co. y el Rl. Subsidio de la Villa del Pto. del Príncipe, y visitador azar. pr. su Sa. Illma., el Obispo mi Señor: estando en la de este dho. Partido y haviendo visto los Libros en que se asientan las partidas de Bapmos. Matrimonios y Entierros de españoles, indios, Pardos y morenos pertenecientes a la Parroq. 1 del presente doy a visita por Dn. Felis Jossef Peralta su Cura Interino dijo su Mrd ; Que atento a no advertirse defecto substancial con otras Partidas, contra lo dispuesto así por la Synodo de este Obispado, como por el Ritual Romano d. Paulo Quinto en la mejor forma que halla lugar pr. dho., lluvia y huvo pr. vicitador los sitados Libros, declaró al referido Cura Interino pr, libre de cargo en lo tocante a su administración y mandó que, para continuarla se le debuelban con prevención de numerar las mencionadas partidas qe. generalmente se hallan sin este requisito y el tener presente para el mayor asierto en todo lo demás la constitución Cª hiº Tº libro 7º de la mencionada Synodo Diocesana, y que se le den muchas gracias a nombre de dho. Ilmo. Sor. por el celo, cuydado y esmero qe. manifiesta en el cumplimiento de su obligon que pr. este d. que se pondrá testimonio en eu Quaderno corrte de Visita y esa Mrd. firmo arrito proveio de qe. los lee. Fr. Carlos de Varona. Ante mi - Jlan. A. García Alas Jror Visita".

“La ermita de San Blas de Palmarejo tuvo el honor de ser visitada en distintas ocasiones por el Obispo Espada en viaje de visita pastoral a otras parroquias, pues dicha ermita se encontraba en el Camino Real de la Isla por donde el ilustre prelado viajaba.”