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El Municipio de Trinidad |
“Historia de Trinidad” |
“Parte Segunda” |
“Capítulo III” |
“De Hernán Cortés en la Villa” |
Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba |
“Sumario: Crecimiento de Trinidad. -Llegada de Hernán Cortés. -Requisa de municiones de guerra y boca. -Alista en sus fuerzas a los principales vecinos, famosos, luego, en la conquista del continente. -Gran actividad de Cortes en Trinidad. -Se hace a la vela rumbo a Méjico. |
“La Villa de la Trinidad, aun en sus mismos principios adquirió gran importancia, como lo atestiguan la llegada de la armada de Hernán Cortés, camino de Méjico, y las gestiones y actos realizados por el para ganarse adeptos y proveer a sus fuerzas con los bastimentos de guerra y boca que eran necesarios. |
“Dice el cronista Bernal Díaz del Castillo que, desembarcados en el puerto de la villa de la Trinidad, y salidos en tierra, como los vecinos lo supieran, fueron a recibir a Cortés y a sus acompañantes, y que, "había en aquella villa muy buenos hidalgos". Cortés mandó poner su estandarte delante de su posada y dar pregones, como lo había hecho en Santiago; y mandó a buscar todas las ballestas y escopetas que había y a comprar otras cosas necesarias y, aun, bastimentos; y continúa el cronista de referencia: |
“..."y de questa villa salieron hidalgos para ir con nosotros, y todos hermanos, que fue el capitán Pedro de Alvarado y Gonzalo de Alvarado y Jorge de Alvarado, y Gonzalo y Gómez e Juan de Alvarado el viejo, que era bastardo, el capitán Pedro de Alvarado es el por muy muchas veces nombrado; e también salió de aquesta villa Alonso de Avila, natural de Avila, capitán que fue cuando lo de Grijalva, e salió Escalante e Pedro Sánchez Farfán, natural de Sevilla, y Gonzalo Mejía, que fue tesorero en lo de Méjico, e un Baena y Juanes de Fuenterrabia, y Cristóbal de Olí, que fue forzado, que fue maestro de campo en la toma de la ciudad de Méjico y en todas las guerras de la Nueva España, e Ortiz el músico, e un Gaspar Sánchez, sobrino del tesorero de Cuba, e un Diego de Pineda o Pinedo, y un Alonso Rodríguez, que tenía unas minas ricas de oro, y un Bartolomé García y otros hidalgos que no me acuerdo sus nombres, y todas personas de mucha valía". |
“Demuestra esto la importancia que tenía la villa de la Trinidad desde sus primeros años de su fundación. Y la relación del propio Bernal Díaz del Castillo dice como Cortes escribió a la villa de Sancti Spíritus haciendo saber a todos los vecinos el objeto de su viaje, y "con palabras sabrosas e ofrecimientos", se atrajo a personas de calidad de aquella villa, entre los que se citan Alonso Hernández Puertocarrero, primo del conde de Medellín; Gonzalo de Sandoval, alguacil mayor y gobernador que fue ocho meses y capitán, después, en la Nueva España, Juan Velázquez de León, pariente del gobernador Velázquez y Rodrigo Rangel y Gonzalo López de Jiménez y su hermano Juan López, y Juan Sedeño, éste, vecino de aquella villa, lo que es de aclarar, porque, en la armada de Cortés, había otros dos del mismo nombre y apellido (1). Toda, esas personas "muy generosas" vinieron a la villa de la Trinidad, donde Cortés estaba, y fueron muy bien recibidas y agasajadas. |
“Los entonces vecinos de Trinidad tenían en sus estancias manadas de puercos y hacían el pan casabe, esforzándose, cada uno en poner el mayor bastimento, y Cortés procuraba reunir soldados, caballos y provisiones y hasta el mismo tuvo que desprenderse de unas lazadas de oro que traía en la ropa de terciopelo, mandadas a hacer en Santiago de Cuba, para comprar una yegua rucia a Alonso Hernández Puertocarrero, y se apoderó, puede decirse a la fuerza, del navío y cargamento de casabe y tocino de un Juan Sedaño que, procedente de la Habana, pasaba por el puerto de Trinidad, y Sedaño se fue en la armada de Cortés, compuesta ya, de once navíos (2). |
“Ocurrió entonces que el gobernador Diego Velázquez envió dos criados suyos a Trinidad con instrucciones para revocar el poder de Cortés, porque lo acusaban de que "ya iba alzado"; pero el habilidoso extremeño se dio sus mañas para atraerse al Alcalde Mayor, Francisco Verdugo, y, como resultado, uno de los mozos de espuelas, nombrado Pedro Lazo, se fue con la armada de Cortés y éste escribió, con el otro, a Diego Velázquez, "muy mansa y amorosamente", y, después, "mandó entender a todos los soldados en aderezar armas y a los herreros que estaban en aquella villa, que siempre hiciesen casquillos y, a los ballesteros, que desbastasen almacén para que tuviesen muchas saetas, y también atrajo y convocó a los herreros que se fuesen con nosotros, y así lo hicieron, y estuvimos en aquella villa doce días"... Cortés se embarcó en la nao Capitana de unas ochenta toneladas de arqueo, y se dirigió, rumbo a la Habana, situada al sur, y, marcharon, con Pedro de Alvarado, los demás expedicionarios. La tradición señala ahora la añeja y corpulenta ceiba del Guaurabo como aquella donde se amarraron los cabos de la nao Capitana. |
“Señala la crónica de Bernal Díaz del Castillo la parte principal que tuvo Trinidad en la proeza de la expedición a Méjico, Por otra parte, Francisco López de Gómara, en resumen, dice: |
“"Salió Cortés de Santiago con muy poco bastimento para los muchos que llevaba y para la navegación que aun era incierta; y envió luego, en saliendo, a Pedro Suárez Gallinato de Porra, natural de Sevilla, en una carabela por bastimentos a Jamaica, mandándole ir con los que comprase al cabo de Corrientes o punta de Sant Antón, que es el postrero de la isla hacia poniente, y él fuese con los demás a Macaca, compró allí trescientas cargas de pan y algunos puercos a Tamayo, que tenía la hacienda del Rey. Fue a la Trinidad, y compró un navío de Alonso Guillén, y de particulares, tres caballos y quinientas cargas de grano. Estando allí, tuvo aviso que Juan Núñez Sedeño pasaba con un navío cargado de vituallas de vender a unas minas. Envió a Diego de Ordás con una carabela bien armada para que lo tomase y llevase a la punta de Sant Antón. Ordás fue él y lo tomó en el canal de Jardines, y llevó a do le fue mandado. Y Sedeño y otros se vinieron a la Trinidad con el registro de lo que llevaban, que era cuatro mil arrobas de pan, mil y quinientos tocinos y muchas gallinas. Cortés le dio unas lazadas y otras piezas de oro en pago, y un conocimiento, por el cual fue Sedeño a la conquista. Recogió Cortés en la Trinidad cerca de doscientos hombres de los de Grijalva que estaban y vivían allí y en Matanzas, Carenas y otros lugares". |
“Aquí empieza a sonar en la Historia americana el nombre de Trinidad, y a fe, que quedó inmortalizado en la empresa de Cortés que no podrá leerse sin no sentimieto de profunda admiración.” |
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“(1) Véase el Apéndice No. 1, nota l. |
“(2) Véase el Apéndice No. 1, nota 2.” |
Vistas de la ciudad de Trinidad, en la provincia de Las Villas en las Tarjetas Postales |
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