“Cuba y su fauna: Los peces” |
“Así es Cuba” |
Cosas de mi Tierra |
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Ensayo en el ejemplar que tenemos de “Así es Cuba” por Alberto Boix Comas. Aparentemente editado a principios de la década de 1950. |
“Cuba y su fauna: Los peces” |
“Cuba, rodeada de agua por todas partes, como Isla Perla de las Antillas, no puede dejar de contar, como una de sus riquezas indiscutibles del reino animal, a la que le proporcionan sus "Peces". |
“Indiscutiblemente que la pesca en Cuba es un negocio que cuenta siempre con materia prima abundante y de primer orden, tanto en las bahías en que abunda el pescador de caña y anzuelo y de red, como en las playas en que se usan los "cayucos", como en alta mar donde son los "viveros" los que permiten al pescador ausentarse días y días, sin fijar la fecha de retorno, ya que ellos permiten conservar con vida, el producto de la pesca que, al llegar al puerto de partida, se encuentra cual si acabara de ser capturado en aquel instante. |
“Las especies que los naturalistas asignan a Cuba, como estudiadas, ascienden a más de 700, número que no se puede encuadrar dentro del limitado espacio de un trabajo corto como éste, lo que obliga a que buceando sus puertos y bahías, ensenadas y abrigos, playas y ríos al igual que sus más profundas aguas se vayan citando aquéllas que nos salgan al paso. |
“Es el primero en presentarse el famoso Pargo rey de los pescados, codiciado por los más exigentes paladares y con el que quiere competir el Seji. El abundante y apreciado Rabirrubia le sigue acompañado del Salmonete que don Felipe Poey denomina Tahalí y nombre que en Matanzas dan también al Cachucho. Con sus cuatro especies nos mira la Cabrilla y en larga serie ¡presente! responden el Abadejo y el Aguají tan parecido a la Cherna; la Aguja de Paladar con su mandíbula superior larga y prolongada, la Biajaiba y el Bocón que se asemeja a la sardina europea, el Bonito y la Caballa, la Cabrilla y el Cají, el Candil con sus ojos de gato y el Casabe que tanto abunda en las aguas de Trinidad, al que sigue el Cataluja de grandes ojos y el Chapín con su dura concha y sin espinas, la Cherna y el Chicharro tan raro sin escamas, el Esmeralda, cuya boca en la oscuridad parece que ofrece al que lo contempla como una hermosa y verde esmeralda. Luego se presenta el exquisito Guaguanche y las cinco especies de Guatibere, con el Jural y la Levisa de áspera y granulenta piel y cuyas huevas saladas y curadas se ofrecen como mercancía muy grata al paladar, en los mercados capitalinos. |
“Con su carne de agradable gusto pasa luego la Manjúa pretendiendo llegar a ser hermana de la sardina y le sigue el pequeño Romero de forma oblongada, compañero inseparable del terrible tiburón y más tarde también desfila aquel pez de rara forma que por parecerse a la hoja aplastada y larga de su homónima arma, recibe el nombre de Sable y con él hace juego, por lo raro y extraño también el Trompetero con su boca en forma de tubo y su cola que parece un látigo y les siguen el Serrucho y el Pez Sierra y el Tamboril, llamado así por producir un sonido parecido al instrumento homónimo, y que emite especialmente cuando se da cuenta de que ha caído presa en las redes que el humano le tendió. |
“No se puede silenciar al que es terror de los mares antillanos y cuya pareja se conoce con los nombres de Tiburón, el macho, y con el de Tintorera, la hembra, que resulta ser más sanguinaria que su compañero de andanzas. |
“Y, después de citar a la que tanto abunda en los mares y que se denomina Raya nos podemos internar en los ríos de la Isla cubana pudiendo completar la lista de las mil y mil especies ya citadas, con los nombres de aquellos ejemplares que integran la fauna fluvial y que denominamos la Mojarra, la Anguila y la Biajaca, el Cativo y la Guabina, el Dajao y el Mapo, el Joturo y el Guayacón todos tan deliciosos, cuando el arte culinario los sabe preparar y servir en la mesa donde el hombre rinde siempre pleitesía a lo que satisface y llena y que, a no dudarlo, frente al conjunto que se ha citado, con salvo rarísimas excepciones, hace que el que prueba el pescado cubano afirme siempre y sin dudar que: "el que quiera muy buen y delicioso pescado comer ha de a Cuba visitar".” |
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Algunos peces cubanos en las postalitas de El Zoológico. |
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