“Cuba y las cuevas matanceras de Bellamar” |
“Así es Cuba” |
Cosas de mi Tierra |
|
Ensayo en el ejemplar que tenemos de “Así es Cuba” por Alberto Boix Comas. Aparentemente editado a principios de la década de 1950. |
“Cuba y las cuevas matanceras de Bellamar” |
“Cuba tiene entre sus bellezas de más extraordinario valor artísticonatural y de más imponderables atracciones, a las Cuevas de Bellamar sitas en la ciudad de Matanzas, capital de la provincia homónima. |
“Pretender hacer un perfil sintético de las mismas en el reducido espacio de unas cuartillas es cosa más que difícil ya que la riqueza de datos es tanta y tantas sus mil y mil facetas que imposibilitan encerrar en un pequeño espacio de papel, todo lo que del joyel de bellezas que contiene aquel pedazo de cubana tierra pudiera decirse. |
“Técnicamente las maravillosas estalactitas y las estalagmitas de ensueño presentan todas las características de los terrenos calcáreos. |
“Los fenómenos de erosión que en estas cuevas se aprecian; la infiltración de las aguas; las originales figuras que se perfilan, tanto en las monumentales cristalizaciones de sus columnatas, como en las oquedades de sus cavernas, combinándose con las mil y mil variaciones, cambiantes y tonalidades cromáticas hacen que, desde el primer momento, se despierte: en el sabio, la curiosidad científica; en el poeta y artista, el numen de la inspiración; el éxtasis en todos cuantos, al franquear el umbral de aquel mundo de fantasías, tan sólo llevan, a fuer de mortales, el bagaje de una curiosidad innata. |
“A grandes rasgos se puede decir que los compartimientos que vienen a ser las notas más destacadas de la maravilla natural matancera pueden concretarse, temiendo ser demasiados extensos, en los siguientes puntos denominados: El Templo Gótico; La Galería de la Fuente; El Camarín de la India; La Garganta del Diablo; La Saya Bordada; El Sofá; La Sala de la Bendición; La Galería de Hatuey y El Camarín de las Hermosas Matanceras. |
“Cada uno de los nombres citados es un rico venero de fantasías, de policromía, de atractivos sin cuento que haciendo juego con la imaginación tropical se convierten en el más alto exponente del renombre que tan justamente tienen ganado ante el mundo de lo lindo y de lo bello estas Cuevas matanceras de Bellamar. |
“Entremos en ellas... Enfrentémonos con El Templo Gótico. Veremos cómo en él se destaca inmediatamente uno de sus pilares más espléndidos que arrancando de lo más profundo del templo, atrae la atención del visitante que arrobado escucha, en su éxtasis, este nombre: El Manto de Colón, a cuyos pies y como joyas de pedrería fulgurante, resaltan irisaciones de todos los tonos que juegan con las infinitas siluetas de extrañas figuras, tanto humanas como de animales, y de cosas, entre las que se destacan las dos llamadas: El Guardian de la Cueva y El Huerto de las Zanahorias. |
“Sigue luego la hermosa Galería de la Fuente con las maravillas de las cristalizaciones de que hace gala la llamada la Manteleta a la que acompañan, como envueltas entre alburas de cristalino algodón, las piedras que la pavimentación le impone, mientras susurran, con dulce embeleso, las aguas cristalinas y claras, que corriendo a sus pies, se pierden en las entrañas de Madre Tierra que con sus humedades va aumentando las cavidades que asemejan parte del panorama de un necrocomio, por lo que se le califica con el nombre del Cementerio, al mismo tiempo que hace presumir que con el tiempo puedan presentarse nuevas sorpresas al formarse galerías hoy aun desconocidas. |
“Las notas lúgubres que hayan podido dejar las rememoraciones del cementerio quedan prontamente disipadas contemplando al denominado El Camarín de la India donde imperan en profusión los encajes cristalinos de sublimidades imposibles de describir ya que sus destellos e irisaciones deslumbran de tal manera que el visitante cree encontrarse en un país de hadas y, con esta impresión tan grata, de pronto puede contemplar la llamada Garganta del Diablo que obliga a encorvarse pues tantas son las irregularidades del terreno que, a veces se corre riesgo de dar con la cabeza contra el techo, siguiéndole el llamado Organo y a continuación El Sepulcro que sobresale por la riqueza de sus múltiples detalles. |
“Un ¡aleluya! se escapa de los labios de los visitantes cuando llegan a contemplar la llamada Saya Bordada que tal parece un tejido ejecutado por manos de hadas maravillosas, tal la originalidad, la hermosura y la brillantez de su conglomerado cristalino que viene como a completarse con la sugestión que se escapa de la otra maravilla llamada El Sofá. |
“Interminable resultaría desglosar tanta belleza con la grandiosidad que le acompaña, ya que infinita resulta la serie de filigranas, y para no poder dar fin a la relación citaré La Sala de la Bendición con su Manto de la Virgen, La Lámpara de Don Cosme y El Lago con su galería en que se puede admirar cómo la sublimidad se concentra- en la estalactita llamada El Banco de Nieve, en el primor de El Lago de las Dalias y en la originalidad de La Galería de Hatuey donde resalta como punto más destacado la llamada Lanza de Hatuey. |
“Pondremos punto final citando a El Camarín de las Hermosas Matanceras de tonalidades azules que con su belleza extraordinaria viene como a rematar aquel conjunto de maravillas que se conoce con el nombre de Cuevas de Bellamar de la Ciudad de Matanzas que se despiden dejando la sensación de algo divino que se escapa del llamado El Nicho de María exponente gracioso de arte exquisito y de donosura. |
“Cuando se abandona aquel rincón de cielo al espíritu le espera otro campo de expectación ya que el verdor de la naturaleza le brinda la inmensidad del Valle del Yumurí que sigue hablando de infinito ya que cuando la gama del verde se pierde junto a la línea del horizonte, allí encuentra que se confunde con el azul celeste del infinito.” |
|
Más información relacionada con las cuevas de Bellamar |
Las Cuevas de Bellamar en la Provincia de Matanzas en las Tarjetas Postales |