Guije.com Cuba durante el siglo XVII

La vida, las costumbres y el gobierno de Cuba durante el siglo XVII. Bandera de Cuba

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Historia Elemental de Cuba
por el Dr. Ramiro Guerra y Sánchez
Capítulo XI

Cuba durante el siglo XVII «Castillo de Cojímar (Siglo XVII)»

Capítulo décimo primero del ejemplar que tenemos de la Octava Edición de “Historia Elemental de Cuba” por Dr. Ramiro Guerra y Sánchez editado en la década de 1940 por Edición Cultural S.A. en La Habana, Cuba. Tratamos de mantener el formato original. Presentamos el texto lo más fiel posible a como aparece en el libro, efectuando menores actualizaciones en la acentuación y ortografía. Hemos suprimido algunas imágenes debido a que ya nuestra copia no las presenta lo suficiente definidas para poder reproducirlas.


CAPITULO UNDECIMO
LA VIDA, LAS COSTUMBRES Y EL GOBIERNO
DE CUBA DURANTE EL SIGLO XVII

“87. La necesidad de defenderse. -La primera necesidad a que tuvieron que atender los pobladores y los gobernantes de Cuba durante el siglo XVII, fue a la de defenderse.


“En la Habana se organizó una escuadrilla para recorrer las costas y vigilarlas.


“Se mejoraron los castillos del Morro y de la Punta, y se aumentó la guarnición. Se construyeron los torreones o castillos de la Chorrera, de Cojímar y de San Lázaro, y se levantaron unas murallas rodeando a la ciudad, la construcción de las cuales duró treinta años, terminándose a fines del siglo.


“En otros lugares también se levantaron defensas.


“En Santiago de Cuba, el castillo del Morro, y en Matanzas, el de San Severino.


“En casi todos los pueblos se nombraron jefes militares para dirigir la defensa del vecindario, llamados "capitanes a guerra" y se organizaron cuerpos de milicianos formados por los vecinos.


“En la Habana había seis compañías, en Santiago y en Bayamo dos, y en los demás pueblos una. También se organizaron compañías de jinetes, formadas por campesinos, para acudir a la defensa de los lugares apartados de la costa.


“Ademas, muchos barcos se armaron en corso para perseguir las naves enemigas y saquear las costas de Haití y de Jamaica. Los barcos se construían en un pequeño astillero que había en la Habana, cerca de donde esta actualmente la Aduana.


“Todo el mundo tenía que defenderse y pelear en Cuba en aquel siglo.


«Castillo de La Chorrera (Siglo XVII)»

“88. Lento desarrollo de la industria azucarera. -Al mismo tiempo que los pobladores de Cuba se defendían, procuraban atender a sus negocios.


“Como las flotas seguían visitando con regularidad el puerto de la Habana, se podían vender muchos artículos a sus tripulantes. La crianza de ganado se continuaba en toda la Isla, pero el mejor negocio era el del azúcar. Los portugueses introdujeron muchos esclavos negros, y en 1616 se fomentaron varios ingenios, principalmente en la zona de Alquízar.


“En 1630, se concedieron ciertas ventajas a los dueños o "señores de Ingenio" y se establecieron varios más. A mediados del siglo, los ingenios eran catorce o quince; a fines del mismo se elevaban a cien. Cada ingenio fabricaba, por término medio, unas cien toneladas de azúcar al año, equivalentes a poco más de seiscientos sacos de los actuales. Hoy en Cuba hay ingenios que fabrican 900,000 sacos anualmente o más.


“89. Se inicia el cultivo del tabaco. -Una nueva industria comenzó a fomentarse en Cuba por entonces: la del tabaco.


“Los europeos habían aprendido de los indios a fumarlo, y a principios del siglo XVI ya se usaba en Europa. En Cuba se cultivaba, pero para el consumo y la venta a las flotas nada más.


“En 1629, el gobernador de Cuba don Lorenzo Cabrera, envió un barco cargado de tabacos a Canarias y ganó mucho dinero. Desde entonces se empezó a cultivar en mayor cantidad para exportarlo. Poco después de mediados del siglo, se dictaron disposiciones que favorecían su cultivo.


“En la jurisdicción de la Habana, se sembraba tanto, que hubo que prohibir que se cultivase en un radio de cuatro leguas de la ciudad, a fin de que los campesinos sembrasen frutos menores y otros artículos de primera necesidad. También se cultivaba mucho en Trinidad, Sancti Spíritus y Remedios.


“El tabaco se usaba para fumarlo y en polvo; en la Habana había varias fábricas de rapé.


“90. El comercio de contrabando. -La gente de Cuba no podía comerciar, según las leyes de entonces, sino con la ciudad de Sevilla, en España. Los barcos que iban y venían eran muy pocos al año, y además había que pagar muchos derechos de aduana. Esta situación impedía el desarrollo de los negocios. Por eso, la gente de Cuba continuó el comercio de contrabando, comenzado el siglo antes.


“Se comerciaba de contrabando con las otras colonias españolas y con Europa. Hasta el 1640, los principales contrabandistas fueron portugueses; después que se hizo la paz y la alianza con Holanda, en 1648, los mayores contrabandistas fueron holandeses. Desde 1688 hasta 1700, los holandeses y los ingleses introducían de contrabando en la Isla toda clase de artículos y compraban lo que en Cuba se producía.


“El contrabando era lo que le daba alguna vida a la Isla. Las autoridades lo perseguían a veces, pero casi siempre lo toleraban por dinero y lo practicaban ellas también.


“91. Los impuestos. -La prohibición de todo comercio con los extranjeros no era el único perjuicio que ocasionaban a la gente de Cuba las leyes que regían entonces; los fuertes impuestos que tenían que pagar era también otro obstáculo para la prosperidad.


“En 1620, sobre los derechos que ya venían pagándose por la introducción de mercancías (Sec. 34), se aumentó un dos por ciento para cubrir los gastos de la escuadrilla, y en 1634 se establecieron nuevos aranceles, según los cuales todos los artículos que entran en los pueblos, fuesen del campo o del extranjero, tenían que pagar fuertes contribuciones. En el año 1681, el gobernador Don Diego de Córdova aumentó más aun los impuestos, estableciéndose sobre las fábricas de rapé, las siembras de tabaco y el ganado.


“Los vecinos tenían que contribuir con sumas en efectivo para la construcción de las fortificaciones, y con materiales para las obras. Además, debían enviar a sus esclavos a trabajar en ellas durante cierto tiempo.


“El vecindario de la Isla se quejaba mucho del pago de tantos impuestos.


“92. Crecimiento de la población y establecimiento de nuevos pueblos. -La población de Cuba no cesó de crecer durante el siglo XVII, aunque muy lentanlente. En 1608, se calculaban en 30,000 habitantes; en 1697, en 50,000. La Habana contaba en su jurisdicción con más de 30,000 habitantes. Bayamo había decaído algo, y las otras dos poblaciones más importantes después de la capital, eran Puerto Príncipe y Santiago de Cuba.


“Al terminar el siglo, además de los antiguos pueblos fundados por Velázquez, de Remedios y de Guanabacoa, existían las poblaciones de Matanzas y Santa Clara, y habían comenzado a formarse los pueblos de San Miguel del Padrón, Jesús del Monte, Río Blanco, Santa Cruz del Norte, Santiago de las Vegas, Güines y Batabanó, en la cual provincia de la Habana, Guanajay, Consolación del Sur, Pinar del Río y Guane, en Pinar del Río; Macurijes, Guamutas y Hanábana en Matanzas; Alvarez, en Santa Clara; y Caney, Santiago del Prado y Jiguaní en Santiago de Cuba.


“De estos pueblos, tres estaban formados casi exclusivamente por indios, a saber: Guanabacoa, Caney y Jiguaní.


“La lentitud del crecimiento de la población se debía no sólo a la guerra y a las leyes que prohibían el comercio, sino también a epidemias que azotaban la Isla en 1620, 1649, 1653 Y 1654. Estas epidemias fueron importadas por las flotas, de Veracruz y Portobelo. Quizás eran de fiebre tifoidea o de fiebre amarilla, y causaron enormes estragos en toda la Isla.


“93. Costumbres y diversiones públicas. -En las haciendas, hatos y corrales del interior, se vivía en estado casi salvaje pero desde la época del gobernador don Lorenzo de Cabrera, cuando el tabaco empezó a producir dinero, se comenzó a vivir con lujo por algunas autoridades y familias de la ciudad. Entonces se vieron los dos primeros coches en las calles de la Habana, uno de los cuales pertenecía al Gobernador.


“Las damas y los señores principales no salían a la calle sino en silla de manos o en caballos muy vistosamente enjaezados. En las casas de las personas acomodadas, había muchos esclavos para todos los servicios domésticos.


“Las principales diversiones consistían en "altares de cruz", corridas de toros, mascaradas y representaciones de comedias. En 1681, se prohibió que se celebrasen bailes en las iglesias y que se representasen en ellas comedias profanas.


“Las fiestas religiosas eran frecuentes, y se efectuaban procesiones nocturnas, en las cuales algunas mujeres hacían de nazarenos. Estas procesiones también fueron prohibidas en 1861. A los entierros solían ir personas de color encargadas de gritar y llorar, costumbre que fue prohibida igualmente.


“La ignorancia era general y las costumbres no eran puras. Los bailes no siempre eran decentes y se jugaba mucho a la baraja y a los dados. El uso de armas era tan común, que hasta los sacerdotes solían llevarlas ocultas debajo de los hábitos, lo cual les prohibió un obispo llamado don Santiago García Palacios.


“94. Mejora de las costumbres y de la instrucción. -Los obispos don Gabriel Vara Calderón (1673) y don Juan García Palacios (1679), trataron de mejorar las costumbres públicas y de difundir la enseñanza religiosa, con muy poco resultado; pero a fines del siglo se realizaron muchos progresos, gracias al obispo don Diego Evelino de Compostela, célebre por su elocuencia, su saber y sus virtudes. Compostela estuvo al frente de la diócesis desde 1687 hasta 1704. El obispo andaba siempre a pie, vivía muy modestamente y hacía muchas limosnas, a fin de ciar ejemplo a todos los sacerdotes, algunos de los cuales llevaban una vida fastuosa y gastaban mucho dinero.


“Durante los años que Compostela ocupó el obispado, estableció muchas parroquias en el interior, para atender a las necesidades religiosas del vecindario. Fundó también un hospital para convalecientes, el colegio de San Francisco de Sales para niñas pobres y desamparadas, y el Seminario de San Ambrosio. Este Seminario se reformó en el siglo XVII y llegó a ser en cierta época la institución de enseñanza más notable de Cuba.


“Es probable que en la Habana y otras poblaciones existiesen algunos colegios más. En el convento de Santa Clara se instruían niñas de familias acomodadas. Desde principios del siglo, el Ayuntamiento de la Habana había tomado acuerdos para pagar los gastos de ciertas enseñanzas. En 1681, las autoridades eclesiásticas habían fijado las condiciones que debían reunir los maestros de las escuelas públicas, lo cual hace pensar que algunas personas se dedicaban ya en aquella época a la enseñanza.


“Al terminarse el siglo, los frailes dominicos estaban gestionando la fundación de la Universidad de la Habana. Como se ve, los pobladores de Cuba no sólo se ocupaban en pelear con los filibusteros y en sembrar caña y tabaco. Había también quienes pensaban en mejorar e instruir la población.


“95. Gobernadores de la Isla. -Desde 1608 hasta 1697, Cuba tuvo diez y ocho gobernadores en propiedad, sin contar los gobernadores interinos que en diversas ocasiones ejercieron el mando, mientras llegaba el nuevo gobernador, al morir o quedar cesante el que ejercía el cargo.


“Las facultades de los gobernadores se fueron ampliando cada vez más durante el siglo. En 1629, se les reconoció la facultad de ejercer el patronato de la Iglesia en la Isla y en 1664 se aumentaron las facultades judiciales de que gozaban. Como jefes militares de toda la Isla, en época de guerra constante, su autoridad llegó a ser casi ilimitada.


“Algunos gobernadores dejaron recuerdos gratos de su paso por el mando, como Sancho de Alquízar (1616), que comenzó a fomentar la jurisdicción de Alquízar; don Juan de Salamanca (1658), que pretendió mejorar las costumbres, y don Severino de Manzaneda (1689), en cuya época se fundaron la ciudad de Matanzas y la villa de Santa Clara.


“Otros se hicieron de notar por sus abusos y sus inmoralidades, como don Lorenzo Cabrera (1626), don Francisco Xelder (1653) y varios más.


“En esta época no había periódicos, pero, sin embargo, los vecinos tenían manera de expresar su disgusto contra el gobernador y otras autoridades. Las noches de San Juan y San Pedro se celebraban con música, bailes, "altares de cruz" y grandes mascaradas a caballo. Las máscaras, tanto en las reuniones celebradas en las casas como en las "comparsas" por las calles, criticaban ciertas disposiciones y hacían burla de los funcionarios que las habían dictado.


“En 1675, el obispo, puesto de acuerdo con el gobernador, ordenó que las máscaras que hicieran burla de las autoridades fueran excomulgadas y multadas en quinientos pesos.


“96. Resumen. -La principal ocupación de los pobladores de Cuba en el siglo XVII fue atender a la defensa de la Isla. Sin embargo, siguieron produciendo azúcar y empezaron a vender tabaco. La población creció muy poco por las guerras, la escasez y las enfermedades introducidas por las flotas en la Habana.


“97. Temas para estudio.
Los encabezamientos de las secciones numeradas, y, además, los siguientes:
1.-Fíjense en un mapa los pueblos que se fundaron en el siglo XVII. Explíquese por qué hay tan pocos en las costas.
2.-Hágase una relación, ilustrándola con dibujos, de las obras de fortificación del siglo XVII. Compárese con la construcción actual de carreteras, puentes y edificios públicos.”



RESUMEN GENERAL DEL PERIODO

“Cuba tuvo que luchar durante noventa años seguidos contra holandeses, franceses, ingleses y filibusteros: El gobierno no sufrió alteraciones importantes, pero la población tuvo que pagar nuevos impuestos para sufragar los gastos de la defensa. Se vivía pobremente, arma al brazo, en constante peligro.”


HECHOS FUNDAMENTALES

“Cuba resistió todos los ataques enemigos.
El tabaco se sumó a la caña como artículo de exportación.”



Capítulo Anterior: X. Un siglo de guerra sangrienta

Próximo capítulo: XII. Las guerras del siglo XVIII



Más información relacionada con los temas tratados en este capítulo:

Torreón de Cojímar y Torreón de la Chorrera en el Las Fortalezas de La Habana

El Morro de Santiago de Cuba

Castillo de San Severino en Matanzas





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Última Revisión: 1 de Junio del 2006
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