Las Fortalezas de La Habana |
en Ciudades, Pueblos y Lugares Cubanos |
La Habana no es una ciudad de casualidad ni de comodidad. No es una ciudad que lo mismo puede existir que desaparecer, o que puede ser trasladada, o que puede permanecer estable por mucho tiempo. |
Al menos eso era muy cierto durante la era colonial de las Américas. No, La Habana tenía que existir, en el lugar que se encuentra y siempre progresando, con buena suerte un paso adelante de sus tiempos. Así fue por poco menos de cuatrocientos años. |
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Tres Reyes Magos del Morro |
La Habana era sumamente importante para el tráfico marítimo entre las Américas y Europa. Quien fuera dueño de esta ciudad era dueño del Estrecho de la Florida; el paso más seguro al Atlántico desde el Golfo de México y el Caribe. España no podía darse el lujo de perder el Estrecho ni el refugio que le ofrecía la Bahía de La Habana, tanto contra piratas como huracanes. Pero la ciudad era codiciada por todos. Muchos trataron y algunos lograron apoderarse de ella. Lo cual, después de pagar su valor en oro varias veces, obligaba a España a proteger con más celo su propiedad imprescindible. |
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Tres Reyes Magos del Morro |
Al fondo San Carlos de la Cabaña |
A la derecha, el Canal de la Bahía de La Habana |
Por eso se construyeron fortalezas en La Habana como en ninguna otra ciudad de las Américas. Se hicieron tres castillos mayores inicialmente. Después se edificaron varias fortalezas menores en La Habana y sus cercanías. Se hicieron otras mayores adicionales. La ciudad se cercó con una muralla, restos de la cual aun existen en algunas partes. Por último se construyó el castillo más grande del Nuevo Mundo, la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña. |
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Muralla de La Habana |
Muchas de esas edificaciones tuvieron sus momentos de valor. Las tropas españolas y criollas desde sus interiores llegándose a distinguir como pocos guerreros de este mundo. Porque cuando La Habana era atacada, aquello no era con rifles ni escopetas, no, aquello eran ejércitos muy bien armados y la pelea era a puro cañonazos y bombazos. |
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Torreón de Cojímar |
Ahí usted lo tiene, una ciudad tropical fortificada mucho más de lo que cualquier otra ciudad similar puede llegar a imaginarse. Es que ninguna otra ciudad, excepto Sevilla allá en España, se puede imaginar los tesoros que se le encomendaron a La Habana proteger. Sí, Lima vio una parte de aquellos tesoros y Ciudad México también vio una gran parte, pero La Habana los tuvo todos en su bahía. Bueno, excepto la flota de Nueva España de 1628, que el almirante holandés Pieter Hein logró capturar en la bahía de Matanzas, precisamente por no haber entrado en la bahía de La Habana, pero esta historia la dejamos para otro momento. |
Las Fortalezas de La Habana |
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