Los Chinos de La Habana |
en Ciudades, Pueblos y Lugares Cubanos |
La Habana por muchos años fue una ciudad internacional. Allí lo mismo se encontraba uno con un americano que con un chino. No estamos hablando de turistas, no, de personas residiendo en la isla tal y como los cubanos. Personas que habían nacido en otro país y se habían trasladado a la isla. En realidad muchos sentían el mismo amor patrio hacia la nación que la población nacida en Cuba. |
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Entrada al Barrio Chino, en la calle Dragones a la altura de la calle Amistad o Aldama. |
El edificio a la derecha era el hotel New York, el alto al fondo era la Compañía Telefónica. |
Esta intersección se encuentra a una cuadra del Capitolio. |
Había muchas personas de América Hispana, muchísimos americanos, uno que otro brasileño, también de toda Europa, pero las colonias más numerosas eran la de los españoles y la de los chinos. |
Los chinos en La Habana prosperaron y llegaron a establecer su propio barrio. Recordamos haber pasado por esta zona en varias ocasiones y allí los chinos, al menos los de más edad, leían periódicos y conversaban en un idioma que nos imaginamos sería mandarín o cantonés, porque las letras estaban en chino y de verdad que no entendíamos nada de lo que decían. Todos eran buena gente y todo el mundo atendiendo sus cosas sin meterse con nadie. |
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Entrada al Cementerio Chino en la Avenida 26. |
Eran las bodegas de víveres y los puestos de frutas, por toda La Habana y en realidad por toda Cuba, donde más se veían empleados los chinos. Muchos de ellos ya eran propietarios de sus negocios. Pero la cosa no paraba en bodegas y fruterías, no, muchos ejercieron profesiones y oficinas de suma responsabilidad. Hubieron al menos un senador y grandes doctores de medicina de descendencia china. |
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Si desea más información con respecto a la Colonia China en Cuba le sugerimos consultar el artículo Apuntes Sobre el Poblamiento Chino de Cuba por Marcos Antonio Ramos en la revista Herencia, volumen 9, número 1, 2003, en las páginas 110 a la 119. Este artículo hace mención a una cita de Gonzalo de Quesada que fue la realidad y el orgullo de esta colonia: “No hubo un chino desertor. No hubo un chino traidor.” |
Los Chinos en Cuba en Galería Artaud 1997 |
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