A título de haberse celebrado, la víspera, una fiesta patriótica. siguió la algazara todo el día siguiente en la Cabecera del Término: San Luis. Peleas de gallos, tiros al blanco, etcétera.

Solamente funcionaban las escuelas, gracias al activo y diligente Secretario de la Junta de Educación Sr. Leonardo del Mármol, quien se preocupa de tal manera de la asistencia escolar, que a veces hasta se encuentra en conflicto con la policía local, ¿acaso menos entusiasta en el cumplimiento de su deber de mandar los niños a las clases?

Lo más notable de San Luis es el Centro Escolar Enrique González Arocha, edificio el más higiénico y apropiado para su objeto, de toda la Provincia de Pinar del Río.

De él nos ocupamos más detenidamente en el Capítulo dedicado a la Instrucción Pública, en el que no ocultamos nuestra sincera admiración por sus condiciones y por su elevado porcentaje de asistencia, que llegó en Enero pp. al 80 por 100 de los 1,701 alumnos que forman la matrícula general en el Término.

San Luis se encuentra, por tanto, a la cabeza de la I. P. en la Provincia Pinareña y acaso en toda la isla, por cuanto a asistencia se refiere.

Gracias a las largas y desinteresadas gestiones del ya citado Sr. del Mármol, el acaudalado comerciante de San Luis, Sr. Fidel González Bengochea construyó el edificio sobre unas 1,600 varas cuadradas de terreno, conformándose con una renta reducida que le paga el Gobierno, mientras le hubiera sido fácil el emplear mucho mejor su capital.

No ha sido fácil en ese día de repetición de fiesta patriótica, el encontrar las personas que necesitábamos para recabar los informes relacionados con el Término de San Luis.

Funcionarios públicos, policías, vecinos prominentes, todos, en fin, estaban en la valla de gallos.

Sólo el Sr. Jefe de Sanidad Dr. Herminio Cuervo, el Secretario de la Junta de Educación ya citado, y el Sr. Cura Rvdo. D. Nemesio Torbado estaban en sus respectivos puestos, a pesar de la fiesta y a pesar de los gallos.

Afortunadamente para nosotros, un buen trabajo del Dr. Cuervo nos sirvió para obtener gran parte de los datos que solicitábamos, ya que el Sr. Jefe de Sanidad había hecho, hacía poco, una pequeña monografía del Término; de indiscutible utilidad.

San Luis Comprende 7 Barrios: Río Seco, Barbacoas, Llanadas, Palizadas, Tirado, Barrigonas, y el del mismo S. Luis, cabecera del Término. Los 4 primeros son llanos, de suelo silíceo o arenoso, y los 3 últimos bajos, montuosos y con terrenos de fondo o gordos.

La costa es sinuosa, boscosa y algo cenagosa en la orilla del mar. El embarcadero de Punta de Cartas tiene muelles y almacenes y está unido a San Juan y Martínez por carretera.

El puerto de que se sirve San Luis es el de la Coloma que pertenece a Pinar del Río. El movimiento de estos embarcaderos es pequeño ya que sólo sirven para barcos de poco calado.

Hay algunas otras puntas de menor importancia.

Los Ríos del Término son el Río Seco, de escaso caudal de agua, que separa el Término de San Luis del de San Juan y Martínez por unos 4 kms.

El Río Seco que es afluente del R. de San Sebastián, el Río Feo, el Río Guamá más caudaloso, baña parte del Término; el de San Juan, el R. Corojo; el arroyo Pastores, el Juan de Rojas, el Hatillo, etc.

El arroyo Pastores antaño tenía aguas puras y muy cristalinas, pero hoy que las usan para el regadío, ya no lo están.

Hay también lagunas y lagunatos: las principales son Santa María la Grande y Santa María la Chica, ambas contiguas y más elevadas que la Cabecera del Término.

Su fondo es arenoso, y sus aguas proceden de manantiales muy ricos; constituyen, por tanto, una fundada esperanza para que San Luis pueda tener en un futuro no muy remoto un buen Acueducto.

Sin embargo el agua potable de San Luis no es mala en la actualidad, según resulta por el análisis que de ella se hizo, pero procede de pozos de propiedad particular y los vecinos se ven obligados a adquirirla a razón de tres centavos la lata de 5 galones.

Otras lagunas: las de Zanjería, de Poveda y de Guaynacabo, etc.

En el Término de San Luis se produce un excelente tabaco, y la Cuban Land and Leaf Tobacco Co., arrienda varias fincas importantes del Término, entre ellas la denominada El Corojo del Sr. Antonio Allones, conocidísimo fabricante de acreditados tabacos.

Varios, (la mayor parte) cosecheros de tabaco venden su producción en la Habana, directamente a los almacenistas.

El Término de San Luis produce también caña, en más pequeña escala, y legumbres hasta para la exportación, caso rarísimo en Cuba. El término es fértil.

Se cría ganado en no muy grande escala, de acuerdo con los siguientes datos del Registro Pecuario:

Palizadas es otra importante finca del Sr. Allones: ganadera.

En San Luis hay muchas variedades de palmas.

Las condiciones sanitarias del Término no son muy malas, pero tampoco son óptimas. Dominan las enfermedades del aparato digestivo y las afecciones gripales. A veces hay casos de tifoidea y de fiebre paratífica, pero no en la Cabecera, donde se toma mejor agua.

En los Barrios toman a menudo aguas de mala clase o contaminadas, lo que es causa de que, sin hacer estragos, sea sin embargo endémica la fiebre tifoidea.

Además los abonos orgánicos para el cultivo del tabaco producen gran cantidad de moscas, que son el vehículo del contagio.

La Cabecera está también dotada de letrinas muy primitivas, como en lo general todos esos pueblos del campo, lo que naturalmente contribuye al aumento de la mortalidad.

San Luis, por su situación entre el Río Feo y de San Sebastián, ya sufrió alguna inundación parcial.

Sus notas demográficas del último semestre de 1920 fueron las siguientes:

El Dr. Cuervo pudo comprobar que los nacimientos arrojan una cifra superior a la registrada, comparándola con los bautismos en la Iglesia Parroquial: lo que se debe al descuido de los padres para el oportuno registro de los recién nacidos en el Juzgado.

La población del Término, según datos del último Censo, era de 10547 individuos y de 3677 la de la Cabecera San Luis.

El Presupuesto Municipal de 1920 a 1921 fue de $17,083.08.

Hace poco más de 85 años las casas de San Luis (cabecera del Término) no llegaban a 50 pero Da. Juana Romero, su yerno D. Joaquín de Zayas y otros familiares, de su propio peculio construyeron una Ermita bajo la advocación de San Joaquín. Y rezan las crónicas de la época que ninguna otra ermita era más elegante y más sólida en toda la Jurisdicción de Nueva Filipina.

Entonces S. Luis pertenecía al Partido de S. Juan y Martínez.

El 30 de Abril de 1845 los vecinos solicitaron del Sr. Obispo la gracia de convertir la Ermita en Ayuda de Parroquia, ya que el culto se venía practicando en ella desde el año de 1829. Pero no contaban con la oposición del cura, interesado a que no se rebajasen sus beneficios, y la correspondencia que se cursó activamente con el Obispado de la Habana, concluyó con la resolución de conformidad con los deseos de los vecinos. (28 de Julio de 1845).

Entonces empezaron las luchas!

Contra vientos y mareas fue nombrado capellán D. Víctor de Rugama; pero el Pbro. D. Manuel de la Cruz Villafranca se trasladó en seguida a San Luis, antes de la llegada del Pbro. Rugama, con cuyo nombramiento no estaba conforme.

D. Jaime Quadreny se constituyó abogado defensor de la voluntad de los vecinos contra las que llamaban jactancias del Sacristán Mayor de San Juan y con notable habilidad y elocuencia escrita obtuvo del Sr. Arzobispo la prohibición para el cura Villafranca de ir a San Luis.

Pero pasaron días y pasaron semanas, y el esperado Padre Rugama no se dejaba ver; ya no quería el beneficio de esa iglesita tan amarga!

La cuestión no estaba resuelta. Había también que fijar los límites entre San Luis y San Juan para definir el territorio perteneciente a cada iglesia, y después de pleitos y chismes que duraron años, se acabó con levantar un plano en 7 de Mayo de 1848, y Noda como perito agrimensor dictó el informe que sigue:

"Si la división se hace por ríos, por los estorbos que estos oponen a la comunicación, podrá ponerse el Río Seco por lindero hasta el mar. Pero, si se atiende a que entonces quedaría a San Juan la mayor parte del Cuartón de Tirado que es el más rico y grande de toda la parroquia, se podría dar a San Luis hasta la corriente del Río San Sebastián al sur del camino real, etc., etc.

De lo expuesto arriba, se desprende que T. S. de Noda no solamente era un buen agrimensor, sino un hombre de tacto y muy sabedor de las humanas flaquezas. Su fallo concluyó con el enojoso pleito de curas y vecinos.

Por fin una R. O. del 25 de Junio de 1856 aprobó la erección de la Parroquia de entrada de San Luis, pero el expediente abierto en 1852, se cerró hasta 30 años más tarde! (San Luis no tuvo suerte con sus curas, ya que otro turbulento capellán el Presbítero Bringas de Trevillas fue malo con los hijos del país, y con denuncias y atropellos, hizo todo lo contrario del cura Ramón Bentin, de San Juan y Martínez).

En 1856 la población de San Luis, entre blancos y de color, no alcanzaba un total de 200 habitantes.

El notable literato Eduardo Zamacois es hijo de San Luis.

Una última nota, simpática y curiosa al mismo tiempo.

En San Luis, donde no parece haber muchas personas refractarias al juego, hay una Sociedad de instrucción y recreo denominada La Aurora, en cuyos salones se juega solamente ajedrez y algunos otros juegos nobles: y tiene Biblioteca para sus asociados.

La fundó y la preside el culto Secretario de la Junta de Educación Sr. Leopardo del Mármol. Y en eso está dicho todo.