San Juan y Martínez es la cabecera del municipio por su nombre en la provincia de Pinar del Río, Cuba. Localizada al suroeste en la provincia, disfruta esta ciudad del aprovechamiento de los excelentes terrenos en su municipio ya que ésta es una de las mejores zonas en todo el mundo para la cosecha del tabaco. A consecuencias su prosperidad aumentó en gran escala, llegando a ser un centro tabacalero de suma importancia en la década de 1950.

Se encuentra situada esta ciudad en terreno llano, próxima al río de su nombre y cerca del arroyo de Los Negros. Adquiere el nombre de dos corrales limítrofes que existían antiguamente llamados San Juan uno y Martínez, por sus dueños, el otro. Al fundarse el asiento se formó la unidad del nombre. La fecha más remota de que se tiene datos, pero no necesariamente la de sus comienzos, es 1761 cuando se edificó una iglesia de tablas y guano. Se supone que ya en 1745 residían familias en esa zona, o al menos en las cercanías.

En 1774 fue trasladada la capital oficial de la región (que más tarde sería la provincia de Pinar del Río) a este poblado. Siendo llevada definitivamente a la ciudad de Pinar del Río (o Nueva Filipina en aquel entonces) en 1776. En 1823 ya era un ayuntamiento constitucional pero volvió a crease la capitanía pedánea. En 1847 fue elevado a tenencia de gobierno y su territorio se segregó del de Pinar del Río. En 1852 fue erigida su iglesia en parroquia de ascenso y en 1863 se le construyó el templo de mampostería. En 1875 se le otorgó el título de Villa del Dulce Nombre de Jesús y en 1879 se creó el ayuntamiento. En 1904 se terminó la Casa Consistorial.

Se unió la población de San Juan y Martínez al grito de Independencia. El 23 de octubre de 1895 el Ldo. Lorenzo Guerra Puente, acompañado de un núcleo selecto de la villa, se levantó en armas. Al día siguiente se enfrentaron a las tropas españolas en las faldas de la loma Capitana. En 1896 Maceo sitió y después tomó la villa. Posteriormente, en el mismo año, las fuerzas libertadoras al mando del coronel Antonio Varona incendiaron la villa que después fue reconstruida.