Más adelante de San Luis el paisaje es siempre más pintoresco. Ya no vemos pinos, pero sí grandes siembras de tabaco cubiertas cuidadosamente con tela delgada.

El terreno está muy bien preparado: se comprende que, en toda esa región el cultivo de la famosa hoja es algo como una tradición de familia...

Se le trata con afecto, casi diríamos con veneración...

Buena gente la de estas comarcas: lo tienen escrito en su rostro sencillo y abierto de guajiros nobles y verdaderos (Nos servimos de la palabra guajiros en la mejor acepción de la palabra; y no con el sentido que algunos le dan con evidente tontería o intención despectiva)

Hemos llegado a San Juan y Martínez.

Nuestro primer pensamiento va a S. S. I. Mgr. Severiano Sainz, inteligente y culto prelado que rige la Diócesis de Matanzas y que vio con tanto interés y ayudó en lo que pudo, nuestra obra cultural acerca de la Provincia en donde está hoy radicado.

Monseñor Sainz, hijo de San Juan y Martínez es franco y sencillo como los demás coterráneos suyos: lo recordamos con atenta simpatía, al entrar por esa carretera polvorienta y ese puente que tambalea, en su villa natal que él tanto quiere.

San Juan y Martínez es una villa bastante grande, con calles rectas y aceras de cemento.

Se diría tener más de los 2,303 habitantes que arroja el Censo último.

Debido a sus tierras ligeras excepcionalmente favorables al tabaco, se produce en la época de sequía una cantidad considerable de polvo, que desde la estación ferrocarrilera ya no os abandona, a pesar del Río que da la vuelta alrededor de San Juan, casi provocando al hombre a servirse de sus aguas.

Pero no: ni el campesino aprovecha esas aguas para regar las tierras de labor, en considerable escala, ni la Jefatura Local puede servirse de ellas para refrescar las calles polvorientas de la Villa.

El proyecto de regadío del Sr. Pogolotti, del que tratamos extensamente en el Capítulo dedicado a la Agricultura, parece destinado a la muerte, ya que está próxima a vencerse la concesión acordada por el Ayuntamiento: y la Jefatura de Sanidad no cuenta ni con carros, ni con peones en número suficiente para regar la villa. Hoy se llenan los carros tanques con cabos, a la orilla del Río, labor dilatada, costosa y casi ineficaz por el tiempo que requiere.

Haría, falta una pequeña, bomba con su manguera, para llenar los carros directamente del río con mayor eficacia y rapidez, o la construcción de un tanque do regular capacidad con su tubería y bomba correspondientes.

Se usa el agua del Río de San Juan para lo único a que no debería servir; para calmar la sed de los habitantes de la Villa.

Unos carros o pipas acarrean el agua del río antes que el mismo haya recibido todos los detritus orgánicos ele San Juan y Martínez; pero gente pobre hay que con el fin de ahorrarse ese gasto de compra del agua, a pesar de la expresa prohibición de la Jefatura de Sanidad, la toman en cualquier punto, contribuyendo así al aumento de las enfermedades gastro-intestinales que dominan en la Villa.

Hay también casi siempre un regular número de casos de fiebre tifoidea, endémica en San Juan a pesar de la Comisión enviada, tiempo ha, para estudiar las causas que la producen.

No creernos que el transporte de los abonos de establo para The Cuban Land and Leal Tobacco Co. haya podido ser la causa del foco primero de la epidemia.

Ante todo, según informes adquiridos, esa clase de abonos han llegado y llegan para otras fincas también: además a pesar de ellos, en Vivero donde la Compañía radica, cuando nosotros la visitamos, no había caso alguno positivo, y sí los había habido en otros lugares del Término; y por fin la higiene está más atendida por la Compañía que por otras empresas o particulares en el Término mismo.

Lo más probable es que las moscas que abundan en Vivero y en la Villa toda, hayan contaminado aguas o materias alimenticias debido al descuido con que el pueblo bajo bota las deyecciones de los enfermos en solares yermos.

También las enfermedades del aparato respiratorio y la grippe se producen con alguna frecuencia, acaso por el exceso de polvo.

He aquí loa datos demográficos del segundo semestre del año de 1920.

La estadística que publicanos seria alarmante para el futuro de San Juan y Martínez que se vería amenazado positivamente con la despoblación si no se supiese que muchos padres omiten registrar a sus hijos al nacer, como la Ley lo prescribe.

El Sr. Clemente Guerra, Tesorero del Honorable Ayuntamiento de San Juan y Martínez, tuvo la bondad de proporcionarnos algunos datos históricos coleccionados con amor por su terruño. Transcribimos con gusto los más importantes con algunas anotaciones nuestras, recogidas de otras fuentes.

"El nombre de la villa procede de la unión de las dos antiguas haciendas de San Juan, y de Martínez.

"No se sabe a ciencia cierta la fecha de la fundación de la Villa; se supone haya sido anterior a la mitad del siglo XVIII.

"La parroquia fue erigida en auxiliar de la de Pnar del Río en Febrero de 1761: dependió de Guane en principio, ya que como es sabido la Tenencia de Nueva Filipina fue creada solamente en 1774 y hasta años después se trasladó a Pinar del Río el asiento de Gobierno.

El primer párroco de San Juan y Martínez fue Dr. Juan Alonso de Dios y Rodríguez.

Agrega que San Juan tuvo también en 1823 su Ayuntamiento Constitucional de duración efímera.

En 1852 (Desde 1848 el P. Ramón Bentin era capellán de esa Iglesia, y fue nombrado cura en 1852. Acerca de ese cura patriota véase el Capítulo VIII) la Parroquia fue erigida en P. de ascenso, y 12 años más tarde la primitiva iglesia de tabla y guano fue sustituida por otra construida de mampostería y tejas: quemada en 1896; reedificada más tarde.

En 1869, casi al terminar el año, cuando la revolución de Oriente hacia concebir a las autoridades españolas, un terror loco de las posibles conspiraciones en toda la isla, aconteció en San Juan y Martínez un hecho horrible que culminó en encarcelamientos, torturas y por fin en el fusilamiento de once vecinos del barrio de Lagunillas.

Habían sido asesinados un D. Ramón Torres y su dependiente: móvil el robo. Sin embargo, las autoridades creyendo ver en el crimen la consecuencia de los movimientos políticos, cometieron toda clase de atropellos con las personas de pacíficos ciudadanos, acaso sospechosos de simpatías (platónicas después de todo) por las ideas de libertad.

El lº de Enero de 1879 se constituyó el primer Ayuntamiento de acuerdo con la ley del año anterior, y Don Antonio Pérez Villegas fue el primer alcalde de la Villa.

La Logia Masónica Sinceridad fundada por el año de 1890, por el Dr. Mateo Trías, hizo constante labor de preparación para la futura independencia; y por fin las autoridades españolas decretaron su clausura en Mayo de 1893.

En 23 de Octubre de 1895, obedeciendo instrucciones del Lcdo. José Antonio Caiñas, agente de la Junta del Partido Revolucionario, se levantaron en armas bajo el mando del Ledo. Lorenzo Guerra y Puentes los vecinos Ramón Guerra y Puentes, Angel Abascal y Pérez, Clemente Guerra y Guerra, Faustino Guerra y Guerra (que a veces confunden con su primo el popular "Pino" Guerra), Felipe Hernández Valdés, Nicolás León Benítez, Cristóbal Guevara y Balido, Manuel León Zubizarreta, Dionisio Acosta y Lezcano, Pastor Guerra y Sánchez y Juan Iturriaga: los 10 primeros eran hijos de este Término y los 2 últimos de la provincia de la Habana y de Guane respectivamente.

No figuraron en el levantamiento aludido los nombres de los Sres. Modesto Gómez Rubio, José M. Padrón, Leopoldo Pérez y Faustino Guerra y Puentes debido a una contraorden del Lcdo. Caiñas, la que no fue conocida por el primer grupo hasta el día 25.

Los Sres. Pastor Armenteros y Gregorio Hernández, portadores de la citada contraorden fueron apresados en La Ceniza el día siguiente cuando preparábanse al movimiento citado en el Capítulo Histórico.

En las faldas de la loma La Capitana, los levantados tuvieron el primer encuentro con fuerzas españolas. El epílogo fue la dispersión del grupo con los demás detalles consignados por nosotros en el Cap. II.

De 9 de Enero hasta el 20 de Febrero de 1896 las fuerzas del Gen. Roberto Bermúdez ocupaban la Villa, que por fin tuvo que ser incendiada el propio día 20 por razones de guerra.

Después de la guerra 1895-98 fue Rafael Baster, Ten. Coronel del E. L. el primer Alcalde de San Juan y Martínez; un buen alcalde por cierto, bajo cuya administración honrada se construyó la actual Casa Consistorial, y el Cementerio Municipal.

En la actualidad el Término de San Juan y Martínez cuenta con una población total de 17214 habitantes: de la que corresponden a Río Seco 2,422, y 2,303 a la Cabecera como ya hemos dicho.

Los demás barrios tienen una población inferior.

Los principales Barrios son Vivero, Río Seco, Luis Lazo, Galafre y Galope, donde existe el único Ingenio del Término.

El presupuesto Municipal de San Juan y Martínez (1920-21) fue de $28,926.81.

No existen en el Término obras benéficas y en la Cabecera hay una Sociedad de Instrucción y Recreo denominada Unión Club.

Después del tabaco, principal riqueza del Termino de San Juan, (reconocido de calidad inmejorable por los más competentes fumadores del mundo), sigue por orden de importancia, la riqueza pecuaria.

El día 31 de Diciembre de 1921 había:

Que el tabaco es lo verdaderamente notable en el Término, pudimos apreciarlo en nuestra visita a Vivero donde están establecidas las oficinas de The Cuban Land and Leaf Tobacco Co., de que nos ocupamos detalladamente en el Capítulo sobre Agricultura.

Aun siendo importantísima la Compañía aludida (en cuyas numerosas fincas trabajan más de 800 hombres y mujeres), quedan todavía cosecheros y exportadores dignos de mención particular como la Viuda de Gener, Vidal Saiz, los hermanos Luis y Pedro Guerra, etc.

Algunas de las fincas de San Juan y Martínez tienen relación histórica con la vida del celebre vueltabajero Tranquilino Sandalio de Noda. Según nos refirió el ya citado señor Clemente Guerra, todavía existe en el Barrio de Galafre, una finca llamada La Onza que recuerda un episodio de la estancia de Noda en esos lugares, cuando tuvo la mala suerte de perder una moneda de oro.

Otra finca, en el barrio de Guillén, se llama todavía Noda en memoria suya. Allí vivio y trabajo y una caballería de tierra fue donada por el ilustre agrimensor para hace un Balneario Marítimo gratuito.

Ríos hay varios: el de S. Juan, el Río Seco, el Río Galafre, el de San Sebastián, Río Ramones, etc. Por Luis Lazo cruza el Cuyaguateje. Y hay también arroyos.

Sin embargo el riego no se practica en gran escala y sería lástima que el proyecto Pogolotti fracasara, ya que su realización convertiría el Término que nos ocupa en primero de la Provincia.

La orografía del Término comprende una parte de la Sierra de Guaniguanico y de la de los Acosta, S. de San Carlos, Sierra de Calienta, del Sumidero, etc.

Lomas principales: La Capitana, La Vigía, La Cumbre, de Ratones, etc.

El Valle da San Carlos al N. del Término, en el barrio Luis Lazo, es muy hermoso. El puerto de San Juan y Martínez es el Embarcadero de Punta de Cartas en la Costa Sur, que corresponde a San Luis.

Boca de Galafre, que pertenece a San Juan y Martínez, esta hoy casi obstruida por la arena del río y por tanto no sirve como embarcadero.

De San Juan nos llevamos el mejor recuerdo. Nos atendieron con mucha cortesía particularmente el Dr. Daniel Sainz a quien debemos la parte principal de nuestro éxito favorable en cuanto a número de suscriptores.