Guije.com Cabañas en Cultura Cubana: La Provincia de Pinar del Río y su Evolución en Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba.

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El Municipio de Cabañas
Cultura Cubana
por Adolfo Dollero, 1921
Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba



De Guanajay a Bahía Honda hay un trecho bastante largo: 57 kms. aproximadamente, que recorrimos sin hacer escalas, visitando Cabañas y Mariel al regreso de nuestra excursión.


El "Ford" núm. 10 de Guanajay, guiado por las manos expertas de un chauffeur atento y muy práctico de todos aquellos lugares, (Miguel Nodarse y Ocampo, de quien hacemos amplia recomendación a los lectores) nos llevo a, Bahía Honda en menos de 3 horas con velocidad moderada que nos permitía admirar las bellezas panorámicas de aquellos espléndidos lugares.


En los primeros kilómetros, la carretera era objeto de reparaciones, pero en general la encontramos muy buena. Además esos caminos ofrecen también completa seguridad al turista: jamás se registran hechos delictuosos como a veces acontece en las inmediaciones de la Habana.


El camino está bastante accidentado desde las goteras de Guanajay, y cuanto más nos alejamos, tanto más se multiplican las lomas, en un continuo y siempre nuevo cambio de sucesivos paisajes.


Al poco rato de haber salido y después de haber dejado a la izquierda una lagunita, encontramos las hermosas lomas de Cañitas 1 de Martín Mesa, donde existe el afamado Balneario que contribuye a la celebridad del Término del Mariel.


Toda la región, muy accidentada, parece demostrar la existencia de otros manantiales.


Después de haber pasado el R. de Zayas, (que nosotros llamaríamos arroyo), y el pequeño Ingenio de San Ramón, la carretera se bifurca al km. 18: por la derecha se va al Mariel; por la izquierda a Cabañas.


Atravesamos una línea férrea de vía angosta, que el chauffeur nos dice une Mariel a las Minas de Regalado, y nos encontramos a la izquierda del pueblo, pintoresco a pesar de su escasez de vida aparente.


Allá en lo alto divisamos la Escuela Naval, donde hay la Estación Inalámbrica.


Siguen lomas y más lomas. Pasamos el Río Bongo; encontramos un ingenio destruido, y el chauffeur nos asegura que en aquella comarca hay muchos más, abandonados desde que fueron presa de las llamas en la última guerra pro Cuba Libre.


Los viandantes a pie se encuentran con mucha mayor frecuencia que en otras carreteras.


Henos, por fin, en Quiebra Hacha, donde vio la luz primera la Sra. Magdalena Peñarredonda, la heroica Delegada de Vuelta Abajo.


Está a 15 leguas de la Habana y dos del Mariel. Antaño, rezan las crónicas, tenía dos cafetales y 13 ingenios, y exportaba por ese puerto su azúcar, su cera, su miel y su café.


Había entonces unos 1800 esclavos que cultivaban sus terrenos negros y fértiles, aun cuando quebrados y con varias cañadas pintorescas.


Quiebra Hacha tuvo su Iglesia en 1º de Mayo del año 1800; era auxiliar de la Parroquia de Guanajay.


Le dieron su nombre los grandes bosques, que existían entonces, de esos árboles cuya madera ha servido a levantar tantos bohíos campesinos.


Después de Quiebra Hacha la carretera, verdaderamente soberbia, se divide otra vez: por el lado izquierdo se va a Santa Isabel, ingenio antaño, y hoy colonia de caña.


Nosotros seguimos en dirección a Cabañas, a unos 2 km. del hermoso Central Merceditas, que dejamos a nuestro lado derecho.


El Central tiene toda la apariencia de un verdadero poblado, lleno de vida y de poesía. Atravesamos Cabañas sin detenernos: después del Río de la Plata el terreno es más accidentado todavía.


La subida es bastante acentuada, y sopla una brisa fuerte, que casi llamaríamos viento. La Bahía se extiende hermosa con sus pintorescos cayos que parecen formar otras bahías y canales.


Se dice que Sebastián de Ocampo y Antón de Alaminos, al hojear la costa, creyeron ver chozas en lo que solamente eran peñas de la sierra, y denominaran entonces Cabañas el lugar.


¡Lástima que un número tan reducido de personas admiren tamaña hermosura!


Dejamos a la izquierda las históricas Lomas del Rubí, de La Madama, de la Globernadara, etc.; subimos a la loma de la Vigía y admiramos más abajo el paisaje de Manuelita, donde hubo también fieros combates, durante la guerra de 1896.


En San Claudio, donde también se peleó muy rudamente, crece lozana la caña de azúcar, y más abajo serpentea el Río del mismo nombre, con su buen puente de hierro. La carretera procede a zig-zag para subir con facilidad la pendiente. Las lomas, (algunas son verdaderas colinas) se multiplican. Se ve el antiguo ingenio Luisa, hoy Orozco.


El viento arrecia.


Pasamos sobre el hermoso puente del Río Santiago, en cuyo lecho beben varias yuntas do bueyes.


El paisaje no podría ser más hermoso ni más sugestivo.


En lo alto de algunas lomas se ven casitas blancas.


A la izquierda tuerce un camino más campestre que conduce a San Diego de Núñez, el terruño de Cirilo Villaverde. Dista como una legua y media de la carretera.


- - -

Pintoresco como una aldea suiza, describe Villaverde su San Diego; quebrado el terreno, hermoso su cielo, sus pájaros, sus montañas...


Antes del año 1832, formaban un solo Partido, Bahía Honda y San Diego de Núñez, dice el escritor vueltabajero.


Entre la primera y el segundo existe una Vigía que servía para precaverse de los ataques imprevistos de los piratas, enemigos del pobre guajiro, no menos de los elementos inclementes que acechaban sus siembras y sus chozas.


Acaso por ese fundado terror a los piratas, San Diego de Núñez nació entre las montañas, en el primer escalón de la Sierra Madre, cerca de El Brujo y de Peña Blanca.


La Hacienda del Granadillas fue el principio del pueblito, que allá por el año de 1840 contaba con 15 ingenios y 2 cafetales.


Hoy San Diego tiene solamente 303 habitantes, y está en condiciones menos florecientes que en el año de la excursión de Villaverde. Su iglesia está derruida. Carece hasta de médico.


Y creemos que solamente los guajiros no han cambiado radicalmente, y que aman, como entonces, los gallos, las mujeres y las buenas armas.


Ahora las pistolas modernas han sustituido los machetes nacarados descritos por Villaverde, y solamente ha decaído el amor a los perros, probablemente porque se acabaron los piratas en cuya persecución se empleaban.


Pasamos sobre el puente del Río de San Diego de Núñez sin ir a visitar la cuna del famoso novelista.


- - -

El terreno, al acercarnos Bahía Honda se va gradualmente empobreciendo en la parte menos accidentada. Solamente allá lejos, por el Cuzco y Peña Blanca, hay todavía buenos terrenos para café y para ganado.


Después de haber pasado también los Ríos de Cirilo y de Bahía Honda, se nos apareció por fin la torrecilla rectangular de la iglesia de Bahía Honda: pobre por cierto. El poblado dista de la playa unos 2 kms.


Se dice que el reparto de solares que dio origen a la pequeña villa, se hizo en 1779, cuando ya existía un pequeño grupo de casas de guano y de embarrado. El Partido fue creado en 1818, cuando se levantó el Castillo de San Fernando para defender la entrada de la Bahía. El primer Ayuntamiento fue creado en 1° de Enero de 1860 según los datos del Dr. Diego Tamayo y según otros en 27 de Julio de 1859. Había entonces ya unas 14 casas de mampostería, 29 de tablas y 37 de embarrado.


Las Pozas existía anteriormente a Bahía Honda, y Cacarajícara es anterior a Las Pozas. Ambas pertenecen al Término de Consolación del Norte.


La tradición reza que el Obispo Diego Evelino de Compostela creó la parroquia de Cacarajícara bajo la advocación de S. Basilio Magno, el año de 1688, cuando las sogas de majagua, la cera, y la miel de abejas eran los más importantes elementos de vida de la localidad. Los archivos parroquiales se quemaron en 1753 y en 1754 el cura D. José Pérez Govea abrió nuevos libros, al conceder el Obispo Pedro Morell de Santa Cruz la autorización para levantar una nueva iglesia. (El actual Alcalde de Bahía Honda Sr. Pedro Alfaro, posee la primera campana que repicó en el siglo XVII en la Iglesia de Cacarajícara.)


Examinamos en la iglesia de Bahía Honda los libros existentes todavía y vimos que el libro segundo de matrimonios es del año 1795 empezando el 22 de abril con la partida núm. 1 y concluyendo con la partida 423 el 21 de Mayo de 1864. Es, pues, lógico suponer que el libro 1° comprendió los años anteriores, probablemente desde la fundación de la parroquia de S. Basilio a la que nos referimos, no estando probado que el incendio haya ocasionado la pérdida total de los libros existentes en la iglesia de Cacarajícara en 1753.


De esa aldea la parroquia fue trasladada a Las Pozas, que el año de 1840 era una aldea de 15 casas¡


La iglesia de S. José, de Bahía Honda, era en principio, auxiliar de la de San Basilio, de Cacarajícara. Sus libros parroquiales son del mes de Septiembre de 1822.


En 1538 Bahía Honda era residencia del Capitán del Partido, del Teniente de Cura auxiliar de la Iglesia de San Basilio, y del Administrador de Rentas. En las Memorias de la Sociedad Económica la describían poco favorablemente: en parte lomas, pantanos, tierras cansadas y algunas buenas y caminos malos donde se atascaban las acémilas.


Hubo entonces un proyecto para unir Bahía Honda con la Habana mediante una línea de vapores, pero fracasó por no haberse podido reunir el capital necesario.


En aquel entonces había 16 ingenios, 22 cafetales, 3 potreros, 18 sitios de labor y 15 vegas en la Hacienda de San Miguel. A cada vecino blanco correspondían unos 25 esclavos por término medio.


Los vecinos eran en todo el Partido unos 900, y rezan las Crónicas, había 12 jueces también el año de 1842!


¿Para qué tantos jueces?


Se hicieron por esa época exploraciones en Las Pozas, en las sierras que las rodean, en el Pan de Guajaibón que se levanta a 4 leguas al S. O. y en las cavernas donde se hallaron huesos humanos.


Félix Fernández de la Maza, al describir su excursión por aquellos seborucales y al Guajaibón (otros dicen Guaijabón) hablaba de la existencia de unos perros muy raros, de árboles corpulentos, de incendios espontáneos en los meses más cálidos y de los minerales traídos, como carbón mineral, hierro magnético, pizarras, cobre, kaolín, etc. Noda impugnó varias de las afirmaciones de Fernández de la Maza.


También Toribio Zancajo trajo de Las Pozas muchos ejemplares minerológicos, que desde el principio del siglo pasado, probaron la riqueza minera de esa región abrupta, de mogotes casi inaccesibles como El Huevo que se eleva hasta 500 varas aproximadamente, y los altos picos del Guajaibón más elevados todavía.


Hoy gran parte de esa región está denunciada como minera, y es de sentirse que las actuales condiciones bancarias hayan venido a suspender trabajos que prometían magníficos resultados, como por ejemplo, los de las minas conocidas por Mendieta. (Véase Cap. XV).


El año de 1852 Bahía Honda, entonces Tenencia de Gobierno, comprendía los barrios de su nombre, el de Las Pozas, de S. Diego de Núñez, y de Consolación del Norte o La Palma.


En la actualidad es un Barrio del Término de Cabañas, y su vida es menos intensa. Ha bajado de categoría; tiene toda la apariencia de una aldea, y los habitantes parecen resignados a su suerte.


Al contrario de lo que sucede en los poblados del campo, en Bahía Honda se duerme hasta tarde; el movimiento es escaso, las tiendas vacías. (Sin embargo, si llegara a crearse nuevamente el Ayuntamiento de Bahía Honda con sus antiguos límites, probablemente esa villa resurgiría a nueva vida.)


Sus recursos naturales son los yacimientos de asfalto, no explotados acaso por la dificultad de las comunicaciones; algunas minas cupríforas, el ingenio Gerardo; la finca Buenaventura que produce unas veinte mil cajas o más de toronjas y naranjas para la exportación; algunas fincas de ganado (en escala mucho menor que antaño); los manantiales sulfurosos conocidos por Baños de Aguacate, muy antiguos y hoy casi abandonados; la finísima arena de la Bahía; y el producto de la pesca que se exporta en su casi totalidad.


Sus ríos son: el Manimaní o de San Miguel que es límite de los términos de Cabañas y de Consolación del Norte; el R. Montaña; el R. Barreiro, el de Bahía Honda, el de San Diego de Núñez, el R. Nazareno, el Río Santiago que demarcaba antes el límite antiguo de Cabañas, etc.


En Bahía Honda se torna el agua del Río homónimo, lo que probablemente produce los casos aislados de tifoidea que a veces se registran. El paludismo está desapareciendo.


Se proyecta la formación de una compañía para dotar Bahía Honda de un Acueducto, tomando el agua río arriba, donde el Río de Bahía Honda es conocido por R. de Quiñones, en un lugar elevado, a unos 200 metros sobre el nivel del mar.


Es de urgente necesidad la fundación de la Casa de Socorros, ya que por su distancia de otros centros, Bahía Honda carece de los elementos más indispensables en caso de accidentes.


En Bahía Honda hay tres sociedades: El Liceo, para elementos blancos, así llamado a pesar de no perseguir objeto cultural alguno; y La Fraternidad y El Clavel para elementos de color.


Dio Bahía Honda muchos de sus hijos para la causa de Cuba, y cuando fue tomada por dos de ellos, el Coronel Indalecio Sobrado, y el Tte. Coronel Carlos Socarrás, tuvo la suerte de que no fuese quemado su Archivo, como aconteció con otros pueblos, en la última guerra cubana.


Se perdió el archivo de Las Pozas.


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Cabañas, que hoy es la Cabecera del Término al que Bahía Honda pertenece, es una Villa muy pequeña también, y que sin embargo dio a la guerra por la independencia muchísimos hijos.


Por primera vez nos encontramos en frente del caso excepcional de una Cabecera de Término sin iglesia parroquial.


La de Cabañas, que fue auxiliar de la de Guanajay, ha sido destruida por un incendio desde luengos años: Se celebra la Misa en la casa del cura.


Antaño, se lee en las Memorias de la Sociedad Económica (a. 1833) residía en Cabañas el cura de La Dominica.


Había entonces 9 buenos ingenios en sus terrenos quebrados, que al Sur tenían el poético marco de la Cordillera de Los Organos: 37 sitios de labor y 5 potreros.


De los datos del Ayuntamiento de Cabañas, se desprende que en 1812, época de su fundación, había solamente unos 18 bohíos de embarrado y guano, habitados por pescadores. En 1823 se creó la Capitanía de Partido.


En 11 de Enero de 1879 fue segregado de Guanajay y José Ramón Barbería fue su primer alcalde.


Desde el año de 1838 existía un torreón para su defensa: hoy sirve para depósito de agua el antiguo baluarte, que con el fuerte llamado de la Reina Amalia, en el Cayo de Juan Tomás, servía para evitar los ataques improvisos de los corsarios.


En esa magnífica Bahía, de varios cayos y canales (a semejanza de la mano de un hombre), se registraron varios combates entre buques españoles y piratas. Un recodo lleno de leyendas, es conocido con el nombre de mala habitación.


En el Término de Cabañas hay dos faros: el de la Gobernadora (No hay que confundirlo con la loma de la Gobernadora donde Maceo combatió, por última vez en V. A., antes de entrar en la Provincia de la Habana, el 3 de Diciembre de 1896.) en Bahía Honda cuyos parajes marítimos ofrecen el peligro de arrecifes; y el de Punta de Frías. Pero, puntas hay muchas más.


El Término de Cabañas se compone actualmente de 13 Barrios: tres urbanos y diez rurales. Los tres primeros son: el Pueblo, Bahía Honda y San Diego de Núñez. Los rurales son: Aguacate, Carenero (así llamado porque antaño allí se carenaban las embarcaciones); Ceiba, Conchitas, Damas, Delicias, Manimaní, Orozco, Rosario y San Miguel.


Villaverde hablaba de dos hoyas paludosas alrededor de la Bahía: la de Antón Pérez desmontada, y la de Majagual, ambas terribles para los viajantes.


La superficie total del Término es de 776 kilómetros cuadrados, con 384 fincas y 5789 caballerías de tierra.


Hay tres ingenios: Merceditas, Orozco, y Gerardo: el último está inmediato a Bahía Horda.


Casi todas las fincas están unidas a la Cabecera con líneas telefónicas: La caña de azúcar es el cultivo casi exclusivo del Término.


La población total del Término es de 17,645 habitantes de los que corresponden 1983 al pueblo de Cabañas, 1402 a Bahía honda y 303 a San Diego de Núñez.


El presupuesto municipal de 1920 a 1921 fue de $67.026.22, lo que es prueba fehaciente de la riqueza e importancia del Término.


La existencia del ganado registrada hasta el 31 de Marzo de 1921 era de:

Ganado vacuno 29,672 cabezas
Ganado caballar 5,157 cabezas
Ganado mular y asnal 268 cabezas

En el Término se registraron también muchos denuncios de yacimientos de petróleo y de asfalto, de cobre y de hierro. (Véase Cap. XIV).


A una legua y media de Cabañas, existen unos Baños sulfurosos, no termales, denominados de Casañas.


Bañan el Término muchos ríos; el Río de Cabañas, llamado también de la Plata; los Ríos de la Dominica, de Santiago, de S. Miguel o Manimaní, de Biajacas, de Rosario, de San Diego de Núñez o Nazareno, de San Claudio, de San Francisco, son los principales.


Lagunas hay varias: la más importante es la de Frías.


Muchas de las colinas y lomas que pertenecen al Término de Cabañas son eminentemente históricas, por los combates que se efectuaron durante la campaña de Pinar del Río: El Rubí, La Madama, parte del Cuzco, Peña Blanca, Las Animas, etc. Históricos también: Manuelita, Vega Morales, La Lechuga, San Claudio, Lomas de Tapia, La Redonda y otros varios lugares que evocan las hazañas de Maceo y de sus compañeros.


Desde la guerra de 1868 hubo en Cabañas intentonas de sublevación: allá por La Lechuza, y por La Teresa.


Protagonistas fueron los hermanos Sánchez, pero el movimiento fue denunciado en sus inicios, y varios individuos deportados.


Vecinos antiguos de Cabañas nos citaron los nombres de Francisco Escobar, de Miguel Mendizábal muerto en Chafarinas, F. Izquierdo, Valladares, Juan Santiago Aguirre y su hijo Francisco, etc.


El señor Juan S. Aguirre auxilió eficazmente la causa de la independencia con su dinero, llegando hasta recibir y ocultar armas en su Ingenio; poco antes de la invasión de Pinar del Río por el Ejército Libertador.


Otros patriotas de la última guerra que merecen también ser recordados al hablar del Término de Cabañas fueron: los conspiradores Timoteo y Cecilio Lago, el Coronel Indalecio Sobrado y su hermano Gaspar; el Teniente Coronel José Ma. Barrios, y el Comandante Bernardo Barrios fallecido en campaña; Antonio Campiña, Luis y Arturo Barrios, etc.


Muchos de los jóvenes de Cabañas y de sus barrios se unieron a Perico Delgado, aun antes de que Maceo invadiese la Provincia.


- - -

El Término de Cabañas tiene dos Mataderos; uno en la Cabecera y otro en Bahía Honda; una pequeña casa de Socorros en la misma Cabecera (Pronto se establecerá otra en Bahía Ronda); y una sola sociedad, llamada Antonio Maceo, de los elementos de la raza de color.


No tiene acueducto a pesar de haberse concedido hace años un crédito de 50,000 pesos, que después fue transferido a una obra pública de otra provincia.


Pero Cabañas cuenta con un Hotelito atendido por ciudadanos de la república china, digno de un párrafo aparte.


El restaurant está frecuentado casi totalmente por trabajadores y chauffeurs cuyas máquinas hacen el recorrido de Bahía Honda, Cabañas, Mariel y Guanajay.


Nuestra mesa se vio, (al poco rato de haber iniciado el almuerzo) amenizada por numerosa compañía de comensales de varios colores, desde el negro-azabache y negro de carbón, consecuencia natural del trabajo en las máquinas de algún ingenio, hasta los tintes menos oscuros.


Nuestra presencia pareció despertar alguna curiosidad en ese ambiente popular; solamente los chinos no se alteraban en lo más mínimo.


El mesero con voz ritual, monótona en su cadencia uniforme, repetía, de prisa como una lección aprendida de memoria, el menú a cada parroquiano:


"Aró banco, aró amarío, picadío, huevo fito, pescao fito, cane asaa, duce de coco, aró "con leche", etc.


Si alguien se detenía algún instante a preguntar algún detalle, el chinito sin contestar volvía otra vez con su ritornelo: "Aró banco, aró amarío..." ¿Y los cuartos? Imposible dormir en ellos.


Hasta las altas horas de la noche entran y salen huéspedes que hablan en voz alta, se injurian a veces, o cantan: abren y cierran la llave de la luz, que por la parte superior despierta a todos los que ya pretenden descansar en las habitaciones inmediatas.


De madrugada se repiten las mismas escenas.


No entraremos en detalles sobre las demás comodidades de esa posada internacional para no provocar la hilaridad de nuestros lectores, dada la seriedad de nuestra obra.


Concluiremos nuestra información del Término de Cabañas con algunos datos sanitarios y demográficos.


No habiendo buena agua potable, ya que se hace uso de la de lluvia, y de la del Río de la Plata para lavar y regar, dominan las enfermedades gastrointestinales.


También las del aparato respiratorio; a veces, hay algunos casos de paludismo, de tifoidea y de tuberculosis: pero escasos.


Las defunciones y los nacimientos de todo el Término, durante el semestre Septiembre 1920, Febrero de 1921, fueron respectivamente:

1920 defunciones nacimientos
Septiembre 13 10
Octubre 43 15
Noviembre 34 14
Diciembre 22 15
1921 defunciones nacimientos
Enero 30 8
Febrero 31 2

Estos datos, cuya exactitud nos parece dudosa, nos fueron proporcionados por la Jefatura local de Sanidad.


De Cabañas es el conocido radiólogo y hombre de empresa Dr. Filiberto Rivero, cuyo Gabinete de Radiografía es muy popular en la Habana.







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Última Revisión: 10 de Octubre del 2007
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