La Calzada de Ayestarán, en La Habana, corre desde Carlos III, en la intersección con Infanta, hasta la Avenida de Rancho Boyeros antes de llegar a la Calzada de Puentes Grandes (unas cuadras antes de la Fuente Luminosa).

La Calzada de Ayestarán es una avenida joven en La Habana; muy posible que tenga menos de doscientos años, al menos en toda su longitud. Según los cuentos callejeros, existen dos versiones del origen de su nombre. El más divulgado, es que se le nombró así en honor a un noble francés. Algunos afirman que era un conde, otros que era un marqués.

La otra versión es que cuando Ayestarán sólo llegaba hasta la intersección con 20 de Mayo era por esa zona a donde corrían los malhechores que huían. Entonces, dicen los viejos de la cuadra, que cuando las autoridades le buscaban se preguntaban si “¿Ahí estarán?”. Lo cual degeneró al ya conocido vocablo Ayestarán. Nadie cree esta versión, aunque es la que más gustan contar.

Realmente son dos cuentos callejeros y ninguno de los dos por atractivos que suenen, está correcto.

Emilio Roig de Leuchsenring, Historiador de La Ciudad de La Habana, en 1936 le dedicó uno de los tantos Cuadernos de Historia Habanera que editó a “Las Calles de La Habana: Base para su Denominación. Restitución de Nombres Antiguos, Tradicionales y Populares”. En este cuaderno de historia expone:

“En 12 de diciembre de 1904 el Ayuntamiento le dio el nombre de Ayesterán, impropiamente escrito, en homenaje al insigne patriota y revolucionario Luis Ayestarán y Moliner, miembro de la Cámara Constituyente de Guáimaro en 1869, y ejecutado en garrote, a los 24 años de edad, en las faldas del Castillo del Príncipe, el 24 de septiembre de 1870.

“Por existir ya en la ciudad de La Habana una calle con el nombre de Martí, proponemos se conserve el actual nombre, escrito debidamente, de Ayestarán.”

Corriendo esta calzada paralela con Rancho Boyeros, se encuentra relativamente cerca de muchos de los edificios del gobierno. Fue en la década de 1950 cuando se construyó la Plaza Cívica, en el presente llamada por varios otros nombres, y todos los edificios de los ministerios a su alrededor. Sin embargo, aunque siempre tuvo considerable tráfico, su cercanía a Rancho Boyeros (al oeste) y a las calzadas de Infanta y del Cerro (al este) le aliviaban de los excesos aun en las horas de mayor movimiento.

Por la avenida de 20 de Mayo, a unas pocas cuadras de su intersección con Ayestarán, se llega hasta el Estadio de Pelota de La Habana.