Esta es la sección que trata con Cárdenas, Matanzas, en el ejemplar que tenemos del “Magazine de La Lucha” editado en Cuba. No indica fecha de edición, sin embargo, las últimas fechas en las cronologías y otros datos son de 1923. Muchas de las fotos en nuestro ejemplar se encuentran en estado bastante deteriorado y es imposible poderlas reproducir.

“De los más progresistas, justicieros y simpáticos gobernadores que mandó el Gobierno a Cárdenas, el Brigadier Don Domingo Verdugo, esposo de la Avellaneda, obtuvo el cariño unánime de los cardenenses, que al despedirse del buen gobernante, le dieron su nombre a la hoy calle 12, que hasta entonces se había llamado calle de La Gloria.

“Habitó primeramente con su esposa, en la casa número 9, altos de la calle 12, propiedad de Don Vicente Vilá y junto a la cual residía la familia de ese industrial cardenense, que instaló el primer taller de maderas en la localidad, que hoy funciona, propiedad de otra firma.

“Durante su mando se hizo la concesión del Ferrocarril que llamaron de Fortún, que pretendía llevar una línea por la Costa Norte, hasta Matanzas, sin que desdichadamente, pudiera llegar a ser realidad tan hermoso proyecto, que planeaba la construcción de una Estación Terminal, en Cerutti (Avenida 9) y Princesa (calle 9), con paralelas por la Novena Avenida hasta la cantera de Pizarro y de ahí a Matanzas.

“Todas las pertenencias, incluyendo el ramal tendido, pasaron a poder del Ferrocarril de Cárdenas y Júcaro, en 1871, por $71.837.00.

“El Lcdo. José Zavala, durante el mando de Gayoso, había lanzado la idea de erigir un monumento a la gloria del Descubridor, en la Plaza de Quintayros. Su bella iniciativa encontró el apoyo de Verdugo y del Ayuntamiento, que se suscribió con $2,000.00; todos los vecinos contribuyeron a la suscripción con el mayor entusiasmo y así se logró reunir la suma necesaria para levantar esa estatua, que es fama fue la primera que se erigió en el Nuevo Mundo a Colón.

“El 20 de Abril de 1859 se le cambió el nombre a la Plaza de Quintayros, por "Recreo de Isabel II", comenzando a trabajar por el embellecimiento de la misma, así como por el del actual Parque "Estrada Palma", entonces: "Plaza de Spríu" porque frente a ella, en los terrenos que ocupaba la Casa Consistorial, estuvo situado un alambique del Sr. Spríu.

“La expectación por la estatua, era grande. El escultor Sr. Piquer, la modeló y un Sr. Morell, de Marsella, la vació en bronce. Cuando el día 27 de Abril de 1862 se expuso al público en Madrid, el entusiasmo popular cardenense, que veía admirada una obra local en la Metrópoli, llegó al paroxismo.

“Semanas después llegaba a la Habana, cuidadosamente embalado, el monumento, al cual faltó una pieza del pedestal, extraviada en los transbordos y sin la cual está desde su instalación. Cuando la goleta "Rayo", llegó de la Habana trayendo la preciosa carga, el Muelle Real, por donde debía ser desembarcada, estaba lleno de miles de curiosos.

“Seguidamente comenzaron a organizarse los solemnes festejos con que el Ayuntamiento quería señalar la gratísima fecha.

“Se distribuyeron centenares de invitaciones a las Autoridades y Corporaciones en toda la Isla, especialmente de la Habana y la Provincia de Matanzas, para venir a Cárdenas a presenciar la inauguración de la Estatua y del Hospital "Santa Isabel", construido por incitativa de Verdugo, que encabezó generosamente una suscripción pública, mientras Don Pedro Pablo Sáez, benefactor propietario, regalaba los terrenos del Hospital Municipal de hoy.

“El 26 de Diciembre de 1862, después de una solemne función religiosa en el Templo Parroquial, ante un gentío de muchos miles de personas, fue descubierta la estatua a Colón por Don Francisco de Rubalcaba, representando al Capitán General de la Isla; Don Domingo Verdugo, Gobernador de Cárdenas; el Obispo de la Habana y el Lcdo. Campos, Teniente Rector de la Universidad.

“El Cabildo cardenense, entre cuyos concejales figuraban en aquella época Don José Sixto de Bobadilla, padre del notable crítico y novelista cardenense Emilio Bobadilla, "Fray Candil", recientemente fallecido, teniendo a su frente al Alcalde Don José María Morales, asistió en pleno al memorable acto, terminado el cual, la comitiva se trasladó a la Casa Consistorial, para descubrir un retrato de la Reina; inaugurar la Estación Telegráfica y declarar abierto un Bazar de Caridad que se celebró en lo que es hoy Parque "Estrada Palma", destinándose su producto al Hospital.

“Este instituto benéfico fue inaugurado el mismo día. El elemento oficial y representaciones invitadas, fueron a un ingenio cercano, donde se les había preparado un banquete.

“En todos los actos de se día, hizo uso de la palabra, con notable acierto y soltura, Verdugo, leyéndose poesías alusivas a los festejos, de la Avellaneda, Zambrana y Rubalcaba.

“Al año siguiente, 1863, fue reemplazado Verdugo por el coronel Don Julián de Mena, al que seguidamente sustituyó el de igual grado Don Eugenio Loño.

“En el testamento de Verdugo, como una de sus últimas disposiciones figuró una cláusula exponiendo sus deseos de ser enterrado en el Hospital de Cárdenas, cuya fundación se debe a él.

“Don José Otero, dueño del teatro "El Salón", fue asesinado en Estados Unidos, dejando incumplido su proyecto de edificar un buen teatro en la localidad. Varios vecinos entusiastas, a cuyo frente figuraban Don Carlos Smith, Alcalde Municipal, y los señores Joaquín de Rojas, Carlos Cruzat y Rafael S. Rodríguez, tomaron a su cargo el formar una Compañía Anónima para terminar el teatro, aportándose $70,000.00 y nombrándose arquitecto constructor a Don José López Martínez. El 14 de Junio de 1866 se inauguró, con la representación de la zarzuela "Jugar con fuego", el que fue teatro "Otero", destruido por un incendio hace pocos años.

“En 1866 llegaba a Cárdenas, para sustituir a Loño, el Coronel Don Joaquín Fernández Casariego, portador de Real Orden fechada en Madrid el día 28 de Diciembre, concediéndole el título de ciudad al pueblo fundado 38 años antes.

“A Casariego substituyeron los Coroneles Bardají y Araoz, hasta que en 1870 vino por segunda vez a Cárdenas, Don Andrés de Saliquet, durante cuyo mando un horroroso temporal, recordado con espanto por los cardenenses viejos, amenazó arruinar la ciudad, llegando las aguas del mar hasta la calle 13 y permaneciendo en ese nivel varias horas en las que el vecindario, atemorizado, huyó abandonando casas y enseres.

“El Acueducto de Cárdenas, utilizando un manantial de caudal maravilloso que surge entre rocas en calle 17 y Avenida 19, fue autorizado en 1871, siendo su primer propietario Don Sergio de la Vega, al que la instalación costó $15,000,000.00, vendiéndolo en 1874 a Calzado y Compañía, y estos a Don Jovino García Tuñón, que fue Senador del Reino y laboró por Cárdenas.

“El 27 de Noviembre de 1871 ocurrió en la Habana el fusilamiento de los Estudiantes, suceso espantoso que horripiló a toda la opinión sensata de la Isla y la Península. Entre los detenidos por ese proceso cruel e injusto, figuraron tres cardenenses; el Dr. Fernando Méndez Capote, ilustre médico, gloria de Cárdenas, que ha sido después Alcalde de la Perla del Norte y Secretario de Sanidad y Beneficencia, condenado a 4 años de presidio; Alberto Pascual, a 6 meses de prisión y Octavio Smith, que no cumplió condena por ser ciudadano norteamericano.

“El mismo año vino a hacerse cargo del mando el Coronel Don Manuel Sánchez Lamela y días después de su llegada, regresaban a Cárdenas, macilentos, enfermos y víctimas de privaciones los Bomberos Municipales que desde 1870 habían sido llevados a prestar servicio en la trocha de Morón.

“Sánchez Lamela promovió la iniciativa de construir un buen Cuartel de Bomberos, y gracias a sus esfuerzos e influencia, se obtuvo la necesaria suma para edificar el hermoso Cuartel en Sexta Avenida y calle 12, uno de los mejores de la República, cuyo arquitecto fue Don Manuel Solano, poniéndose la primera piedra en primero de Mayo de 1872, e inaugurándose el 2 de Febrero de 1873. Ya por entonces los bomberos contaban con una bomba de vapor y utensilios modernos.

“Antes de dejar el mando, Sánchez Lamela ordenó la pavimentación de muchas calles; construcción de los jardines del Ayuntamiento y parques, etc.

“En 1874 fue nombrado Gobernador Don José Maireles; seguidamente le substituyó Don José Andriani, al que los cardenenses obligaron a irse a la hora de haber llegado, viniendo en su lugar Don Luis Escario y más tarde, de nuevo, Don José Maireles.

“En este año, a edad avanzadísima falleció en Cárdenas, siendo Administrador de los Ferrocarriles, Don Miguel Garnica, Capitán de Fragata, retirado y que había tomado parte en la famosa batalla de Trafalgar, siendo muy querido en la localidad.

“El Administrador General de la Compañía, Don Antonio X. de San Martín, hizo por entonces los planos para una Estación Ferroviaria nueva, comenzándose la obra y terminándola el ingeniero Sternhagen, en 1875, poco después de suicidarse San Martín, cuyo nombre, sin embargo, lleva esa magnífica Estación, que por mucho tiempo fue la mejor de la Isla y hoy figura entre las mejores.

“El 11 de Enero de 1876, fue día de duelo para la población, que fue escenario de horrenda catástrofe al acudir al incendio de un almacén en Cuarta Avenida y calle 4, una bomba-locomotora, cuya caldera hizo explosión, muriendo, heridos, quemados, y golpeados, 12 individuos y quedando más de 40 gravemente heridos.

“Maireles fue relevado por Don Felipe Martínez, y este, a su vez, por Don Enrique Saa del Rey, en 1877, practicándose entonces un censo comprobador de que la ciudad tenía 17,784 habitantes, aumentando casi catorce mil en solo dieciséis años.

“Cárdenas resultó grandemente perjudicada por la disposición de fecha 29 de Julio de 1878, por la que se hizo la división en provincias, segregándole a su jurisdicción importantes regiones.

“A fines de ese año se constituyeron en Cárdenas los Partidos Liberal y Conservador, presididos, respectivamente por Don Joaquín de Rojas y Don Jovino García Tuñón. En las elecciones municipales, el 5 de Marzo de 1879, los Conservadores sacaron triunfante a su candidato a Alcalde, que lo era Don Pedro Suárez Prendes.

“El primer Centenario que tuvo Cárdenas, estaba en los terrenos que hoy ocupa el Hospital Municipal, desde 1840, hasta que en 1852 se le trasladó a lo que es hoy Parque de Occidente o de los Mártires. Ya en 1880, esta Necrópolis quedaba dentro del perímetro urbanizado y se construyó el actual Cementerio Municipal, por el arquitecto Sr. Roselló.

“El primero de Mayo de 1880 fue electo Alcalde Municipal, Don Cayo Abella, ascendiendo el presupuesto en aquella fecha, a 231,740 pesos.

“Corriendo el año 1882, desembarcó en Varadero, procedente de Estados Unidos, una pequeña partida, compuesta de 30 hombres, al mando de Carlos Agüero, haciendo una infructuosa tentativa revolucionaria que les costó la vida en las cercanías de Colón.

“En 1883 fue proclamado Alcalde, por gran mayoría, Don Francisco Llana y otero, acaudalado comerciante y entusiasta propulsor del progreso de Cárdenas, padre del distinguido cardenense doctor Francisco Llana y Argudín, Magistrado de la Audiencia de la Habana.

“Durante ese año entraron en Cárdenas 1.190 buques, con mas de millón y medio de toneladas de arqueo, alcanzando los ingresos a $5.396,961 suma extraordinaria que honra a cualquier puerto.

“Para calcular las actividades de la ciudad, basta decir que, solamente, durante el mes de Febrero de ese año, se distribuyeron por la Administración de Correos local, 65,020 cartas.

“Fue por entonces que se le hizo una concesión a Don Eugenio Herrero para instalar la primera red telefónica y que alcanzó realización el magno proyecto industrial de la Refinería de Azúcar de Cárdenas, considerada una de las mayores del mundo en su tiempo.

“El promotor de la empresa lo fue Don Sergio de la Vega, presidiendo la compañía formada el 5 de Enero de 1882, Don Juan Toraya, que aportó buena parte del capital social, ascendente a 300 mil pesos.

“En 1893 esa industria, que podía refinar cuarenta mil toneladas anuales, había decaído mucho y al fin víctima le la indiferencia lamentable de unos cuantos, se arruinó, destruyendo un incendio hace varios años, su magnífico edificio de cinco pisos.

“El edificio de la escuela "Llaca", sencillo y elegante, fue construido gracias a los esfuerzos del Alcalde Llaca, contribuyendo él, personalmente, con su sueldo a esa obra, la que demostrando el agradecimiento de un pueblo por el funcionario modelo, lleva su nombre.

“El Sr. Llaca fue substituido por Don Manuel R. Maribona en 1885, durante cuyo período, el 7 de Octubre de 1886, se decretó la abolición de la esclavitud.”...