La ciudad de Cárdenas es la cabecera de su propio municipio en la provincia de Matanzas, Cuba.

Está situada a orillas de la costa llana de la magnífica ensenada de su nombre. Data su fundación del año de 1828 y por disposición oficial se creó en el lugar que ocupa y en que ya existía una casa comprada por el Tesoro para vivienda del receptor de rentas y también para almacén de sal. El pueblo progresó rápidamente por constituir el punto principal para el transporte a Matanzas y a la capital de la valiosa producción de aquellos feraces contornos.

A los ocho años de su fundación contaba con 227 casas, 996 habitantes y numerosos comercios o tiendas de todas clases. Para impulsar su crecimiento el gobierno fijó en Cárdenas la residencia de la capitanía pedánea de Lagunillas, a cuya jurisdicción entonces pertenecía y en 1838, o sea el año siguiente, se creó una administración de rentas reales subordinada a la de Matanzas. En este mismo año se constituyó una sociedad anónima con el nombre de Compañía del Ferrocarriles de Cárdenas, que activó sus trabajos, terminándose en 1841, tres años después de su constitución. Este ferrocarril, que atravesaba una comarca rica y pletórica de haciendas, fue el aran impulsor de la vida y prosperidad de Cárdenas, que en 1848 fue creada cabecera de una tenencia de gobierno. El 10 de febrero de 1854, obtuvo el título de Villa de San Juan de Dios de Cárdenas.

El cuadro estadístico de 1846 le adjudicaba por aquel entonces 73 casas de mampostería, 232 de madera y teja y 5 de guano. Entre sus establecimientos había 2 boticas, 2 pulperías o tabernas, 5 tiendas de ropa, 25 mixtas, 8 panaderías, 8 fondas y posadas, 7 cafés y billares, 2 barberías, 10 zapaterías, 1 albeitería, 4 herrerías, 5 carpinterías, 4 sastrerías, 2 talabarterías, 8 tabaquerías, 2 platerías, 1 relojería, 2 sombrerías, una peletería, 6 tonelerías, una calderería, una hojalatería, una fundición, una carnicería, 5 hornos de cal, 20 carbonerías y una valla de gallos. Junto a ello una población de 3,103 habitantes de todas clases y condiciones.

Para atender a su seguridad se construyó un cuartel de infantería. En 1852 los datos oficiales adjudicaban a la villa de Cárdenas 6,173 habitantes y por el censo de 1861 ascendió lo población a 12,910 habitantes. En 1846 se creó un cuerpo de bomberos, en el 1852 un muelle que fue ampliado en 1862. En 1859 se constituyó su ayuntamiento, que presidió el teniente gobernador y cuyas funciones se iniciaron en 1860. La plaza del Mercado era en su época la mejor de la isla, después de la de Santiago de Cuba. No faltó tampoco su buen teatro y una plaza de toros. En 1872 se estableció el acueducto. En 1878 se desarrolló el espíritu comercial de tal manera, que se establecieron grandes talleres de maquinaria, fundiciones, fábricas de curtidos, licorerías, refinerías de azúcar, siendo de notar el hecho de que una sola de éstas invirtió en maquinaria y calderas un millón de pesos. En 1857 comenzó la instalación de la cañería para el alumbrado por gas, que fue substituido en 1899 por el de luz eléctrica. En 1880 se fundó el caserío de Varadero, cuya playa azul es sin disputa la primera y la mejor de Cuba. Después de la guerra de Independencia volvió Cárdenas a su frenesí constructivo, creando esa urbe que rivaliza en belleza y actividad con las mejores capitales de la isla.

En la madrugada del 19 de mayo de 1850 desembarcó el General Narciso López en Cárdenas, izando por primera vez en la Isla la Bandera Cubana.