“Cristóbal Colón unió a Cuba y a Santo Domingo en sus afectos. Nuestra patria le pareció "la más hermosa tierra que ojos humanos vieron". Santo Domingo fue "la que mas amó" y el lugar que escogiera para el descanso eterno.

“Esa simpatía del Descubridor por las dos grandes y cercanas islas, también ha existido siempre entre sus habitantes. Es seguro que antes de llegar Colón mantuvieran cordiales relaciones los pobladores de Cuba y los de Quisqueya. Mucho más tarde, en nuestras guerras por la independencia, numerosos dominicanos como Máximo Gómez, los Marcano y Modesto Díaz, lucharon al lado de los patriotas cubanos.

“Hatuey, cacique de Guajabá, en Santo Domingo, fue uno de los que dejó su isla a causa de los desafueros de los conquistadores. Parece haberlo hecho en unión de un número muy apreciable de miembros de su tribu. Se estableció en el extremo oriental de Cuba, donde trabó estrecha amistad y alianza con los indios que poblaban la zona de Baracoa, a los cuales convenció de la necesidad de hacer resistencia al desembarco de los españoles.

“Velázquez y su gente fueron recibidos hostilmente por los indios que atacaron con piedras y flechas, pero que no pudieron evitar el desembarco de hombres bien armados, y disciplinados para la guerra.

“La resistencia de Hatuey duró como dos meses. Hecho prisionero, Velázquez lo condenó a morir en la hoguera. La terrible sentencia se cumplió en el lugar que hoy ocupa el pueblo de Yara.

“Dice la leyenda que cuando Hatuey estaba atado al poste fatal y las llamas ya chamuscaban sus carnes, se le acercó un sacerdote para hacerle cristiano antes de morir, lo cual le permitiría ir al cielo donde le esperaban dichas y venturas incontables.

“-¿Y van al cielo los españoles?-; dicen que preguntó el indio al buen sacerdote.

“-Sí, hijo mío. Al cielo van los españoles que han sido buenos en la tierra-, replicó el santo varón.

“-Si es así, yo no quiero ir al cielo-, replicó Hatuey.

“No debemos creer que sólo Hatuey hizo frente a los conquistadores. Otros caciques se les opusieron, pero en todo caso la resistencia fue pronto quebrantada. Guamá fue de todos el que más tiempo se mantuvo rebelde, desde 1522 a 1533. Organizó un verdadero ejército, y emprendió la lucha de guerrillas pues comprendió que no de otra manera podría enfrentarse a los españoles y sus armas. Once años los tuvo en jaque por las montañas de Oriente.”

Lección 6: ¿Por qué los indios cubanos sienten desagrado a la llegada de los españoles?

Lección 8: Narváez y el buen sacerdote que amaba a los indios