Victoria de las Tunas es la ciudad cabecera del término municipal por su propio nombre en la provincia de Oriente, Cuba.

Situada a la orilla del arroyo Hormiguero en terreno llano, pero alto e inclinado, lo cual contribuye a su buen clima y terreno seco. Es difícil precisar la fecha de la fundación de las Tunas; no obstante, se tienen algunos datos que la retrotraen a fechas lejanas. En el antiquísimo hato de las Tunas y próximo al arroyo Hormiguero, es decir, en el mismo lugar de la ciudad en que está asentada la cabecera, Alonso de Ojeda hallo, ya en 1603, una ranchería en la cual había una ermita. En 1752 el obispo Morell de Santa Cruz dispuso la traslación del curato de Yaguanabo a la ermita de las Tunas, obligándose el propietario de la hacienda a subvenir a las necesidades del sacerdote y del culto. En 1790 el obispo diocesano concedió licencia al dicho propietario para levantar una ermita, que puso bajo la advocación de San Jerónimo, del patrimonio del prelado, o la cual concurría todos los años por la cuaresma en visita pastoral. Esta ermita servía también de residencia a los misioneros del Cobre cuando iban hacia esa demarcación. La ermita dio lugar a quejas y pleitos de los propietarios de las tierras, pues la gente que concurría levantaban sus bohíos de paja para las épocas de fiestas y romerías, cosa, ésta que, al decir de esos señores propietarios, perjudicaba sus crianzas de ganado. Afortunadamente la Real Audiencia, con mayor sentido de humanidad y una rara comprensión de las personalidades de aquella comarca, acordó que se formase un poblado, concediendo a los recurrentes un censo enfitéutico a razón del 5 por 100 sobre cada uno de los solares que se tomasen para arrendar. De manera que se conceptúa como del año 1759 la fundación de la parroquia. Al edificarse el templo que exigían las necesidades de la nueva población. Allá por el año 1830, se declaro vicariato.

En 1847 se estableció la tenencia de gobierno. En 1849 se abrió la primera escuela pública y el matadero; en 1852 tenía ya cuarteles de caballería e infantería y cárcel, que antes estaba instalado en una cosa particular. Se fomentaron los cultivos, la cría, las pequeñas industrias manuales tradicionales en la región, hasta llegar a formar un conjunto económico-administrativo de regular importancia. En 1827 contaba con 2,045 habitantes incluyendo los esclavos, que pasaban de 200; en 1841 ascendía la población a 1,953 personas y en 1852 era de 1,357 habitantes con 180 casas de todas clases.

El término del cual esta ciudad es cabecera fue de los que mayor cooperación prestaron a la causa de la Independencia, en cuya primera guerra de 1869 sus costas recibieron y abrigaron las famosas expediciones del Hornet, Anna, Upton, estas dos últimas por dos veces.

Victoria de las Tunas, al pie de lo Carretera Central, llegó a ser una de las poblaciones más modernas y activas de la nueva Cuba, centro importante de comunicaciones y con un claro sentido de las realidades modernas, así como espejo de cordialidad y hospitalidad.