Manzanillo es la ciudad cabecera del término municipal por su propio nombre en la provincia de Oriente, Cuba. Está situada al pie de su puerto y al de unas lomas de escasa elevación que se levantan al sur. A mediados del siglo XX era una ciudad moderna con buenos edificios públicos y magníficas viviendas particulares, paseos, avenidas, monumentos y porque y de un activísimo comercio y bastantes industrias. Un pueblo culto, tanto en las actividades de orden material como en los de orden moral y espiritual. El hecho se explica dada la distancia que lo separa del resto de la República; Manzanillo disfrutaba de una vida propia sin desconocer ninguno de los vínculos que la unía al cuerpo místico de la nacionalidad, cuyas ansias, anhelos e ideales compartía plena y totalmente.

Comienza su historia conocida cuando el señor José Nazareno de León construye la primera vivienda en los terrenos de las antiguas comarcas indias de Macaca y Guacanayabo. Fue su primer nombre Puerto Real. Valga esa fecha para su fundación legal, porque Manzanillo de hecho existía desde hacía bastante tiempo, pues acudían con anterioridad a su fundación a ese puerto numerosas embarcaciones a cargar maderas y frutos de su comarca y de la de Bayamo, lo cual supone la existencia de una comunidad permanente por pequeña que fuere. En 1792, entre otras, los corsarios franceses de las Antillas se apoderaron de algunas incendiando y destruyendo a 14 que no pudieron llevar. Este hecho el que indujo al capitán general las Casas a levantar un reducto fortificado con 4 piezas de artillería y a su cuidado y defensa puso un piquete de milicias de Bayamo y algunos artilleros. Las razias de los corsarios y los contrabandistas determinaron la colonización efectiva y en regla del poblado naciente.

El Conde de Santa Clara, sucesor de Las Casas, fue quien la activó y tomó las disposiciones prácticas que habían de conducir a esa realización, a cuyo efecto existían ya proyecto y planos debidos al coronel de milicias Francisco Sánchez Griñón y que no pudo llevar a efecto a causa de la escasez de brazos y dinero. Don Juan Saviol, hacendado catalán generoso y activo, recibió la encomienda del capitán general Conde de Santa Clara. En 1805 se erigió una iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de la Concepción. Para esa fecha la población ascendía ya a 300 almas. La primera iglesia fue declarada parroquial en 1821.

En 1809 se estableció la capitanía del partido; en 1811 la subdelegación de marino y en 1812 la receptoría de rentas, dependiente ésta de la de Bayamo. En 1819 fue atacada por un bergantín y una polacra, o embarcación de cruz, siendo rechazados los corsarios por el vecindario y arrebatándoles una bandera, hecho este que se conmemoró por muchos años en la fecha aniversario. En 1821 se estableció la capitanía de puerto y se principió el cuartel y al siguiente unas mejores fortificaciones en el punto de la primitiva batería. La aduana se creó y habilitó en 1833, en cuya fecha se le concedió el título de villa y puerto real, al cual en 1837 se te agregó el de “fiel”, que coronó en 1841 la concesión de uniforme para el consistorio municipal, cuya existencia databa de 1833 y celebrando su primera sesión el 6 de enero de 1840, en que quedaba Manzanillo segregado de lo jurisdicción de la capitanía de Yara, interior a esta.

En 1853 se terminó el Hospital de Caridad y en 1857 se creó el cuerpo de bomberos y recibió de la autoridad suprema el título de ciudad con el dictado de “invicto”. El ritmo que sigue la ciudad en su crecimiento y desarrollo es seguro sin experimentar altos ni bajos en todo el decurso de su evolución hasta la década de 1940. En 1841 contaba la ciudad de Manzanillo con 3,299 habitantes, en 1846 su población ascendió a 3,780 personas, en 1858 contaba con 5,010 residentes y en 1940 el censo registró 29,464 personas.