Guantánamo es la ciudad cabecera del término municipal por su propio nombre en la provincia de Oriente, Cuba. Situada en la orilla derecha del río Guaso sobre un pequeño llano abierto en las estribaciones de la Sierra del Saltadero de Guaso, a unos veinte kilómetros al norte de la gran bahía de su mismo nombre.

Es difícil precisar la fecha exacta de su fundación por las muchas vicisitudes que tuvo que pasar antes de realizarse. En 1797 el brigadier Conde de Jaruco recibió el encargo de reconocer esta zona, a fin de ver la manera práctica para colonizarla, fijándose en el punto que hoy ocupa esta ciudad, y en cuyo lugar halló algunas viviendas esparcidas de labradores que vivían de los frutos de la tierra. Hizo un expediente en el cual volcó todo su entusiasmo y convicción por la idea, pero su muerte prematura, los rumores que llegaron de desastres ocurridos en la colonia matriz de la isla de Santo Domingo y la misma escasez de recursos dejaron en suspenso esa realización.

En el año 1817 y bajo el mando del dinámico capitán general Cienfuegos, que tanto laboró por el crecimiento de esta colonia, renació la idea, se consultaron expedientes y planes, destacándose al coronel Pió de la Cruz, quien en 1819 fue a reconocer el lugar. Halló con sorpresa cafetales y vegas de tabaco en producción, oreados y cultivados por emigrantes franceses de la isla de Santo Domingo. En 1822, y a tenor de los informes del citado coronel, las autoridades ordenaron repartir algunos solares a colonos con familia y de buena conducta a fin de precipitar y acelerar la formación del pueblo.

Se erigió una modestísima iglesia bajo la adveración de Santa Catalina y en derredor de ella fue creciendo paulatinamente la futura ciudad de Guantánamo, que por aquellos días se la llamaba Saltadero y también de Santa Catalina de Guaso.

En 1843, en plena etapa de crecimiento, se creó la tenencia de gobierno. En 1845 se habilitó el puerto de Caimanera, en la bahía, para comercio exterior, siempre dependiendo de Guantánamo, que había sido declarada cabecera. En 1847 se construyó una iglesia de mayores dimensiones a expensas del vecindario, de varios hacendados y del obispo. Por estas fechas contaba 913 vecinos, 29 casas de mampostería y 46 de embarrado y guaro. En 1860 se creó su ayuntamiento; ya el vecindario alcanzaba 1,134 personas, residiendo en 151 edificios de mampostería, 68 de tabla y teja y, cosa singular, escasas fueran las de embarrado y guano, signo evidente del espíritu moderno y progresista de la gente de este lugar.

Con anterioridad a todos esos hechos que determinaron la suerte de Guantánamo, en 1742, el almirante ingles Vermont ocupó la bahía y comenzó a fortificarla, dándole por nombre Cumberland, pero no prosiguió en su empresa por órdenes emanadas de su gobierno. Al abandonarla dejó comenzadas las fortificaciones.

En 1903 por convenio entre la República de Cuba y los Estados Unidos de América este gobierno tomó posesión de los terrenos y aguas en la bahía que debía servir para el establecimiento de la Estación Naval de la marina de guerra de aquel país, a base de un alquiler determinado. Estación que se amplió en 1911 y que constantemente mejoraban y cuidaban con amor por razón de suposición estratégica en estos mares y en relación con la defensa de su propio país.

Guantánamo llegó a ser una ciudad bien construida, moderna, con buenos edificios y centro importante de un activo comercio y sede de varias industrias, sin que tuviera que envidiarle nada a las más avanzadas del país o el extranjero. Ciudad hospitalaria, de amplio espíritu y anhelos de progreso.