Estimamos que la cocina cubana es parte de nuestra cultura y aunque hoy en día posiblemente esta receta no esté del todo de acuerdo con nuestros hábitos, sí es parte del como fue. La presentamos aquí no como receta de cocina, sino como parte de nuestro legado cultural. |
“Remójese el tasajo, cortado en pedazos, desde la víspera; cámbiese el agua y hiérvase hasta que ablande. Córtese en pedazos chicos con el hacha de cocina, aplastándolo un poco para que quede deshecho. Pásense los tomates por agua hirviendo hasta quitarles la piel y sáquense las semillas. En la manteca caliente, hágase el sofrito con las cebollas picadas finamente, igualmente el ají, el ajo bien machacado y luego los tomates que, a medida que se cocinan, se van desmenuzando con la espumadera en la misma sartén. Después de cocinar todo esto durante unos cinco minutos, agréguese el tasajo, revolviendo siempre, a fuego lento, sazonándose con sal a gusto. Cuando esté suficientemente seco, va estará listo. Si se prefiere, sírvase en el hueco de un arroz blanco, moldeado en aro y rodeado de machuquillo de plátanos verdes.” |