“España ya no gobernaba a Cuba, pero los cubanos tampoco dirigían sus destinos; finalidad por la cual habían luchado con tanto denuedo.

“Una cosa era necesaria antes de que los cubanos se gobernaran ellos mismos. No era posible que lo hicieran con las leyes que había empleado España durante cuatro siglos. Se hacía imprescindible dotar a Cuba de una Constitución, es decir, de una ley primera, básica, principal, contra la cual no pudiera ir ninguna otra ley, decreto o disposición; una Constitución que garantizara a todos los cubanos por igual la libertad y los derechos, y señalara los deberes a cumplir, o séase todo aquello por lo cual tanto se había combatido desde Narciso López, y aun antes.

“Wood, como ya se dijo en la Lección 40, convocó el 25 de Julio de 1900 a una Convención Constituyente, para redactar la predicha ley básica, o Constitución. El 5 de noviembre de 1900 se inauguraba la asamblea, presidida por el Doctor Domingo Méndez Capote y teniendo de secretarios a los también doctores Alfredo Zayas y Enrique Villuendas, individuos muy distinguidos al servicio de la revolución.

“El 21 de febrero de 1901 fue firmada la Constitución por todos los delegados, los cuales, posteriormente, redactaron una Ley Electoral por la cual se rigieron las elecciones de 31 de diciembre de 1901.

“La primera Constitución de la República estuvo vigente, sin reformarse, hasta el año 1929.

“El júbilo producido por la redacción de la primera Constitución se vio aminorado en parte por habérsele añadido, en forma de Apéndice, ciertos preceptos referentes a las relaciones de Cuba con los Estados Unidos, adición exigida por esta última nación, y la cual aminoraba la independencia absoluta del país.

“La Convención Constituyente celebró sus sesiones en el viejo Teatro Irijoa, que con el de Payret, en vías de demolición cuando se escribe este libro, eran los únicos teatros que quedaban de la época colonial. El que fuera Teatro Tacón, reconstruido durante la República y propiedad del Centro Gallego, es conocido hoy por Teatro Nacional.

“El Teatro Irijoa, después de haberse honrado dando abrigo a la Convención Constituyente, cambio su nombre por el de Teatro Martí que lleva en la actualidad. Un café y otros establecimientos ocultan la entrada del teatro, y privan al edificio de su relativa belleza.”

Lección 40: Los Interventores, y sus normas para la salud, la educación, la justicia y el bienestar de los habaneros

Lección 42: La Bandera de la Estrella Solitaria sustituye en el Morro a la de las Barras y Estrellas