“Cuantos llegan por mar a la ciudad de La Habana, se fijan en la vieja fortaleza a un lado de la estrecha entrada del puerto. Y de seguro que advertirán al hacerlo como sobre alguno de los baluartes, en un mástil, flota un pabellón. Ese pabellón es el del estado que ejerce soberanía sobre la ciudad, y sobre el territorio del cual es capital.

“Varios pabellones ha visto ondear el Morro sobre sus murallas. Primero, y por varios siglos, el de España. Por algo más de un año, suplantando al de España, en 1762, el de Inglaterra. Desde 1899 hasta 1902... Pero es mejor no apresurarnos en nuestra narración.

“Es el día 1º de enero de 1899. Muchos hechos importantes han ocurrido desde el 15 de febrero de 1898 en que una terrible explosión destruyera al acorazado Maine, anclado en el centro de la bahía de La Habana: la declaración de guerra entre los Estados Unidos y España; el hundimiento de una escuadra española en las Filipinas; la invasión de Cuba y Puerto Rico por los americanos; la destrucción de otra escuadra española en Santiago de Cuba, y la toma de la ciudad de este nombre; y la terminación de la guerra entre cubanos y americanos de una parte, y españoles de la otra.

“Es el 1° de enero de 1899. En el Morro ha dejado de flotar la bandera española, pero su lugar no la ocupa la cubana, y si la de Washington y Lincoln.

“Dejemos la fortaleza del Morro. Veamos lo que ocurre en el palacio de los capitanes generales.

“Ya estamos en el amplio salón del Palacio de la Plaza de Armas. A un lado el General español Jiménez Castellanos, con su Estado Mayor. Al otro el General americano John R. Brooke, con el suyo. Y Jiménez Castellanos traspasa el gobierno de Cuba al representante de los Estados Unidos. Poco más de cuatro siglos ha durado el dominio español en Cuba. Pero ésta aun no es independiente. El sueño de los heroicos mambises no acaba de hacerse realidad. Aun quedan tres años de molesta espera.

“Cuba no es aun independiente, pero el interventor americano ha designado, al momento, gobernadores para las seis provincias y alcaldes para los municipios, seleccionados entre los cubanos que se han distinguido en la lucha contra España.

“A Brooke lo sucederá Leonardo Wood quien había tomado, al frente de los Rough Riders, parte principalísima en los combates alrededor de Santiago, y en la toma de la ciudad. El nombre de Leonardo Wood, como veremos mas adelante, quedaría eternamente unido al nacimiento de la República de Cuba.”

Lección 37: De cómo las viejas fortalezas nos dicen la historia de La Habana

Lección 39: Los revolucionarios entran en La Habana