“Al presente, estando ocupada la casi totalidad del término municipal de La Habana por la ciudad de su nombre, resulta extraño hacer referencia a su riqueza agrícola. Pero no siempre fue así, y principalmente cuando la autoridad de su cabildo se extendía a zona tan grande que llegaba a lugares muy adentro de la provincia de Matanzas.

“Para comenzar por lo que debiera ser el fin de esta lección diremos que las pocas tierras disponibles en el término se dedican hoy a la floricultura y a la horticultura, o sea al cultivo de plantas que den flores y al de las llamadas verduras. El cultivo y la venta de flores en gran parte se realiza por individuos de nacionalidad española, y la producción y venta de verduras es negocio en manos de los chinos exclusivamente.

“En otras partes de este libro se ha dicho de las mercedes que hacían los cabildos de solares donde construir viviendas, y de tierras para labranzas y cría de ganados. Las estancias o sitios de labor se dedicaban en los primeros tiempos de la colonización al cultivo de las plantas más necesarias para la alimentación, y también a pequeños potreros para el sostenimiento del ganado, ya de monta o de tiro, o caballar; ya del productor de carne y leche. Las tierras de labor primero fueron atendidas por los indios y más tarde por los negros esclavos. Es probable, dado el gran consumo que se hacia de casabe, que el cultivo de la yuca fuera uno de los más importantes.

“Traída la caña de azúcar por los colonizadores, primero a Santo Domingo y después a Cuba, se estableció el primer ingenio en La Habana en 1595, en el lugar entonces llamado los Cangrejos, cerca del puente de Chávez, siendo su dueño Vicente Santa María. A este ingenio siguieron el de Alonso Rojas, en el lugar que nombraban los Ranchitos, más tarde Tívoli; y uno en Jesús del Monte, donde hoy queda la Iglesia Parroquial de ese barrio.

“El ingenio del puente de Chávez producía bastante melado y azúcar terciado, que hoy llamamos raspadura. Era movido su molino o trapiche de madera por brazos y caballos.

“En 1795 se vendía el azúcar en La Habana a $4 la arroba, y en 1846 a 8 reales. De todos los productos cubanos ha sido el azúcar el de más frecuentes alzas y bajas en el precio.

“Casi todo el trabajo en los ingenios primitivos era realizado por los negros esclavos. Al presente, el más penoso de todos, el corte de la planta, se realiza en gran parte por hombres y mujeres de esa raza.

“La Habana siempre ha sido uno de los principales puertos de Cuba para las exportaciones de azúcar. En 1760 salieron de su bahía como 30,000 cajas de ese producto. En 1841 el valor del azúcar enviado a otros países fue de 36 millones de pesos, correspondiendo a un millón de cajas, o la mitad de la producción del país.

“En la actualidad no hay ningún ingenio en el término municipal de La Habana. El más cercano a nuestra ciudad es el "Central Toledo", en Marianao.

“Antes de la guerra de independencia pocas eran las industrias de verdadera importancia que tenían asiento en La Habana. La fabricación de tabacos y cigarros podía considerarse la mas prospera y valiosa. España, además, tenía interés de que Cuba no fuera un país industrial para poderle vender los productos de sus fábricas.

“Obtenida la independencia, la ciudad de La Habana se ha ido industrializando rápidamente. Fácil resulta mencionar los múltiples y variados productos de sus fábricas y talleres.”

Lección 28: Identificación de cubanos y españoles hasta la toma de La Habana por los ingleses

Lección 30: Los habaneros en las luchas por la libertad antes del 68