Esta es la sección que trata con Colón, Matanzas, en el ejemplar que tenemos del “Magazine de La Lucha” editado en Cuba. No indica fecha de edición, sin embargo, las últimas fechas en las cronologías y otros datos son de 1923. Muchas de las fotos en nuestro ejemplar se encuentran en estado bastante deteriorado y es imposible poderlas reproducir.

“Colón, la ciudad creada en los terrenos del antiguo coral de "Nueva Bermeja", es en la actualidad una villa de simpática apariencia; sus calles anchas y bien trazadas le dan aspecto agradable.

“El historial de Colón tiene importancia y como, bien dicen hijos eruditos de esa localidad, posee méritos que viejas poblaciones no pueden vanagloriarse de tenerlos.

“Examinados distintos libros y examinados infinidad de escritos, llegamos a la conclusión de que el historial relacionado con el señor Pelayo M. Villanueva es uno de los más completos. En tal virtud le dejamos por breves momentos la palabra al galano escritor de referencia, y nosotros al final, agregaremos lo que creamos oportuno para completar los deseos del señor Villanueva, que dice:

“Colón, aunque es una joven ciudad, tiene historia.

“No es como otras importantes y florecientes poblaciones de Cuba, cuyo pasado es una nebulosa y de las que no puede hablarse más que refiriéndose a su presente.

“Y no es porque Colón sea un pueblo centenario, contemporáneo de Remedios, Trinidad o Villaclara; por el contrario, Colón es quizá la más joven de las grandes poblaciones de la provincia de Matanzas.

“Todos los pueblos de su Municipio, excepto Arabos, son extra ordinariamente más viejos que él.

“San Pedro de Mayabón, el pueblo más distante de sus barrios rurales, data de 1515; Sabanilla de Guareiras existe desde 1570; Pijuán se fundó en 1674; Macagua, en 1703; Aiiica en 1705 y Palmillas, que fue mucho tiempo la capitalidad del Municipio del que era Barrio Colón, hace ocho años que cumplió los dos siglos.

“En cambio, esta bella ciudad, de la que nos sentimos todos sus habitantes orgullosos, no vino a tener existencia real como modestísimo núcleo de población, hasta el año de 1838, en que, con la construcción de una pequeña ermita de madera y con la creación de un curato o parroquia de ínfima categoría, entró en el concierto de los pueblos cubanos por el único camino entonces legal y expeditivo, que era el del culto de la religión católica.

“Pero, creado Colón con el nada grato nombre de Nueva Bermeja, hubiera gozado de una vida puramente vegetativa, igual a la que disfrutaron todos los pueblos de su jurisdicción que hemos mencionado, a no haber logrado la fortuna de que tuvieran intereses o residencias en su territorio algunos hombres superiores al medio y aun a su siglo que, con ideales de progreso y patriotismo, lucharon, desde que a esta zona llegaron, por traer a ella cuanto propendiera a su desarrollo agrícola y a su cultura intelectual.

“Los que conocen algo de la historia colombina saben que aludo a los hermanos Fernando y Francisco Diago, Antonio Fernández Criado, Juan Góbel, Francisco Mentero Serantes, Luciano Mesa, José de Armas y Cabrera, Enrique de Sotolongo, José María Céspedes, Domingo García Capote, Manuel Vega Lavarria, Antonio Navarro, Mariano Hernández. Juan Bautista Laredo, Martín Zozaya, José Germán Cabrera, Tomás Alcebo y José Antonio de Aragón; los que con otros elementos no menos significados y valiosos, lograron pocos años después la creación de la Alcaldía Mayor o Juzgado, y apenas transcurridos veinte artos, en 1858, la constitución del Ayuntamiento y Tenencia de Gobierno, de suyo momento parte el verdadero engrandecimiento de Colón.

“Si esos primeros organizadores del Municipio colombino hubieran sido de la superabundante clase que en todos los tiempos sólo se aprovechan de sus preeminencias o cargos para labrar su propio y exclusivo bien, Colón no hubiera iniciado su existencia creando escuelas, cuando apenas las tenían las más antiguas poblaciones de la Colonia; celebrando una gran exposición agrícola e industrial como después ha habido muy pocas en todo el país; inaugurando uno de los primeros hipódromos que ha habido en Cuba; estableciendo una imprenta de la Municipalidad y, publicando en ella un buen periódico, y demarcando, en fin, el plano admirable de la población, suya sola obra por lo previsora y hábil, seria suficiente para hacer eternamente grata la memoria de sus preclaros autores, Fernando Diago, José María Céspedes y Francisco Montero.

“No es posible seguir paso a paso la fecunda labor de aquellos hombres que a Colón tocó en suerte que dirigieran la iniciación de su vida como pueblo; pero no dejemos de aprovechar esta magnífica y singular oportunidad para refrescar su recuerdo y unir sus nombres a esta grandiosa obra, para entregarlos al aprecio de la posteridad; y ahora completemos con la mención de algunas otras personalidades el número de las que fueron dignas de rememoración en el pasado colombino.

“El primer Teniente Gobernador de Colón fue D. Matías Gallego y Vallejo, y por las obras que realizó y por el mucho interés qua se tomó en el progreso de la población, comparte la supremacía del aprecio y recuerdo afectuoso de los colombinos con los que fueron también buenos Gobernadores, Julián Bardají, Fernando García Leonardo y José de Villiers.

“El primer Alcalde que tuvo Colón fue el gallego Isidro Santiago, que se suicidó en una cacería; al que sucedieron, Francisco Gispert, Francisco María Héctor, Francisco Montero, Juan B. Pons, Anastasio Vicente de Palma, Bernardino Alonso, Julián Roseñada, Ramón Buides y Ventura Mantecón. Todos estos fueron anteriores a la paz del Zanjón, y estuvieron siempre bajo la férula del Teniente Gobernador.

“Suprimido este cargo en 1878, desde entonces fue la primera autoridad de la población el Alcalde Municipal; ocupando este cargo los siguientes señores, algunos muy buenos.... y algunos muy malos.

“Francisco Fernández Paraja, Dr. Guillermo Fuentes Romero, que murió asesinado en Santo Domingo; Simón Santiago, que pereció ahogado; Antonio Fajet y Torres, José López Fernández, Julián Roseñada y Cantero, que ya había ocupado el cargo otra vez; y Francisco Rodríguez Loreto. Todos los mencionados procedían del Partido Liberal Autonomista.

“Pelayo Villanueva Santibáñez, Patricio de Oyarzábal y Gobea: éste murió tuberculoso en la bahía de Cárdenas; Pío Linares y Ríos, Narciso Suárez y Suárez, Hilario Pérez Ruiz, Manuel Machín y Garay, coronel Luis Molina (Alcalde Corregidor) capitán Luis Pérez Riestra, coronel Claudio Herrero, Licenciado Julián Godínez, último Alcalde durante la dominación española.

“Julién Roseñada por tercera vez; Lodo. Juan Antonio Garmendía, Rafael de Armas y Nodal, primer Alcalde electo por sufragio universal y reelecto al constituirse la República.

“Víctor de Armas y Nodal, designado por el Consistorio primero, y electo después por sufragio popular; Jorge Brito y Pérez, coronel Rafael Aguila y Guiardinú, Salvador Sánchez Guerra, y nuevamente electo y en funciones el coronel Rafael Aguila.

“Ha tenido, pues, Colón en sesenta y cinco años, treinta y dos Alcaldes, de cuya actuación hará el juicio crítico la Historia. Yo solo me permito observar que el Alcalde que no tenga el cálculo o la habilidad de dejar asociado su nombre o abras duraderas, útiles o de ornamentación, se borrará muy pronto hasta de la memoria de sus contemporáneos, como algunos de los mencionados, de los que ya nadie se acuerda....

“Otros nombres, además de los transcriptos, merecen consignarse por alguna circunstancia que les dio relieve dentro del desenvolvimiento de la vida colombina, para que quede constancia de ellos en este resumen de su historia.

“Fue el primer Juez de Colón, en 1855, el Lcdo. D. Luis de Alda, y han ocupado ese y otros cargos judiciales de la población; ilustrándolos con sois talentos y prestigios, José Varela Xado, después Secretario de Justicia; Francisco de la Torre y Evaristo Avellanal, Magistrados del Supremo; Marcelo de Caturla, Luis León, Merconchini, Enrique J. Guiral, Eugenio de Ribearux y León Armisén, Magistrados; José Antonio Palma, Fiscal de la Audiencia de la Habana, el coronel Fernando Salcedo y otros.

“Han sido habitantes connotadlos de esta ciudad en alguna época de su existencia, a más de todos los que ya hemos mencionado, los siguientes:

“El famoso general Carlista, Antonio Dorregaray y el Ministro de la Guerra español, General Emiliano Loño, que fueron Gobernadores de Colón.

“El comandante Federico Capdevila, inmortal defensor de los estudiantes del 71, cuya residencia en Colón la conmemora una lápida de mármol.

“El suizo Antonio Paltenghi Brambilla, que ha sido el hombre que más datos ha apartado para escribir la historia de este pueblo, el cual también le ha dedicado una lápida de expresiva inscripción; de la que dijo otro que fue asimismo ilustre residente de esta localidad, Francisco J. Daniel, -que era "una lápida que dedicaba el mejor de los pueblos al mejor de los hombres."

“El Pbtro. Lodo. Rafael Toymil, virtuoso y sabio cubano, compañero y gran amigo de Poey, González del Valle y demás notables hombres de ciencia de su época.

“Alvaro de la Iglesia, Francisco López Leiva, Francisco Piedra, Aurora Silvestre, Isabel Machado, José Trujillo y Armas, ilustres literatos y poetas de fama nacional, y Francisco Fontanills, notable periodista.

“El general Alberto Nodarse, los coroneles Ricardo Trujillo, Orencio Nadarse y Dr. José Anciano, libertadores de bien ganado prestigia.

“Los talentosos abogados Luis López Hidalgo, José Manuel Pascual, Emilio del Junco y Juan Antonio Garmendía, que brillaron en el foro cubano.

“Los buenos médicos Anastasio Saaverio, Matías Gosport, Joaquín Ojazo, Enrique del Busto, Jacinto Menéndez y Carlos López Bísbal, de grata memoria para Colón.

“Los artistas Pablo Béjar Novella, que llegó a ser una de las más altas reputaciones artísticas de la pintura en España; su hermana Concepción Béjar de Mantilla, hábil creyonista y madre del pintor ya famoso, Manuel Mantilla, hijo Idle Colón; Cástor González Darna, otro distinguido en este mismo arte; y los notarios Maestros Lorenzo Córdova González Robes, Nicolás Ponzoa y Raúl Miranda.

“Me he referido hasta aquí, con contadas excepciones, a personas notables ligadas a Colón por su residencia más o menos prolongada en esta ciudad. Tócame ahora dedicar algunas líneas a otras que no sólo han residido aquí, sino que también son colombinos por su nacimiento.

“En el primero de ellos el valiente general, eminente médico y patriota insigne, Eusebio Hernández, que no sólo es gloria de Colón sino de Cuba entera.

“Su pariente el archimillonario y primer benefactor de su pueblo natal, Tirso Mesa y Hernández.

“La Dra. Angela Landa, Directora de la Escuela del Hogar y primer prestigio femenino de Cuba en materia docente.

“Su hermano el Dr. Manuel Landa y González, íntegro y hábil magistrado y generoso filántropo.

“El Dr. Salvador Salazar, indiscutible y consagrada gran figura intelectual cubana.

“El ilustre abogado Andrés Trujillo y Armas, uno de los grandes prestigios de Colón.

“La admirable y bella pianista Haydee Sorondo y Campanería.

“El Dr. José María López de Vivigo, el primer orador con que ha contado Colón en todas las épocas de su existencia.

“José M. de Béjar tan buen actor como fácil y abundante poeta.

“La Sra. Juana Rosa García de Llaú de gran concepto como habilísima profesora de piano.

“El Dr. Manuel Linares, letrado y Fiscal de sólida reputación.

“Los jóvenes abogados José F. Perera, Mario Muro y Ramiro Areces de brillante porvenir, a juzgar por sus primeros pasos en la vida universitaria y profesional, y otras personalidades de mérito cuya simple cita daría a este trabajo unas dimensiones muy superiores a su mérito literario e histórico.

“Terminamos pues, de citar nombres relevantes en el pasado y el presente de Colón y dediquemos algún espacio a hechos y cosas que, asociando a su realización nombres también memorables, constituirán los capítulos más interesantes de la historia colombina.

“El Municipio de Colón, que sólo cuenta actualmente en su territorio un modesto ingenio en actividad o producción, tenía en él hace medio siglo ciento cuarenta y cuatro fábricas de azúcar. Bien es verdad que aquella riqueza se amasaba con las manos de 37,675 negros, de los cuales eran esclavos 32,025, mientras sólo existían en el término 15,063 blancos. Fueron famosos ingenios de aquella remota época: "Ponina", de los hermanos Diago; "Forcade", de Don Gabriel Forcade y "Flor de Cuba", de antepasados del actual Presidente de la República.

“Los edificios colombinos antiguos de más mérito son: su cárcel, que tiene más de sesenta años de constantes servicios; la Casa Ayuntamiento, que acaba de cumplir cincuenta; el Hospital "San Fernando", de la misma época, que presta todavía grandes beneficios a la colectividad.

“También tiene más de medio siglo la iglesia y el sólido puente, obra del Gobernador Lecomte, cuyo nombre -el del puente- no consigno por constituir un baldón para los apáticos Ayuntamientos colombinos que en más de cincuenta años no han encontrado una oportunidad para cambiársele.

“De época más reciente son: el gran Centro Escollar "Luz Caballero", antiguo cuartel transformado y adaptado por el Alcalde Rafael de Armas, y el Casino Español, fundado en 1881 por iniciativa del montañés Pelayo Villanueva.

“Son también dignos de mención el edificio de la Granja Escuela de la Provincia, "Alvaro Ruinoso", que se situó en Colón gracias a la habilísima campaña del Secretario, hijo de esta ciudad, Julián Gutiérrez y la Escuela de Artes y Oficios, hoy dedicada a magnífico Colegio de Primera y Segunda Enseñanza; cuyo gran edificio se debió a espléndido donativo de cerca de cien mil pesos del ilustre colombino Tirso Mesa.

“Es también un buen edificio el teatro "Colón", con capacidad para más de mil espectadores. Se debió esta obra, construida hace cuatro años, al Sr. José Bosch que, al igual que "Payret", "Irijoa" y "Albisu", encontró en ella su ruina total.

“Otra cosa que honra a Colón, por su magnitud y su belleza, es su bello Parque de La Libertad, en cuyo centro figura la magnífica estatua en bronce de Cristóbal Colón, obra del escultor cubano Miguel Melero. Este monumento que eleva y engrandece a Colón, se debe a la iniciativa y gestiones del que fue su Alcalde, Hilario Pérez Ruiz, y a su Secretario e inspirador Carlos Luis M. de Béjar.

“Monumento modesto, pero significativo es el Mausoleo dedicado a los Mártires de la Patria, que iniciaron y llevaron a cabo los Veteranos, coroneles Fernando Salcedo y Rafael Aguila, comandante Generoso Aguiar y otros, siendo Alcalde y también activo promotor de él Sr. Víctor de Armas.

“Los masones de Colón también han contribuido al buen nombre y mejoramiento de la ciudad, construyendo el elegante edificio hoy residencia de la Logia "Hijos del Templo", siendo valiosos cooperadores en esa obra los señores Emilio Gómez, Enrique E. Valdés, Enrique Pascual, Jacinto Roseñada y otros.

“Dan alegría a Colón y hacen que los numerosos pasajeros que pasan por su centro diariamente fijen con placer y curiosidad, su mirada en la ciudad, los dos parques infantiles inmediatos a su Casa Ayuntamiento. Esos Parques, encanto de los niños, por cuyo establecimiento luchó mucho tiempo un periódico de Colón llamado "La Nueva Senda", han llegado a la realidad por tesón y esfuerzo personal del Alcalde coronel Rafael Aguila, que ha proporcionado a este pueblo la gloria de ser el primero de Cuba que haya creado Parques de esa clase.

“Con lo expuesto creo haber realizado una obra beneficiosa a mi pueblo natal, al dejar consignado en este libro, que constituye el más grandioso esfuerzo de su índole llevado acabo en Cuba, todo aquello de más relieve que pudiera honrar a Colón y que un día podrá suministrar elementos veraces para escribir su historia.

“Terminado el trabajo del señor Villanueva comenzaremos nosotros, ampliando lo que con tanta maestría y acopio de datos ofrece el cultísimo escritor colombino.

“Colón es una ciudad sin puerto de mar y se ve necesitada de utilizar el embarcadero de Santa Clara que dista unos treinta kilómetros hacia la parte Norte, o el de la Ensenada de Cochinos en la parte Sur, con una distancia de 48 kilómetros.

“Según los últimos datos estadísticos citados por el historiador Rousset, Colón tiene una superficie de 867 y medio kilómetros cuadrados y una población de 22,130 que residen en 521 fincas urbanas con un valor de $2,286,112 y en 1,4242 fincas rústicas con un valor de 214,547.

“La Cabecera ese encuentra instalada en los barrios Este y Oeste que dista de la capital de la provincia 87 kilómetros, siendo su Ayuntamiento de segunda clase, integrado por 15 Concejales.

“Los barrios de Colón son los siguientes:

“Este de la Cabecera, Oeste de la Cabecera, Laguna Grande, Guareiras, Agüica, Jacán, Palmillas, Monte Alto, Arabos, Macagua y San Pedro de Mayabón.

“Las vías de comunicación son los Ferrocarriles Unidos que tienen estaciones en Laguna Grande, Agüica, en Guareiras, Arabos, San Pedro de Mayabón y la Cabecera.

“Del barrio Oeste de la Cabecera parten cuatro carreteras que comunican la villa con los barrios de Laguna Grande, Guareiras y Banagüises; este último lugar del Término de San José de los Ramos.

“Los ríos que corren por el termino son el de Padilla, que traza el límite entre este y Manguito; el Santa Bárbara y los arroyos Piedra, Balía y otros más insignificantes. Ninguno de esos ríos se utiliza como agua potable por su mala calidad.

“La villa de Colón utiliza el alumbrado eléctrico empleando 50 focos de 250 bujías; en los demás barrios se utiliza como alumbrado, faroles de petróleo.

“El abastecimiento de agua se lleva a cabo en la ciudad colombina utilizando el contenido de los pozos existentes.”