Guije.com La Revolución del 68 y sus repercusiones en La Habana en Historia Local de La Habana.

La Revolución del 68 y sus repercusiones en La Habana. Bandera de Cuba

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Teatro Villanueva - La Revolución del 68 y sus repercusiones en La Habana
Teatro Villanueva
Lección 31

“La llamada Revolución del 68, por el año en que comenzó; Guerra de los Diez Años, por su duración; y Guerra de Céspedes, por el nombre del que la inició en su ingenio "La Demajagua", Oriente, el día 10 de octubre de 1868, puede decirse, con bastante propiedad, que estuvo limitada a las provincias de Oriente, Camagüey y Las Villas.


“La Guerra del 68 no llegó o nuestra provincia, mas no por ello dejarían de sentirse en la misma sus efectos, y menos de mostrarse en sus hechos interesados los habaneros. Unos marcharían a la manigua, como los Sanguily y Zambrana; otros tendrían que emigrar hacia los Estados Unidos y otras tierras; y cuantos de algún modo hubieran demostrado su desagrado por el mal gobierno de los capitanes generales españoles sufrirían en sus personas y en sus bienes toda clase de maltratos.


“Era La Habana el lugar de Cuba donde vivían mas personas nacidas en España. Dueños de cuanto fuera comercio o industria, la dependencia de los establecimientos estaba formada por jóvenes españoles, en muchos casos emparentados con los dueños.


“Para defender a España de los abominables mambises, organizaron los españoles residentes en Cuba el Cuerpo de Voluntarios, y se proveyó a sus componentes de vistosos uniformes y de relucientes armas. Pero tan gallardos soldados no marcharon a la busca de insurrectos. Otra misión les estaba reservada lucir su marcialidad en paseos y en revistas, saquear propiedades de cubanos no afectos a la tiranía, asesinar en ocasiones a seres inocentes en plena capital, e imponer su voluntad a los tímidos capitanes generales. Vamos a referir aquí algunas de las hazañas de tan bizarro cuerpo.


“Un día penetran en el teatro Villanueva, donde se representa una obra de bufos cubanos. Gritan desaforadamente, disparan sus armas sobre la indefensa concurrencia, y lo destruyen todo. Otro día atacan a los muchachos de la Acera del Louvre, jóvenes de las familias más distinguidas, que acostumbraban reunirse en las aceras de lo que hoy es hotel Inglaterra, frente al Parque Central. Los voluntarios saben que las filas de los muchachos ya no están nutridas, porque muchos han ido a la manigua. Y los voluntarios valientes que no van a buscar a los que marcharon al campo, atacan a los que aun quedan en La Habana...


“Otro día saquean la suntuosa residencia de Don Miguel Aldama, la situada en la Calzada de la Reina y Plaza de la Fraternidad, edificio ocupado después por una fábrica de tabacos y hoy por oficinas, establecimientos y viviendas.


“Don Miguel y su familia, por ser domingo -24 de enero de 1869- están en su ingenio Santa Rosa. Los esforzados voluntarios destruyen los muebles, los cuadros valiosos y otras múltiples obras de arte. Arrasan con la biblioteca espléndida y hasta despojan de sus pertenencias a los criados.


“¿Quieres saber la causa del odio de los voluntarios para Don Miguel Aldama? Don Miguel nació en La Habana en 1820, hijo de un buen español, que vino a Cuba a trabajar y a formar una familia honorable y virtuosa. Don Miguel, de joven, viajó por Europa y por los Estados Unidos. Los viajes le dieron cultura, y le hicieron odiar el modo que tenían los españoles de gobernar a Cuba.


“Aldama, con sus propios esfuerzos, se hizo de fortuna y aumentó lo heredado de su madre. Los aires de libertad que aspiró a pleno pulmón en Francia y en los Estados Unidos, y el trato con los amigos de su cuñado Domingo del Monte, como Gaspar Betancourt Cisneros, Cirilo Villaverde, Ramón Zambrana, José Victoriano Betancourt, José Silverio Jorrín y muchos mas, con los cuales acostumbraba reunirse, para hablar de literatura y de los malos gobiernos, en el entresuelo de la calle Habana, esquina a Muralla, le convirtieron en fervoroso revolucionario, y en defensor de la supresión del tráfico de negros.


“Aldama abandonó la isla. No fue a París a vivir la vida regalada que le permitía su riqueza. Fue a los Estados Unidos a poner su persona y su dinero al servicio de la revolución.


“...Otro día... Pero es mejor que dejemos para la siguiente lección la narración del crimen más abominable cometido por los Voluntarios de La Habana.”



Lección 30: Los habaneros en las luchas por la libertad antes del 68

Lección 32: La pasión política y sus crímenes horrendos





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Última Revisión: 1 de Octubre del 2006
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