“Dirigido por las "Hijas de la Caridad", funciona en un elegante y lujoso edificio propio, con setenta años de economía y sacrificios al servicio de la sociedad, situado en el Centro de la Capital, en la Ave. de la República (antes Calzada de San Lázaro), 805, frente al mar, de cuyo hermoso panorama y saludable brisa disfruta.

“"Hijas de la Caridad" fue una de las grandes obras del taumaturgo francés Vicente de Paul, y de la Beata Luisa Marillac, Primera Superiora de la sagrada institución, canonizados ambos por la Iglesia copio divina recompensa a los prodigios de su inmensa y piadosa obra terrenal.

“El Apostolado de las Hijas de la Caridad en Cuba se magnifica a través del tiempo y del espacio, recogiendo los frutos sazonados que el amor a la humanidad hace crecer lozanos, sea inóspito o feraz el terreno en que se plante la simiente del amor y la bondad.

“El siglo XVII fue el siglo de luz para la humanidad doliente. Ya el siglo XVI (en 1576), había dado a la Caridad su máximo representante con el nacimiento de Vicente de Paul, fundador más tarde, organizador, propulsor, defensor y sostenedor de tantísimas instituciones pías para el alivio del prójimo y amparo del niño espósito y desvalido, a quien "León XIII le ciñó la gloriosa aureola del patronato universal sobre todas las obras de Caridad cristiana, originadas en algún modo de su acción benéfica".

“Así como aquel siglo XVII fue el siglo de luz para la humanidad doliente, el XIX trajo a Cuba los fulgores del bien con el arribo a la Isla de los Santos Padres Paules. Llegó en 1847 al frente de algunos religiosos de la Orden y 18 Hijas de la Caridad, el Padre Claret C. M., haciéndose cargo inmediatamente del servicio del Hospital de San Lázaro y de la Casa de Beneficencia, como también 4 años después del Colegio de San Francisco de Sales. Comenzó desde entonces en Cuba el verdadero culto a la Caridad, y el pleno ejercicio de esta obra de misericordia que hoy continúa con tan intensa fruición divina y grandeza espiritual el Colegio "La Inmaculada", Casa Central de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul.

“Es la característica de este Colegio, despertar y ejercitar todas las actividades nobles y constructivas del niño, desde el Kindergarten hasta la Segunda Enseñanza, formándole a base de preceptos morales la conciencia, a la par que nutriéndole el pensamiento y esclareciéndole la inteligencia. Además, ofrece residencia para señoritas universitarias, aspecto este que le brinda a las familias del interior la mayor suma de garantía en lo que respecta a la estadía estudiantil de sus hijas en la gran urbe capitalina.

“El número de la Matrícula de Pensionistas del Colegio de "La Inmaculada", asciende a 900, y el de la Gratuita, a 400. Este elevado número de la Matrícula Gratis revela, a plena luz, cómo es de intensa la obra caritativa que han venido realizando y realizan cada día con mayor fervor cristiano las santas "Hijas de la Caridad", rescatando de la miseria y la ignorancia a tanta niña desvalida.

“La Segunda Enseñanza está incorporada al Instituto de La Habana para el título de Bachiller, y la de Ciencias Comerciales preparatorio para ingreso a la Universidad Nacional. El cuerpo de profesores está integrado por 40 seglares, y 10 religiosas.

“La Superiora, Sor María Encarnación García Sánchez ejerce las sagradas funciones con el más sublime espíritu evangélico y con la más alta y encomiable capacidad de gobierno, desde el año 1931. La Directora Técnica, Sor Concepción Crespo, Doctora en Pedagogía de la Universidad Nacional, ocupa la alta Cátedra Científica del Colegio "La Inmaculada" desde el año 1918. Su digna y elevada investidura de Doctora en Pedagogía la obtuvo en 1927. Los 40 años que lleva en Cuba los ha dedicado al sagrado ejercicio del Magisterio y a la noble práctica de la caridad. Es Sor Concepción Crespo, la madre espiritual e intelectual de una numerosa pléyade de ilustre vástagos de familias cubanas de la mayor distinción.”