Estimamos que la cocina cubana es parte de nuestra cultura y aunque hoy en día posiblemente esta receta no esté del todo de acuerdo con nuestros hábitos, sí es parte del como fue. La presentamos aquí no como receta de cocina, sino como parte de nuestro legado cultural. |
“Bátanse las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Agréguese el azúcar poco a poco, luego las yemas y después la harina previamente cernida con los polvos de hornear. Por último, échese la vainilla. Viértase la mezcla en un molde cuadrado de diez pulgadas y dos pulgadas de alto, previamente engrasado y espolvoreado con harina. Hornéese a 375ºF hasta que esté dorada. Córtese la panetela en cuadrados de tres o cuatro pulgadas y sírvase cada uno en platos individuales, colocándoles encima una bola del helado que se desee, preferiblemente de vainilla o chocolate, y con un merengue hecho con seis claras de huevo, una cucharadita de polvos de hornear y doce cucharadas de azúcar, bien montado, puesto en la manga de decorar con boquilla ancha y rizada, cúbrase totalmente la panetela y el helado dándole la forma de una peña. Ya puesto en la mesa a cada comensal, viértase por encima del merengue una copita de coñac, flameándolo enseguida. Cuando termine de arder quedará el merengue de un bonito color dorado.” |