Guije.com Hong Kong y Macao - Los últimos puertos de China - en la revista Bohemia del 20 Febrero 1955.

Hong Kong y Macao en la Bohemia del 20 Febrero 1955. Bandera de Cuba.

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Hong Kong y Macao en la revista Bohemia del 20 Febrero 1955

20 Febrero 1955
 Candelaria
 Ana Berta Lepe
 Formosa
 Ganadería
 Hong Kong y Macao
 Félix Varela


Las Últimas Puertas de China:
Por Hong Kong y Macao Comercia
Mao-Tse-Tung con Occidente
“por Francisco Mota
en Bohemia
20 de Febrero de 1955

Hong Kong en 1955.

“Hong Kong, vista desde un pico que domina el puerto, donde yacen al ancla buques de guerra británicos. Es todavía una ruidosa y pintoresea metrópolis.”


“EL problema de Taschén ha traído a la actualidad dos minúsculos problemas internacionales, no tan caprichosamente olvidados en estos tiempos de "remate" del colonialismo que estamos viviendo a lo largo del último decenio. La colonia británica de Hong Kong, y su vecina colonia portuguesa de Macao, constituyen algo más que un olvido en esa amplia partitura dereivindicaciones asiáticas ante la que China lleva dos largos lustros manejando la batuta.


“Hong Kong y Macao, minúsculos enclaves coloniales en el mismo corazón de la China de Mao Tse Tung, no han sido respetadas como tales por la más ligera sombra de temor que pudiera abrigar este dirigente de la China comunista respecto a las represalias que hubieran de sobrevenirle de parte de la ya decaída Britania y de la hace muchos años inválida Lusitana.


“El ahora potente dragón chino no teme lo más mínimo hoy al antaño terrible imperio de Victoria, y mucho menos al más lejano reino de Don Dionis. Una simple razón ha mantenido la vigencia colonial sobre estos dos minúsculos enclaves extraños, dentro del territorio nacional chino: el hecho de que sus puertos -que son, por otra parte, de los más resguardados y comerciales del literal chino- abanderados por las enseñas de Gran Bretaña y Portugal hayan sido, durante este largo periodo de bloqueo anticomunista llevado a cabo por la ONU, los únicos talones de Aquiles por donde tan "absoluta medida" ha encontrado posibilidades de no resultar tan drástica y absoluta.


“China, Siempre Enigmática


“La existencia de estos dos pequeños enclaves coloniales tiene sus antecedentes en los dos momentos históricos en que el Mundo occidental ha forzado a la enigmática China a llegar a una convivencia con él, en aras siquiera de esa universalidad que el comercio entre los hombres hace cada día más imperativa.


“Los comerciantes venecianos y genoveses, que llegaron a monopolizar durante el medioevo la mayor parte del entonces pingüe negocio de las especias, fueron los primeros occidentales interesados en alcanzar los legendarios países de donde provenían aquellos ricos y valiosos productos que, sólo a través de caravanas de tártaros o turcomanos llegaban hasta los más próximos mercados de Arabia o Anatolia.


“El Pontificado, deseando por otra parte abrir más amplio campo a la Fe, contribuyó no poco a relacionar los pueblos casi míticos de Oriente con el Occidente europeo. No muy documentado, pero sí a todas luces cierto, parece ser que el primer europeo que visitó el vasto Imperio chino fue precisamente un legado pontificio: el fraile franciscano Pian de Carpino, enviado por el papa Inocencio IV, el año 1245.


“De sus noticias nutrió su ambición el célebre Marco Polo, primero a su vez que habría de dar información extensa y documentada de la vida y riquezas fabulosas de la legendaria Cathay y el no menos legendario Cipango, ya que permaneció entre sus habitantes durante los dieciocho años que van de 1275 a 1292. La biografía y andanzas de este no menos fabuloso personaje ha sido divulgada quizás como pocos de la Historia, por lo que evitamos repeticiones a los lectores.


Macao en 1955.

“Con método lusitano, los pescadores del mar de China extraen una riqueza piscícola variada y abundante, que hacen de Macao un centro industrial de primer orden.”


“Los Europeos Fuerzan un Comercio...


“Fue al principio del siglo XVI -por aquellos tiempos en que cada año sumaba una nueva nación a la Geografía- cuando los europeos aparecieron en las costas de China, ya no como curiosos visitantes, sino como posibles colonizadores. Después de la conquista de Goa por Vasco de Gama y Alburquerque, los portugueses de Lorenzo de Almeida conquistaban Ceylan en 1505; y otro Alburquerque llega a Malaca, dando vista al nuevo mar que conducía hacia la fantástica China.


“Uno de los colonizadores y marinos de este Jorge de Alburquerque, llamado Jorge Alvares, fue el primer europeo que llegó a la China por vía marítima. Un hijo de este Alvares que le acompañaba, al morir repentinamente en la isla de Tamou, frente al puerto de Cantón, puede catalogarse como el primer europeo enterrado en China. Esto sucedió el año 1514.


“Jorge Alvarez, que retornó en plan de conquistador a esta misma isleta, hubo de ser enterrado en la misma tumba de su hijo al fallecer allí cuatro años más tarde. Perestrello, otro portugués emparentado quizás con la familia de la mujer de Cristóbal Colón, fue el primer navegante lusitano que, después de hallar acogida en Cantón, pudo regresar a Malaca y contar entre sus paisanos las riquezas sin cuento que había visto en la capital del Kuang Tung, el año 1516.


“En 1517, el Almirante Pérez de Andrade, al mando de fuerte flota, ancló frente a Cantón.


“El historiador chino Ku Ying Siang, en su libro "El arte de la Guerra", así describe la primera llegada de los portugueses: "En el año "ting-chao" del emperador VanLi (1517) me hallaba en Kuangtung empleado como interventor interino de asuntos marítimos. De pronto llegaron dos grandes buques, que dijeron venir de la comarca "Fo-Lan-Ki" para pagar el tributo debido al Emperador. El jefe de estos barcos se llamaba "Ca-Pi-tan". La gente de a bordo tenían todos ojos y narices muy grandes, y llevaban una tela arrollada a la cabeza como los musulmanes. En seguida se dio cuenta de su llegada al virrey, quien en vista de que aquellas gentes ignoraban las reglas de urbanidad, ordenó que les fuesen enseñadas durante tres días en la mezquita mahometana... Cuando en 1521 subió al trono el emperador Tienu-Ki, en vista del comportamiento irrespetuoso de aquellos bárbaros, su intérprete fue condenado a la pena capital y sus compañeros expulsados de las fronteras del Imperio..."


“El haber exigido los portugueses tributos a los habitantes de las cercanías de la isla de Tamou, donde pronto edificaron un fuerte, dio lugar a la tensión que el historiador chino relata y a su referida expulsión. El intento de forzar el comercio y la relación con Oriente no habría de tener con esto sino un precedente; prontamente lusitanos y otras naciones europeas, volverían a insistir en la empresa.


“Los Portugueses en Macao


“Rehechos los portugueses de este desastre, y de otros que siguieron a la boca de la bahía de las Perlas, buscaron nueva cabeza de desembarco, hallándola propicia en Ning-Pó, donde hacia 1540 ya se había establecido una numerosa colonia lusitana, con almacenes, fuerte y hasta dos pequeñas iglesias católicas, ya que su población europea se acercaba al millar de habitantes.


“Expulsados de nuevo, en el año 1545 habían vuelto a organizar un nuevo puerto y fortaleza en Chin-Chao, cerca de Amoy; llegando esta vez a adquirir mayor poblacion e importancia que en Ningpó. Pero los chinos, que en sus ataques a los lusitanos habían aprendido que "los diablos del río occidental" -que así los llamaban- no eran inmortales, les volvieron a atacar, arrasando la factoría y causando la muerte a más de quinientos de sus pobladores. Méndes Pinto, que fue uno de los catorce portugueses que lograron escapar con vida, señala que -no pudieron llevarse "corsa que valesse un só real".


“Estas andanzas acabaron, cuando el año 1557, se les autorizó a establecerse de una manera definitiva en el pequeño islote de Macao, previo acuerdo con el Emperador de que vigilarían las andanzas del pirata chino Chan-Guis-Slau, cuyas depredaciones resultaban para los ribereños aún más fuertes que las de los portugueses.


“El Emperador, por la dádiva de Macao, sólo exigió de los portugueses el pago anual de un tributo de 500 Taels -algo así como 660 duros de entonces-. Los portugueses llamaron a su colonia "Povoacao do Nome de Deus do Porto de Macao", con esa propensión a la altisonancia que tiene el pueblo lusitano.


“Nuevos Occidentales en Las Costas Chinas


“Hacia 1575 llegaron los españoles, que por la cercanía de sus establecimientos de Filipinas, habrían de mantener a lo largo de tres siglos activo comercio con el litoral chino, aunque sin ocupar ningún enclave territorial en el mismo. Aunque la alta empresa de cristianizar a los chinos, cual conminaban varias embajadas enviadas con frailes por Felipe U resultó infructuosa y peligrosa para sus representantes.


“El año 1602, los holandeses deseosos de apoderarse de la próspera colonia de Macao, la atacaron sin éxito, perdiendo trescientos hombres con el intento y viéndose obligados a reembarcar. En 1624 volvieron los holandeses al ataque, aunque con mayor suerte, esta vez sobre el litoral de Formosa, único lugar de China, donde los españoles habían mantenido algunos establecimientos comerciales. Fundaron un fuerte y población que apellidaron Zelandia, y sólo un siglo más tarde pudieron ser expulsados de aquel lugar, cuando el pirata Coxin-Ga, al frente de 25 mil hombres asoló esta isla de Formosa en 1661, proclamándose soberano de tan rico país, aunque su hijo la anexionó más tarde a China a cambio de un título honorífico, una cuantiosa pensión y el nombramiento de asesor en Pekín para los asuntos del sur de China.


“A partir de 1780 los ingleses empezaron a introducir el opio de la India por el puerto de Cantón. Fue su gran negocio, y la base de todas sus expediciones a las costas de China.


“El tráfico dei opio llegó a anular el resto de las importaciones chinas. La acción gubernamental la paliaron los negociantes británicos comprando el silencio de las autoridades locales con fuertes sumas de dinero o grandes cantidades del mismo opio.


“Cuando, en 1834, expiró el privilegio de la Compañía de Indias para el comercio británico con los puertos a China, la actitud del enviado inglés dio lugar a una breve pero sangrienta guerra, originándose con ella una potente expedición naval británica que se apoderó de Shanghai, Ninpó, Amoy Canton e impuso condiciones de paz onerosas al Emperador de China, que hubo de abrir al comercio mundial estos puertos y ceder a la corona británica la isla y bahía de Hong Kong.


“En 1857, la persecución de los misioneros franceses y muerte del padre Chapdelaine dio lugar a una intervención armada francobritánica, que bombardeó Cantón el 28 de diciembre de aquel año, ocupando la ciudad y haciendo prisionero a su gobernador, e iniciando una guerra que habría de durar hasta noviembre de 1860.


“Los franceses ocuparon la pequeña colonia de Tientsín, junto a la gran ciudad china de este nombre, cuyo populacho, en julio de 1870, pasó a cuchillo a la mayor parte de la guarnición que la defendía. La acción extranjera alcanzó medía docena de factorías coloniales a lo largo de la costa de China, cual los señalados de Macao, Hong Kong, Tientsing, FuCheu -alemana-, Wei-Ai-Wei -italiana-, y las zonas internacionalizadas de Shanghai, que llegaron a constituir una inmensa factoría de múltiple mandato.


“La guerra Chino-japonesa hizo perder a China Formosa y Corea, que pasaron al poder del Japón, y solo fueron devueltas después del armisticio de 1945. Los movimientos nacionalistas -boxers- de 1900 motivaron fuertes persecuciones de extranjeros, culminando con la muerte del embajador alemán barón Ketteler. Habiendo necesidad, por parte de los países occídentales, de enviar una expedición punitiva, al mando del general Walderssee, que impusiese el orden y afírmase la acción comercial europea.


“Terminada la ocupación japonesa, y liberado el país en 1945, todas las factorías y enclaves internacionales fueron devueltos, a excepción de los dos ya mencionados después de la comunistizacíón gubernamental de la República China, de Macao y Hong Kong, que aún han seguido en poder de las autoridades portuguesas e inglesas respectivamente.


“Hong Kong, el Puerto Paradoja


“De una pequeña isla superpoblada, conseguida por Inglaterra tras la primera Guerra del Opio, por la paz de 1842, Hong Kong fue agrupando en su área colonial, primero la peninsula de Kowloon, adquirida en la paz que puso fin a la no menos injusta segunda guerra del opio acabada en 1860, y más tarde, con el arriendo por 99 años de algunas zonas litorales, una extensión total que supera el millar de kilómetros cuadrados, y sobre la que hoy casi se amontona una diversa y variante población de más de dos millones y medio de habitantes.


“La grandeza económica de Hong Kong se halla edificada sobre el vicio. Durante un largo siglo, su puerto fue el embudo que hizo llover sobre el decadente Imperio chino el opio que, adormeciéndolo en sueños de fantasía, le llevó a la decadencia y la muerte. Luego, a lo largo de los casi cincuenta años que pronto va a hacer que China es un incesante guerrear, Hong Kong ha sido el arsenal inagotable que, a uno y otro contendiente, sin mirar color ni intención, vendió toda clase de armas, siempre que su pago fuese puntual y efectivo.


“La última guerra de Corea, ha puesto en evidencia clarísima lo paradójico del caso Hong Kong. Mientras Inglaterra mantenía doce o quince mil hombres luchando contra Corea del Norte y su aliada la China comunista por arriba a por abajo del Paralelo 38, Hong Kong, colonia británica, suministraba al gobierno Chino de Mao-Tse-tung las armas, municiones, material de guerra y de toda especie necesario para llevar a cabo esa lucha.


“Hubo un momento para Hong Kong, aquel en que las huestes comunistas de Mao invadían la parte meridional de China, en que nadie creyó pudiesen subsistir los enclaves coloniales que "el capitalismo occidental" venía manteniendo ya secularmente en el litoral chino. Los mismos traficantes chinos y británicos que, en el fondo, vienen a ser los que manejan la vida pública del pequeño enclave colonial, ya empezaban a darlo todo por perdido. Más de uno llegó a levantar el campo, y buscar refugio en otra plaza fácil a sus negocios...


“Ante el peligro, la mayor parte de los banqueros y negociantes de Hong Kong optaron por ponerse al servicio de los comunistas triunfantes, con lo que, al encontrar Mao unos fáciles auxiliares para su avituallamiento en una hora en que todas las puertas se le habían materialmente cerrado, vino a caer en cuenta de que, por el momento, valía la pena conservar este portillo de escape, a la manera de pulmón de acero, si no quería verse en trance de asfixia por el cordón de seguridad con que le rodeaba el mundo occidental.


“Estos comerciantes son los que han obligado a Inglaterra a reconocer al gobierno comunista chino, y son los que han conseguido que la misma Gran Bretaña que enviaba combatientes a Corea del Sur, enviara armas y municiones a Corea del Norte.


“Hong Kong ha vivido estos cinco últimos años las horas de mayor prosperidad de su historia. El dinero, la bebida y el opio multiplican su efecto destructivo sobre estos casi tres millones de seres a los que unas horas de buen trajín en la mañana de cada día, o una ingeniosa argucia para engañar a los aduaneros, les basta y sobra para poder hacer el haragán el resto del tiempo y jugar partidas interminables de fan-tan, mahjong o damas, ya sea en fantásticos salones o sobre la triste acera, que es la única diferencia que, en cuando al juego existe allí entre el banquero y el coolí.


“Cerca de tres millones de personas dedicadas al contrabando, al fraude, al juego o a la prostitución, en todas sus múltiples gamas y diversidades: eso es, poco más o menos, Hong Kong...


“Macao, Histórica Sede del Vicio


“No es Macao sino una península y dos islitas de 16 Kilómetros cuadrados en total, sobre las que viven en una densidad casi irrespirable doscientos mil seres humanos. Y su fama -mala fama- es universal.


“Macao, junto a Port Said, Marsella, Tánger, Dakar, Casablanca, Singapoore y media docena más de ciudades, forma parte del conjunto universal que hemos dado por llamar "ciudades del vicio". En toda su multiplicidad, renovando cada día sus variantes, Macao ofrece todavía "siempre algo nuevo e inédito" aun para el paladar más estragado.


“Y Macao, sin embargo, tiene su aspecto bueno y trabajador, como también cuenta su faceta histórica, poética y heroica. Son las circunstancias, las duras circunstancias de lugar las que la han transformado , en algo que voluntariamente nunca hubiera querido ser.


“La mitad de su población activa ejerce una industria pesquera sin igual en el litoral del Pacifico, sirviendo alimento marino a muchas de las ciudades ribereñas y abasteciendo más de una docena de fábricas de conserva y salazón, de activo e incansable comercio exportador.


“"Os Lusiadas", el poema de Camoens que viene a ser resumen y alabanza de la gran gesta portuguesa de sus siglos heroicos, fue concebido por su genial autor estando encarcelado en una gruta de esta colonia, en cuyo recuerdo una tarja de mármol así lo proclama ante el visitante.


“Lo grave es el resto. Ruletas, mesas de juego, tapetes de todos los colores, mahjong, fan-tan, dados, naipes, cuantas formas haya imaginado la calenturienta mente oriental para provocar el azar, o encubrir la trampa, tiene vigencia en esta condensada ciudad... Fumaderos de toda yerba, de toda raíz, inyectables de todo alcaloide... Prostíbulos de todos los colores, edades, sexos... Contrabando de toda índole y especie: desde aviones de bombardeo hasta pequeños relojes suizos... Esto, más o menos, viene a ser el alma permanente de Macao.


“Como en el caso de Hong Kong, su defensa no ha sido sino la posibilidad, más tarde comprobada, que vio Mao-Tse-tung de hallar en estas dos breves colonias del "capitalismo occidental", dos fáciles talones de Aquiles por donde vulnerar cuantas medidas este capitalismo tomase contra sus actividades revolucionarias y bélicas.


“Lo mismo que para la colonia bri­tánica, para Macao los años de la guerra de Corea han venido a ser un lustro de prosperidad sin para­lelo a lo largo de su historia. Gran­des fortunas se han amasado en un par de fáciles expediciones ma­rítimas, en las que sortear las vi­gilancias occidentales venía a ser simple juego de niños. El oro chi­no se ha volcado de una manera clandestina sobre los mercados del mundo, mientras la industria pe­sada de estos mercados ha trocado en armas, víveres y vehículos de toda clase el valor de ese oro. He aquí, sencillamente, la razón de existencia de esos dos puntos que, inexplicablemente, todavía se vie­nen agarrando al litoral de la Chi­na comunista, tan contraria -en teoría al menos- a toda clase de colonialismos.”



China en Caminando sin rumbo

China en la década de 1910 en Alrededor del Mundo

Asia actual
muy diferente a la de 1910 o 1955.
China
Corea del Norte
Corea del Sur
Hong Kong
Macao
Taiwán (Formosa)





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Última Revisión: 1 de Junio del 2006
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