“Rotura del Canal de Albear” en “Memorias del Ciclón de 1926” por la Secretaría de Obras Publicas de la República de Cuba editado en 1927 en La Habana, Cuba. Tratamos de mantener el formato original. Presentamos el texto lo más fiel posible a como aparece en el libro, efectuando menores actualizaciones en la acentuación y ortografía.

“Según el informo suministrado por el Sr. José San Yústiz, Ingeniero Encargado de la Estación de Bombas de Palatino, en dicha Estación el temporal causo grandes desperfectos. Las casas de construcción de madera y techo de zinc, correspondientes a la carpintería y herrería, fueron completamente destruidas. El techado de fibro-cemento, puesto hacía dos meses al edificio Central fue arrancado. En las maquinarias, como en los edificios donde están instaladas las mismas, por ser más consistentes, los daños fueron de menos consideración.

“Como quiera que los servicios de suministro de fluido eléctrico fueron interrumpidos, las bombas de Palatino tuvieron forzosamente que paralizarse, dejando de bombear agua para la Ciudad, por lo que el mismo día del ciclón comenzó a notarse la falta de la misma en toda la Ciudad a las doce de la noche. Cuando se intento bombear de nuevo, el Ingeniero Sr. San Yústiz, noto que el canal solo traía unas cinco pulgadas de agua, señal evidente de que había sufrido una rotura de consideración por lo cual dio cuenta a su Jefe inmediato Sr. Raúl Pérez, Ingeniero jefe del Negociado de Acueducto y Alcantarillado.

“Hecho un recorrido por el Ingeniero Sr. Pérez se comprobó, en efecto, que el canal de Albear, en el lugar conocido por Orengo, se había hundido materialmente, dejando pasar, solamente, una exigua cantidad de agua fangosa.

“A consecuencia de la falta de agua, se paralizo también el servicio de bombeo del alcantarillado en la Estación de Casa Blanca, por lo que tuvo que ordenarse la apertura de los drenes situados en el muelle de Caballería y en la confluencia de las calles de Aguila y Malecón, con objeto dé evitar la congestión de materias en las tuberías.

“Los troncos de árboles, escombros, detritus, etc., obstruyeron los tragantes y drenes, siendo preciso que el Ingeniero de la División de Alcantarillado Sr. Eneas Castellanos desplegase gran actividad, dando las órdenes oportunas para que a la mayor brevedad se procediese a despejar de escombros los tragantes y drenes en cuestión.”