“Las costas de Manzanillo tienen sabor guerrero. En el siglo XVIII la atacaron corsarios franceses; a principios del XIX bergantines colombianos, y en las revoluciones cubanas del 68 y el 95, el litoral fue invadido por los heroicos mambises...

“Relativamente, Manzanillo es joven. El pueblo lo fundó el 18 de junio de 1784, con el nombre de Puerto Real, el Arzobispo don Joaquín Osés Alzua y el primero que levantó una vivienda en la comarca se llamaba José Nazareno de León. En seguida otros le imitaron y la población aumentaba a pesar de que en 1792 corsarios franceses saquearon la población. Al año siguiente el Gobernador Don Luis de las Casas construyó un reducto con piezas de artillería. Tal medida fue efectiva, pues las invasiones de los piratas ingleses, que entonces tenían su cuartel general en Jamaica, recibieron el oportuno rechazo. Luego se creó una compañía urbana bajo la dirección del rico hacendado Juan Saviol, que resultó beneficiosa.

“Y a partir de este instante las fechas importantes se multiplican: en 1809 Manzanillo es Capitanía de Partido; en el 21 Capitanía de Puerto; en el 33, por Real Orden es Villa; en el 1840 el Ayuntamiento celebra la primera sesión; el 43 se termina la iglesia de la Purísima Concepción; el 53 se inaugura el Hospital de La Caridad, el 57 el cuerpo de bomberos y el 83 se establece la Aduana.

“En este término radica el pueblecito de Yara, donde fue quemado el diez de octubre de 1513 el cacique rebelde Hatuey, y siglos después, este mismo día del año 1868, Carlos Manuel de Céspedes daría el grito de Independencia, lanzándose a la Revolución que durante diez años probó la bravura del cubano insurrecto. En junio del 71 en este litoral desembarcó la primera expedición del "Virginius" al mando del general Rafael de Quesada. En el 75 Pío Rosado y sus treinta expedicionarios no pudieron desembarcar por estar repleta la costa de tropas españolas en vigilancia tenaz. Al año siguiente, Lorenzo Castillo muere al pretender arribar al puerto con ocho compañeros revolucionarios. Viene la Paz del Zanjón y los cubanos no cesan en sus patrióticos intentos. Un general de grata aureola mambí, Ramón Leocadio Bonachea, al pretender desembarcar para dar un golpe insurrecciosal, es apresado. Y el siete de marzo de 1885, es fusilado en Santiago de Cuba, en compañía de Plutarco Estrada, Pedro Cestero, Juan Cedeño, y Cornelio Oropesa.

“Luego, en nuestra última guerra de Independencia, el cinco de mayo de 1896, llega otro alijo de armas y expedición de hombres, al mando del coronel Leyte Vidal. Y como corolario a este medallón patriótico, recordemos al glorioso mayor general Bartolomé Masó Márquez, nativo de Manzanillo y ciudadano de austeridad impoluta.

“También Manzanillo tiene una leyenda: la de la Luz de Yara, que en cierta época del año aparece en el cielo y que afirman representa al cacique Hatuey, inmolado por los conquistadores españoles. La otra versión sobre este mismo hecho dice que llevando el viático el cura de la iglesia de Yara, a un vecino cercano, en el camino hubo de derramársele el óleo sagrado, y desde ese día aparece la mencionada luz..."

“Las tierras de este rico término municipal son llanas, excepto al Sur, donde se eleva la Sierra Maestra, con las alturas del Infierno, Pánfilo, Desayuno, El Mango y otras. La costa de Manzanillo, situada en el golfo de Guacanayabo, es bastante cenagosa y fertilizan el suelo los líos Yara, Guas, Vicana, Jibacoa y Jicotea. La caña que aquí se produce la muelen los centrales Estrada Palma y Salvador. Además, hay tabaco de excelente calidad, frutas, arroz, frutos menores, mucho ganado, maderas, cera, miel de abejas, yacimientos de cobre, zinc y otros metales.

“Area del término: 2,855 kilómetros cuadrados. 80,835 habitantes. Presupuesto municipal: $134,383.20”