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109. Pero ciertos indicios me hicieron comprender lentamente que Ud. era su hermano. Sin embargo, no pensaba decírcelo hasta convencerme por completo. |
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110. Kazán cuenta a Roberto el secreto, y los dos se abrazan, profundamente emocionados. |
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111. Al amanecer todos emprenden la marcha, Roberto ha mejorado notablemente. |
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112. Mientras, Margaret y sus cómplices siguen el rastro de los fugitivos. De pronto aparece un helicóptero en la distancia. |
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113. Creyendo que se trata de un helicóptero de la policía, se esconden en la espesura. |
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114. Margaret reconoce al piloto del helicóptero. Es Ricardo Hamilton, el hacendado que otras veces le ha prestado ayuda. |
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115. Todos salen al claro y hacen señas. El helicóptero comienza a descender. |
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116. Margaret pide ayuda a Ricardo Hamilton. |
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117. Ricardo vuela a baja altura sobre la copa de los árboles, tratando de localizar a los fugitivos. |
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118. Mientras avanzan, Margaret permanece cerca del pequeño receptor que le dejara Ricardo, esperando noticias. |
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119. Ricardo descubre a los fugitivos. |
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120. Kazán y sus amigos corren a esconderse entre los árboles. Ricardo dispara su ametralladora. |
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121. Kazán sabe que es de vida o muerte para ellos destruir el helicóptero. Apunta cuidadosamente y dispara. |
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122. El certerísimo disparo alcanza a Ricardo quien trasmite un mensaje antes de morir: “Kazán y los fugitivos están cerca del lago. Atáquenlos y destrúyanlos”... |
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123. El elicóptero se precipita a tierra y queda envuelto en llamas. |
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124. Margaret que ha oído el mensaje parte con sus hombres en pos de sus enemigos. |
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125. Pero el mensaje también ha sido captado en un puesto avanzado de los soldados de la selva, y muchos hombres marchan en ayuda de Kazán. |
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126. Aunque Kazán quiere huir a toda prisa, no puede, pues muchos de sus compañeros están heridos. Su esperanza es escapar en una de las lanchas de los almacenes del lago. |
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127. Llegan todos al lago. Y observan con alegría que hay una enorme lancha en el muelle. |
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128. En los momentos en que corrían hacia la lancha son atacados por las fuerzas de Margaret. |
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129. Se generalizao la batalla. Los hombres de Kazán llevan la peor parte. |
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130. Los continuos disparos de las ametralladoras enemigas incendian la lancha. ¡Se ha esfumado la última oportunidad de huir! |
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131. Moriremos peleando, -grita Kazán. |
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132. En esos instantes aparecenpor un extremo los soldados de la selva, disparando sus armas... |
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133. Margaret comprende que están perdidos y grita: Huyamos... |
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134. Huyen todos precipitadamente, pero una ráfaga de ametralladora alcanza a Margaret y Peter. |
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135. Los dos caen muertos. ¡Juntos en la vida y en el mal, juntos también a la hora de la muerte! |
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136. Mientras un médico y dos sargentos sanitarios atienden a los heridos. Kazán cuenta todo lo ocurrido al oficial que manda las fuerzas. |
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137. La ley ayudará a Mary Donalson. Y la mina de la Montaña Roja pasará a ser de su exclusiva propiedad, -dice el oficial. |
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138. Todos regresan a la mina, donde Roberto convalece rápidamente. |
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139. El antiguo administrador, expulsado por Margaret tiempo atrás, se encarga del manejo de la mina. Su esposa cuidará de Mary. |
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140. Un nativo llega con un mensaje para Kazán. La tribu de los Ulutanga les piden ayuda para exterminar a decenas de leones peligrosos. |
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141. Kazán le comunica a Otto y a Roberto que partirá al siguiente día. Están dispuestos a ayudarme? -pregunta. |
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142. Jamás me separaré de ti, -le responde Roberto. |
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143. Roberto se despide de Mary prometiéndole visitarla muy pronto. |
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144. Y Kazán, Roberto y Otto se alejan de la mina en pos de nuevos peligros, en pos de nuevas aventuras. |
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Fin de esta aventura de Kazán El Cazador, Amo de la Selva |