La ciudad de Santa Cruz del Sur en la cabecera de su propio municipio en la provincia de Camagüey, Cuba.

Se fundó el pueblo en 1828 en el banco de arena ya ocupado por algunos ranchos de guano fabricados por un contingente reducido de pobladores, en su mayoría pescadores, que fueron llegando a este lugar desde el año 1826. Al ser el principal puerto por esta costa, la población fue creciendo rápidamente, como la demuestran las efemérides siguientes: 1835, creación de la subdelegación de matrículas del puerto; 1836, construcción del primer muelle y almacén: 1838, instalación de la aduana, administración de rentas y la de correos.

En vista de ello, en 1840 el Marqués de Santa Lucía y el Ldo. Gregario de Quesada hicieran donación a la diputación de Puerto Príncipe (Camagüey) de 30 caballerías de tierra de su propiedad para que el pueblo pudiera extenderse, ofrecimiento que no se llevó a efecto hasta 1843, en 9 de las cuales se fundó el barrio de Pueblo Nuevo, aproximadamente a una milla al norte del primer poblado. Las restantes caballerías se repartieran en lotes de a media caballería a un censo muy pequeño.

En 1842 se estableció el hospital militar y se le dotó de una pequeña fuerza armada, declarándose al puerto ayudantía de matrícula. En 1843 un incendio destruyó muelle, almacén y varias casas y oficinas secundarias. En este mismo año se creó la primera escuela, se comenzó la carretera en que termina el camino que venía de Camagüey y la iglesia, que vino a terminarse y bendecirse en 1847. Fue es ese año cuando desembarcó una expedición de negros bozales en el estero de Santo Domingo.

En 1849 se hicieron los primeros estudios para el ferrocarril de Santa Cruz a Camagüey. En los años 1851, por cuatro veces, y en 1852 hubo asaltos y ataques de los negras cimarrones, cuyos atropellos y crímenes fueron causa de que se establecieran rondas de día y nocturnas por los vecinos mandados por los capitanes y tenientes pedáneos. En 1865 continuaba todavía el vil comercio de negros, no obstante estar consignada en la ley escrita, y desde 1820, la supresión de la trata. En 1872 se instaló la estación telegráfica en comunicación con Camagüey.

En las luchas por la Independencia Santa Cruz fue teatro de acciones; en 1869 llegó a este pueblo una columna española que tuvo varios encuentros con las fuerzas cubanas en el trayecto. En las cercanías del pueblo tuvo efecto el 20 de junio de ese mismo año la acción llamada de Los Caimanes por el lugar. El 28 de septiembre de 1873 fue asaltada y tomada esta población por las fuerzas del general Máximo Gómez, no obstante la guarnición y fortificaciones que la defendían. Y otras más. El 5 de marzo de 1878 se embarcó rumbo a Jamaica el general Máximo Gómez, acompañado de los comandantes patriotas Collazo, Canal, García, Prado, Pi, Bonilla y Castellanos. Fueran pronunciadas en este puerto de Santa Cruz del Sur sus famosas palabras de despedida: “No me es posible expresar las impresiones que experimento al abandonar a Cuba, en donde me había forjado tantos sueñas de gloria y sufrido tantas amarguras y dolores”.

Al estallar la guerra de Independencia en 1895 el gobierno de España concentró su atención en este sector y para cortar el avance de la Revolución hacia las Villas y Occidente puso toda su actividad en iniciar los trabajos de construcción del Ferrocarril del Sur, cuyos planos dormían el sueño de los justos en los departamentos de la burocracia. Pero casi todos los empleados de la empresa se incorporaron a las fuerzas cubanas, entre ellos Mario G. Menocal y el Dr. Oscar Primelles. Los generales españoles Martínez Campos y Blanco estuvieron varias veces en Santa Cruz con el propósito de gestionar la paz con el gobierno cubano, que residía en lugares próximos esta cabecera.

El 9 de agosto de 1898 hicieron su entrada en Santa Cruz las fuerzas cubanas, enarbolándose en la Casa Consistorial la bandera cubana. El 9 de septiembre hizo su entrada en el pueblo el Consejo de Gobierno de la República su escolta y al frente el venerable mayor general Bartolomé Masó, Presidente de la República.

Aquí fijó su residencia aquel Gobierno y convocó la Asamblea de Delegados de todos los departamentos, hecho que tuvo lugar el 21 de octubre de 1898. Al renunciar a su magistratura de los días difíciles se eligió una mesa de edad, de la cual fue presidente el lugarteniente mayor general Calixto García Iñiguez y como secretarios los generales Rafael Portuondo y Porfirio Valiente. Para la mesa definitiva fueron electos: presidente, general Dr. Domingo Méndez Capote, vicepresidentes, general Fernando Freyre de Andrade y general Dr. Hugo Roberts; para secretarios, el general Rafael Portuondo y el coronel Manuel María Coronado. Se acordó licenciar al ejército y nombrar dos comisiones, una ejecutiva y otra que debía pasar a Washington para conferenciar con el gobierno americano. Luego se trasladó la asamblea a Marianao... pero esto ya no corresponde a este pueblo y término.

En 1932 un ciclón destruyó al pueblo, que fue reconstruido a dos kilómetros de su anterior asiento.