De todas formas, cada obra, tanto el álbum de cromos como el de las postalitas, son una introducción a la zoología para aquellos jóvenes interesados en los animales. La gran cantidad de animales y la diversidad de la especies seleccionadas ayudan a despertar la curiosidad. Como iremos viendo, cada postal incluía un resumen del animal ilustrado además de la ubicación taxonómica en el Reino Animal. Algunos nombres científicos han cambiado desde que estas postalitas fueron coleccionadas por los jóvenes cubanos, pero el concepto general como introducción a esta ciencia es aun vigente. Aunque a esta serie de postalitas nunca se le consideró adecuada para el estudio propio, o formal, del Reino Animal, o su taxonomía, no deja de ser un ejemplo clásico de como la ciencia puede ser sumamente entretenida, y hasta llegar a tener gran aceptación popular, aun por los jóvenes de todas las edades.

Esta serie de postalitas consistió de 192 ejemplares; 76 mamíferos, 34 peces que es impresionante la variedad, 14 reptiles, 5 anfibios, 9 invertebrados y 54 aves. Los presentamos ya pegados en su lugar correspondiente en cada hoja del álbum y cada postal independiente con la descripción que le acompaña en el álbum.

Las postalitas del Album Zoológico se vendieron en sobrecitos que, si mal no recordamos, costaban cinco centavos y contenían cinco postalitas cada uno. El álbum, como podemos ver, costaba quince centavos. La edición completa del Album Zoológico salió en unas cinco o seis secciones. Primero los sobrecitos sólo tenían ciertos números de las postalitas, no eran continuos, ni tampoco los más bajos, ni los más altos, sino salteados. Al cabo de unas semanas salió la próxima sección, donde ya venían los números anteriores y nuevas postalitas que antes nadie tenía.

La distribución fue bastante pareja en todas partes de Cuba. Recordamos que cuando íbamos a otros lugares, lejos del barrio donde vivíamos, comprábamos postalitas en las bodegas (tienda de víveres) que era donde las vendían. Siempre con la ilusión de ser los primeros en el barrio en adquirir los nuevos números, pero nunca sucedió.

De esa forma, eventualmente salieron todas las postalitas del Album Zoológico. En la antepenúltima, o penúltima, sección los números de la primera y segunda sección no fueron muy comunes. Aquellos que las habíamos usado para jugar y no habíamos pegado estas postalitas en el álbum pasamos un buen susto porque tan pronto se terminaba una edición ya se estaba empezando la próxima, que usualmente se convertía en la nueva moda, y era bien difícil conseguir las postalitas de las ediciones terminadas. En la última sección ya se volvieron a ver aquellos números desaparecidos y logramos llenar nuestro álbum.

Aunque este álbum que presentamos lo hemos adquirido no hace mucho y no fue el nuestro original, el de nosotros sí lo llegamos a completar. No recordamos cual fue la edición antes, o después, del Album Zoológico, pero definitivamente, en la década de los sesentas en Cuba, estas fueron las postalitas de mayor aceptación por los niños cubanos.