“El Pueblo Sin Dios” |
en Guía Cinematográfica 1955 |
Cine en Cuba |
Síntesis y crítica de la película "El Pueblo Sin Dios" como aparece en la "Guía Cinematográfica 1955" editada en Cuba en 1956. |
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Clasificación: B-1 |
Nacionalidad: Mexicana |
Director: René Cardona |
Productor: Antonio Badú |
Productora: Diana Film, S. A. |
Distribuidora: Peli Mex, S. A. |
Asunto: Melodrama. |
Metraje: 81 minutos |
Argumento: Ernesto Cotázar, Fernando Galiana y Fernando Méndez |
Guión y diálogos: Fernando Galiana |
Música: Sergio Guerrero |
Fotografía: José Ortíz Ramos |
Montaje: C. Savage |
Intérpretes: Armando Calvo, Antonio Badú, Leonor Llausas, Agustín Isunsa, Juan Orraca. |
Síntesis del Argumento |
Galarza controla por completo un pueblo de la frontera mexicana, siendo también dueño del único cabaret de la localidad. Por razones económicas una joven se ve obligada a cantar en el mismo, pero es persona decente y su vestuario resulta inadecuado al lugar. Galarza la obliga a cantar ligera de ropas, pero ella rehusa. No pudiendo romper el contrato sopena de ser arrestada, pide su ayuda a un sacerdote que viene a hacerse cargo de la parroquia abandonada hace un año. Este se enfrenta a Galarza y surgen una serie de problemas que se agravan con la enfermedad contagiosa de unos braseros que se detienen en el pueblo y a quienes el cura protege y ayuda, así como con la muerte del niño sacristán por falta de la medicina necesaria acaparada por Galarza. El celo y la caridad del sacerdote y la virtud de la muchacha, de quien se ha enamorado, conquistan a Galarza que se arrepiente públicamente y es perdonado por la muchacha que también lo ama. |
Apreciación Artística |
El tema, simplista y manido, es sin embargo llevado con acierto en la primera parte; luego se quiebra por completo convirtiéndose en un melodrama barato lleno de situaciones forzadas y absurdas. Bien la interpretación a pesar del mal guión. Buen ritmo, montaje logrado, fotografía discreta con aciertos parciales, buena aplicación de la música. DISCRETA. |
Juicio Moral |
Discretas escenas de cabaret, menos una desagradable puesta como elemento de contraste. Aceptación en un sacerdote de un un reto para demostrar la ayuda de Dios, jugando a las cartas el dinero recogido con el fin de aumentarlo. Presentación un tanto falsa del mismo que junto a un moribundo olvida el prestarle los auxilios espirituales. Por lo demás, su figura es tratada con respeto y simpatía. La protagonista, honesta y buena, está dispuesta a pagar con su honra la medicina que salvará una vida; esto deja una falsa idea moral en el espectador. En definitiva, la virtud y la entereza triunfan sobre el mal logrando el arrepentimiento del pecador. MAYORES CON REPAROS. |
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El Pueblo Sin Dios en las Películas Mexicanas |
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