“Galarza controla por completo un pueblo de la frontera mexicana, siendo también dueño del único cabaret de la localidad. Por razones económicas una joven se ve obligada a cantar en el mismo, pero es persona decente y su vestuario resulta inadecuado al lugar. Galarza la obliga a cantar ligera de ropas, pero ella rehusa. No pudiendo romper el contrato sopena de ser arrestada, pide su ayuda a un sacerdote que viene a hacerse cargo de la parroquia abandonada hace un año. Este se enfrenta a Galarza y surgen una serie de problemas que se agravan con la enfermedad contagiosa de unos braseros que se detienen en el pueblo y a quienes el cura protege y ayuda, así como con la muerte del niño sacristán por falta de la medicina necesaria acaparada por Galarza. El celo y la caridad del sacerdote y la virtud de la muchacha, de quien se ha enamorado, conquistan a Galarza que se arrepiente públicamente y es perdonado por la muchacha que también lo ama.” |