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Envío de Nuestras Frutas a Mercados del Norte |
La Grace Line |
Este artículo comienza en página 40 |
de la edición de Cuba Agrícola de Diciembre de 1934 |
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¿Cómo ha sido posible que un habitante de otros países saboree una deliciosa piña cosechada en Pinar del Río, Cuba, y que disponga en su dieta de nuestros ricos tomates tan frescos como en el día de su recolección? ¿Comería usted en diciembre frutas o ensaladas como las confeccionadas con nuestras habas limas, quimbombo, pepinos, etc. cosechadas en noviembre? Seguramente que sí. Sin embargo, rara vez conocemos la procedencia de los manjares que consumimos en la mesa y principalmente durante las largas travesías. La ciencia y el progreso han hecho posible que el hombre consuma vegetales frescos procedentes de las más apartadas regiones del globo.
Ello se debe a esos palacios flotantes que recorren los mares de continente a continente. |
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Cuba no tiene su marina mercante que pueda llevar los productos de nuestro suelo a los grandes mercados consumidora a, -que es de lamentar y ojalá que pronto podamos contar con nuestra propia flota mercante- pero nos visitan a diario barcos que son una maravilla de la ingeniería moderna.
En la información gráfica, que ilustra estas páginas nuestros lectores pueden apreciar como están equipados los modernos barcos de la Grace Line.
Cuentan estos barcos con once compartimientos de neveras con capacidad para muchos miles de cajas de vegetales y frutas de todas clases, pudiendo mantenerse en ellos cualquier temperatura, que se desee desde 5 grados F. |
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Estos aparatos de refrigeración están a cargo de expertos de larga experiencia en su manipulación.
Cuentan además esos buques con tres escotillas de gran capacidad para poder transportar centenares de huacales de frutas (piñas, plátanos, aguacates, etc.) a una temperatura adecuada, sin que sea necesario emplear la refrigeración. Estas escotillas tienen una temperatura llamada de “plátanos” y son refrescadas por medio de ventiladores eléctricos. Están preparadas científicamente a fin de evitar la entrada de aire frío o caliente, y se mantienen en un grado uniforme.
La Grace Line ha establecido un servicio semanal a New York, y todos sus vapores atracan a los muelles de la Machina, de la Havana Docks, donde también hay magníficas neveras para almacenes de depósitos. |
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