“Introducción. En el capítulo anterior dijimos que carecemos de datos referentes a minería prehistórica americana. Debe entenderse que nos referimos a la prehistoria desde el punto de vista de la Geología Histórica general, es decir, a los tiempos que comprenden el pleistoceno superior y el holoceno inferior. Porque, si consideramos que la historia de América empieza con la edad moderna de la era cristiana, prehistóricos deben considerarse los hechos y circunstancias relativos a la vida de sus pobladores con anterioridad a esa época.

“Con ese criterio, y atendiendo a la posición relativa de los restos y objetos pertenecientes a las razas indias que poblaron a Cuba antes del descubrimiento, a pesar de encontrárseles en terrenos de formación reciente, deberá considerarse una "prehistoria cubana" dividida en tantos períodos como culturas indias cubanas (más o menos relacionadas con las demás culturas indias antillanas) lleguen a determinar los arqueólogos.

“A los propósitos de este libro, referentes al desarrollo de la minería en Cuba, debe bastarnos mencionar el grado que había alcanzado la industria minera entre los indios que habitaban la isla a la llegada de los españoles.

“Minería taína. Insistimos en llamarla así, de acuerdo con lo que expusimos en nuestra conferencia para la Escuela de Verano del año 1943, acerca de los recursos económicos mineros de Cuba, teniendo en cuenta el aserto histórico de que era la taína la raza que predominaba en la isla sobre la ya decadente raza de los ciboneyes, sojuzgada por aquélla.

“"Al llegar los descubridores españoles a esta isla, la minería que hacían sus habitantes era incipiente. Ellos explotaban el barro, que lo encontraban en lugares próximos a los que habitaban, para una cerámica rudimentaria y puramente hogareña, consistente en vasijas planas y burenes, o sea, discos con piedrecitas incrustadas para utilizarlos como ralladores o guayos; también hacían idolillos de barro. La caliza dura, madrepórica o estalactítica, que obtenían en las cuevas y lugares de la costa, la usaban para hacer los cemíes o ídolos mayores. Usaban la arenisca, proveniente también de lugares próximos a sus habitaciones, para hacer cemíes y dujos, aunque acerca de éstos se presume que fueron hechos más tarde por esclavos traídos de México, dándoles la misma aplicación que a sus metates (especie de mortero). La sílex, que encontraban en la part' central del norte de Oriente y sur-central de Las Villas, la empleaban sacándole. lascas o astillas para hacer instrumentos cortantes. La piedra silícea, no explotada de canteras, sino recogida en forma. de canto rodado en las márgenes y lechos de los ríos, o en otros depósitos aluviales, la utilizaban para fabricar una serie de pequeños implementos, tales como burenes, buriles, percutidores, morteros, candiles, sumergidores de redes, cuentas e idolillos. De diorita felsítica y de serpentina noble, hacían las hachas petaloides los que habitaban el centro de Las Villas, y aún parece que se han encontrado algunas fabricadas con jade o nefrita; también de limonita pétrea se han hallado hachas petaloides en Pinar del Río. Por último, señalaré que el único metal que se sabe explotaban los taínos es el oro, y no es seguro que lo explotaran de las rocas auríferas, sino solamente de los arrastres de los ríos, aun cuando se cree que en la región central de Las Villas, que se llamaba Cubanacán, tuvieron noticias los descubridores de que explotaban allí los indios el oro en la roca; con el oro hacían las guayzas o cuentas de piedra con incrustaciones de ese metal."(1)

“Muy débil nos parece la sugerencia hecha por Miss Irene A. Wright, de que los aborígenes de Cuba parece que trabajaron el cobre y traficaron con los indios de la Florida, porque el análisis de ciertas reliquias de cobre de estas tribus ha acusado la presencia de igual porcentaje (sic) en oro y plata que el mineral de las minas de cobre de Cuba en aquella época.(2)

“El siguiente cuadro resume, a un solo golpe de vista, las substancias minerales que aprovechaban los taínos, las localizaciones de las mismas y los usos a que las destinaban.

“Observación: Recuérdese que el contenido de oro y de plata en los minerales no se aprecia en "tanto por ciento".

“(1) A. Calvache, Recursos Económicos Mineros de Cuba, Conf., 1943.

“(2) 1. A. Wright, The Early History of Cuba. Bibl. Geeral, Univ. Habana, C9d-W.”

Tratamos de mantener el formato original. Presentamos el texto lo más fiel posible a como aparece en el libro, efectuando menores actualizaciones en la acentuación y ortografía.