Nueva York, agosto 10, 1883. El escritor cubano Cirilo Villaverde acaba de recibir una carta del ilustre novelista español Don Benito Pérez Galdós en la que le dice:
“Doy a usted un millón de gracias por el ejemplar que tuvo la bondad de enviarme de su hermosa novela “Cecilia Valdés”. He leído esta obra con tanto placer como sorpresa porque, a la verdad (lo digo sinceramente esperando no lo interpretará usted mal), no creí que un cubano escribiese una cosa tan buena.
“Sin que pretenda yo pasar por competente en esta materia, debo manifestar a usted aquel acabado cuadro de costumbres cubanas honra el idioma en que está escrito.
"Por lo, que de su obra se. desprende, enormes diferencias separan su pensar de usted del mío en cuestiones de nacionalidad; pero esto no impide que le salude cordialmente como admirador y amigo suyo"
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