Reina del Carnaval |
Carteles |
21 de Febrero de 1954 |
Tratamos de reproducir el artículo “Una Matancera Reina del Carnaval Habanero” por Mario Greitin con fotos de Agraz lo más fiel posible a como aparece en la revista Carteles, edición que circuló el 21 de Febrero de 1954. |
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“Una Matancera Reina del Carnaval Habanero” |
“Por Mario Greitin” |
“Fotos de Agraz” |
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“Rebosante de felicidad, de gracia y de belleza, Su Majestad la Reina, Clara Beatriz Santos López, posa con su número y con su ramo de flores para Carteles.” |
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“Declaraciones de la reina Clara Beatriz para Carteles. Un saludo a todos. -Fue sorprendida por el fallo. -Pareció por un momento como si fuera a estallar el motín. Reñida lucha hasta el final. -"Por favor, señores, esperen un momento". -Tuvo la Policía que proteger a Clara. -Difícil la labor del jurado. -Una dulce lágrima de alearía... |
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“He aquí a la bellísima Leyla P. Curbelo Brito. Muchos creyeron que iba a ser electa Reina del Carnaval, pero el conteo definitivo no le fue favorable. Alcanzó dos votos del jurado: el del locutor Alberto Gandero y el del periodista Gustavo Parapar.” |
“Adelaida Matilde Padrón, dio hasta el último minuto, una formidable batalla por la corona. Era con Leyla, la que compartía el favor del público de las gradas. Al final, obtuvo un solo voto del jurado: el voto del fotógrafo Narcy.” |
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“-¿Quién? ¿Yo? ... ¡No, no; debe ser un error! -exclamo, asombrada, Clara Beatriz Santos López, cuando un funcionario de la comisión escrutadora se le aproximo para decirle que había sido electa Reina del Carnaval habanero de 1954. |
“Inmediatamente se puso en pie, como alelada y se dio a mirar en todas direcciones. Buscaba a alguien entre el público. Tal vez a sus padres. Una sonrisa de honda, íntima satisfacción le vibraba en los labios. |
“Hasta entonces, la lucha por el brillante, cuanto efímero reinado de Momo, se había desarrollado, reñidísima, principalmente entre Leyla P. Curbelo Brito, una espléndida trigueña de 22 años y Adelaida Matilde Padrón, de 19, que parece un sueño. |
“La selección del jurado tomo por sorpresa no solo a la bellísima Clara Beatriz, sino también a los periodistas, a los fotógrafos y camarógrafos, al público en general que desde el inicio de la ceremonia se mostró dividido en dos grandes bandos: uno en favor de Leyla y el otro de Adelaida. |
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“Clara Beatriz, está en su silla, sobre la pista. Espera, inquieta como sus compañeras, el fallo del jurado. De pronto, se le aproxima un miembro de la Comisión Escrutadora, para darle una noticia sensacional: ¡ha sido electa Reina del Carnaval habanero de 1954! Clara Beatriz queda como en suspenso un segundo. Después estalla su alegría súbitamente ¡Ah, que bueno!, parece exclamar en la última foto.” |
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“Una formidable algarabía, mezcla de aplausos, gritos y chiflidos atronó el amplio recinto del Palacio de Convenciones y Deportes, al trascender el fallo y una gigantesca ola humana se precipitó sobre la plataforma preparada para el desfile de las concursantes. |
“En realidad, se vivió un minuto de angustia. Por un momento pareció como si fuera a estallar el motín. Tuvo qué intervenir la Policía para sacar a la Reina que se hallaba materialmente abrumada por la muchedumbre y llevársela a un lugar más tranquilo donde pudiese reponerse de la intensa emoción que experimentaba, posar para los fotógrafos hablar con los periodistas. |
“-Me siento muy feliz -repuso Clara Beatriz- y quiero enviar un saludo a todos por medio de Carteles. Estoy muy agradecida... |
“Alta, de cabellos y ojos color castaño, milagrosamente bien proporcionada, la nueva soberana cuenta sólo 21 años. Vestía un bello traje fresa, de estrapé. Es de modales distinguidos y graciosos. |
“-¿Trabaja en algún sitio? |
“-No; estudio. |
“-¿Dónde? |
“-En el Instituto No. 1 de La Habana. Cuarto año de bachillerato... |
“-¿Tienes planes para el futuro? |
“-Sí, terminar mi carrera. -¿Cuál? |
“-Derecho... Espero ingresar pronto en la Universidad... -¿Eres de La Habana? |
“-No. Llevo viviendo aquí siete años... |
“-¿Dónde naciste? |
“-En Martí, Matanzas... Allí me crié... |
“-¿Te sorprendió el triunfo? -Sí, mucho... -¿Por qué? |
“-No lo sé, francamente... Clara Beatriz reside, con sus padres, José Rafael Santos, colono y Herminia López, en San José número 1003, en esta capital. -¿Permites una pregunta indiscreta? |
“-Sí, hágala... |
“-¿Tienes novio? |
“Su linda boca se abre en una sonrisa luminosa: |
“-No; ahora sólo pienso en estudiar. |
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“Clara Beatriz, saluda, emocionada, al público que le tributa una cariñosa ovación. Entre tanto, es protegida por la policía de la avalancha de sus admiradores. Va hacia el camarín donde haría declaraciones exclusivas para Carteles.” |
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“En el camarín es difícil moverse. Está lleno hasta el tope de autoridades policíacas, periodistas y funcionarios de la Comisión Organizadora del Carnaval. Afuera, ha vuelto la calma. Ahora hay curiosidad por ver y saludar a Su Majestad. Sale la reina. Se dirige al Palco Presidencial. Allí la espera el alcalde, señor Justo Luis del Pozo, para felicitarla. El público, admirado de su espléndida belleza, le abre paso. Clara Beatriz, como iluminada, avanza lenta, majestuosamente rodeadas por súbditos. |
“"Hay que reconocerlo", dice uno del público: |
“-¡Es una verdadera Reina! |
“Es un símbolo, alto, de la belleza de la mujer cubana. Y de su gracia. Y de su encanto. Fue escogida, entre ochenta y una lindísimas, quizás porque tuvo más suerte. Por un detalle complementario, tal vez. |
“Gilma Madera, escultora. Félix Fernández de Cosío, pintor, Ramón Cabrera modisto y Alberto Gandero, locutor, votaron por ella. Ramón Peón, cineasta y Gustavo Parapar, periodista, lo hicieron por Leyla P. Curbelo Brito, que resultó así electa Primera Dama, mientras que el fotógrafo Narcy, favoreció con su sufragio exigente y meticuloso hacía girar en su presencia a las muchachas a Adelaida Matilde Padrón, la cual mantuvo hasta el último instante una fuerte batalla por el cetro. |
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“La Reina, señorita Clara Beatriz Santos López, es felicitada por el señor Luis del Pozo, subdirector de la Comisión Organizadora del Carnaval.” |
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“Esperen un momento señores... |
“La mayoría abrumadora del público que ocupó en toda su capacidad el vasto estadio de Paseo y Mar, estaba firmemente convencida de que la elección de la reina recaería en la hermosísima e insinuante Leyla, que a cada vuelta era recibida con una estruendosa manifestación de simpatías. |
“En la recta final, cuando ya sólo quedaban sobre la pista siete concursantes, miles de voces se unieron para entonar un estribillo impresionante: "¡Leyyyla, Leyyyla, Leyyyla! ¡Leyyyla! ¡Leyyyla, Leyyyla!", coreaban rítmicamente, entre tanto la candidata hacía su recorrido circular con una sonrisa perturbadora en su rostro casi perfecto y con un andar leve, felino, sugerente... |
“Por eso, terminada la última prueba, la decisiva, ya sentadas en sus respectivas sillas Clara Beatriz Santos López, Olga Camps Martí, Dolores Miyares Valdés, Consuelo Martínez Hernández, Lucía Mazuttier González, Adelaida Matilde Padrón y la propia Leyla, todas las miradas de los espectadores, todo el interés de la prensa, la radio, la televisión y el cine, se concentraron en torno de esta formidable criatura. |
“Antes de hacerse la selección, antes de conocerse el sorpresivo fallo de los jueces, era considerada y recibida como la Reina del Carnaval de 1954. |
“Un enjambre de periodistas y fotógrafos, la rodeo para retratarla en todas las formas posibles, para arrancarles breves y nerviosas declaraciones. Un bombardeo de preguntas, la abrumaron: |
“-¿Como te sientes, Leyla? -Muy bien. |
“-¿Qué edad tienes? -Veintidós años. -¿Trabajas? |
“-Sí... |
“-¿Donde? |
“-En el Hotel Vedado, como telefonista. |
“-¿Donde vives? |
“-En 25 número 1211, apartamento 7. |
“-¿Tienes novio? |
“Ya no pudo más ... Inquieta, nerviosa, expectante, rogó: |
“-Por favor, señores, esperen a que termine la elección... |
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“En el camarín, la Reina es asediada por los periodistas. Ya ha recibido el ramo de flores y la banda de seda que consagra su elección. Su bello rostro traduce la intensa alegría.” |
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“Dijo eso, tal vez inspirada en un presentimiento... Dijo eso y casi al mismo tiempo el jurado -ya hemos visto los nombres más arriba- dictaba su veredicto inapelable: ¡No sería Leyla, tan linda y tan dulce, la Reina del Carnaval, sino Clara Beatriz Santos López, una criatura, como diría el hombre de la calle, sencilla, simplemente monumental!... |
“La atención publicitaria se desplazó en el acto. Clara Beatriz, hasta ese momento como un poco olvidada en su silla, emergió radiante, esplendente, en todo el vigoroso poder de su belleza. |
“Leyla no dio, sin embargo, muestras de pesar. Si allá en lo íntimo de su corazón, sintió derrumbarse tal vez la más cara ilusión de su vida, supo resistir el impacto con elegancia y fortaleza. Con una sonrisa dulcemente melancólica... |
“No se llevo el cetro, pero sí un enorme caudal de simpatía del público que la aplaudió con sincero entusiasmo. |
“Adelaida, la tercera en el puntaje del jurado, sonreía, sonreía sin duda feliz por haber llegado casi hasta alcanzar con sus lindas manos la victoria... |
“Sonreía con su sonrisa pícara, sanamente pícara, que cautivo a la concurrencia... |
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“No ha comenzado todavía el desfile. Las aspirantes al reinado del Carnaval habanero de 1954 esperan las indicaciones para someterse, sobre la pista, a la prueba. Muchas de ellas serán eliminadas en la primera vuelta, lo saben, pero aquí se les ve, seguras, tranquilas. Confían, y con razón, en su fuerza, es decir, en su gracia, en su belleza.” |
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“La ceremonia.- |
“La ceremonia de la elección dio comienzo a las nueve en punto de la noche, después de hacer su entrada el alcalde Justo Luis del Pozo, con los emocionantes acordes del Himno Nacional interpretado por la Banda Municipal de La Habana, dirigida por el maestro Gonzalo Roig. |
“Dos candidatas no concurrieron a la prueba, de modo que el número inicialmente de 83 aspirantes al reinado, quedo reducido a 81. En la preeliminación, quedaron fuera del concurso 21 muchachas. En la segunda vuelta solo salieron a la pista cuarenta muchachas, en la tercera treinta y en la cuarta y última, quince. Entre estas fueron seleccionadas, siete para integrar el grupo: la Reina, la Primera Dama y las cinco damas restantes. Y entre las siete que resistieron el examen hasta el final, se eligió la reina. |
“Desde el primer momento, el entusiasmo de la concurrencia se hizo patente. Pero a medida que avanzaba el proceso de la selección, iba en aumento. Se hacía más intenso, más ruidoso, por así decirlo. El público esperaba en pie, los resultados y prorrumpía en aclamaciones a cada instante. Por fin, al divulgarse el resultado de la elección de la Reina, se desbordo sobre la pista y creo una fuerte confusión momentánea... |
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“Entre estas siete encantadoras muchachas, tenían que ser seleccionadas la Reina y sus damas. Cuando se hizo la foto aun no se había dictado el fallo. Son ellas, de izquierda a derecha: Lucía Mazuttier González (81); Clara Beatriz Santos López (71); Dolores Miyares Valdés (64); Adelaida Matilde Padrón (17); Leyla P. Curbelo Bruto (46); Olga Camps Martí (16); y Consuelo Martínez Hernández (58).” |
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“No fue fácil, ni con mucho, la tarea del jurado. Tenía que elegir una belleza, entre muchas bellezas. Un ángel entre muchos ángeles. |
“La decoración del Palacio era pobre. En realidad, no había decoración alguna, a menos que se le de ese nombre a unas cuantas caretas colgadas aquí y allá en las columnas del edificio. |
“Pero siempre fue un acto simpático, emotivo y, en cierto modo, polémico. Terminó, ya de madrugada, a las dos de la mañana. |
“Al abandonar el recinto de su consagración como Reina del Carnaval habanero, Clara Beatriz Santos López, fue escoltada en su máquina por más de un millar de sus admiradores que gritaban: |
“-¡Viva, la Reina!... ¡Viva la reina Clara Beatriz!... |
“Y Clara se secaba una lágrima de alegría con su pañuelo...” |
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“El público que llenó el Palacio de Convenciones y Deportes en toda su capacidad, espera ansioso, de pie, el resultado de la elección de la reina...” |
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