De El Greco a Salvador Dalí, |
Pasando por Picasso |
Carteles |
11 de Mayo de 1952 |
Tratamos de reproducir el artículo “De El Greco a Salvador Dalí, Pasando por Picasso” por Ángel Lázaro lo más fiel posible a como aparece en la revista Carteles, edición que circuló el 11 de Mayo de 1952. Hacemos arreglos mínimos para actualizar la acentuación ortográfica. |
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“De El Greco a Salvador Dalí, Pasando por Picasso” |
“Por Ángel Lázaro” |
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“...parece mentira que con ese bigote engomado...” |
“Parece mentira que con esa cara de peluquero de señoras y ese bastón con borlas, de gobernador civil de la provincia de Cuenca, se pueda ser un pintor genial como Salvador Dalí, pero así es. |
“Hemos dicho genial, que no es lo mismo que genio. De lo genial, no hay duda alguna; de lo de genio... paciencia y barajar. |
“Barajando está Dalí, y a veces con trampa; mas, no hay por qué dudar tampoco de que, barajando, barajando -y a fuerza de paciencia-, le salga al pintor por fin la carta que busca. ¿Cuestión de azar? No. Ya lo hemos dicho, ya lo había dicho el refrán: cuestión de paciencia. Sin genio, naturalmente, la paciencia no sirve de nada; pero sin paciencia, de nada sirve tampoco el genio. Y el caso es que Dalí parece a estas horas un poco impaciente. |
“-¿Impaciente un hombre de cuarenta y ocho años -se nos preguntará- porque quiere que a esa edad se le declare genio? ¿Es que no hace veinticinco años que Salvador Dalí viene pintando admirablemente? |
“Sí; está bien. Dalí no es un pintor improvisado; un artista "genial" que se revela de la noche a la mañana; desde aquella muchacha de espaldas, asomada a una ventana, contemplando el mar, que nosotros veíamos hace cinco lustros en la biblioteca de un poeta, hasta el Dalí de hoy -que no deja de ser el mismo de ayer- hay un camino muy largo, como dice la copla. Pero ¡caray! eso de llamarse genio a sí mismo, en público, ante media docena de micrófonos, no es muy serio que digamos... Y el genio es una cosa muy seria. |
“Claro está que Salvador Dalí es un pintor, y a un pintor se le pueden tolerar las cosas que no se le tolerarían, por ejemplo, a un escritor, a un poeta, a un filósofo... El pintor tiene derecho a todo, incluso a ser un poco analfabeto. |
“Dalí, para ser genial, no carece siquiera de esta característica que distingue a muchos grandes pintores: Goya, verbigracia. Dalí anda también a trompicones con la sintaxis y la ortografía; véase la muestra en una de las notas de su conferencia pronunciada en Madrid, en la cual se extendió a sí mismo el gran diploma: genio. |
“"Yo siempre e sabido que toda revolución no es interesante por lo que revoluciona, sino al contrario porque a través de ella se vuelve a encontrar la tradición viva que estaba oculta bajo el polbo de la falsa tradición... i ahora escuchad porque esto que voy a decir es muy bueno. Según los húltimos descubrimientos de la morfología general... Como mi propio nombre de Salvador lo indica, quiero salvar la pintura moderna de la pereza y el caos, quiero integrar la experiencia cubista a la divina proporción de Lucas Pacciolli, i sublimar él surrealismo ateo, último residuo del materialismo dialéctico en la gran tradición de la pintura mística i realista de España". |
“¿Lo veis? A través de muchos tropezones, Dalí llega, por fin, a donde se proponía: a demostrarnos que la pintura española -¿no lo es todo el arte español?- es mística y realista al mismo tiempo. |
“¡Pero eso ya lo dijo el Greco en toda su pintura! |
“-Que lo dijera el Greco no quiere decir que no tenga razón Dalí. |
“-Desde luego. En lo que no tiene razón Dalí es en creer que se le ha ocurrido a él solito, y que sin él no se hubiera salvado la pintura española contemporánea, aunque él sea uno de sus salvadores. |
“-Dalí ha reconocido que Picasso es el otro. |
“-Aun así, ¿no hay más que Pablo y Salvador? |
“Bonita discusión para pintores. Porque los pintores son mucho más polémicos que los literatos, y acaso les sienta mejor aquello del genus irritabile vatum, latinajo que está a la mano de cualquier analfabeto, incluso del genial analfabeto que es Dalí. |
“¿Qué misterio es éste de la pintura? Ortega (don José) no ha sabido responder todavía a su propia pregunta, aquélla que se formulaba ante los bisontes de la cueva de Altamira: "¿Qué clase de arte es éste que nace perfecto?" |
“Y, si no fuera porque ante el misterio hay que detenerse, habría que poner en cuarentena un arte en el que ya era maestro el hombre de la caverna santanderina, pariente del cavernícola más o menos artista de otra parte cualquiera del planeta. |
“Sin embargo, he aquí cómo este levantino universal que se llama Salvador Dalí -universal por español, realista y místico- se nos presenta, de pronto, explicando su pintura. Es otra paradoja, porque pocos pintores -cuanto más grandes- saben explicarse. La explicación de Dalí es muy clara: |
“"Como siempre, pertenece a España el honor de los máximos contrastes, esta vez en las personas de los pintores más antagónicos de la pintura contemporánea, Picasso y yo, servidor de ustedes. Picasso es español, yo también. Picasso es un genio, yo también. Picasso tendrá unos 72 años i yo unos 48 años. Picasso es conocido en todos los países del mundo, yo también. Picasso es comunista. Yo tampoco". |
“Ahora ya no importa la puntuación. Después de todo, hay muchos literatos que tampoco saben poner las comas, ni respetan la sintaxis. Dalí no se anda por las ramas: Picasso y yo. (El Guerra decía: después de mí, naide; después de naide, los demás). Bien. Vamos a estar de acuerdo. Pero ¿y antes? |
“Dalí tiene dos teorías: una ya la hemos visto: su pintura responde a la pintura mística y realista española; otra es la siguiente: "un día no muy lejano parecerá como monstruosamente curioso el hecho de que un fenómeno estético españolismo como el cubismo, inventado esencialmente i substancialmente por Picasso y Juan Gris, haya sido considerado como patrimonio de la inteligencia francesa". |
“Sí, sí... Pero ¿y antes? ¿Por qué cuando al Greco se le acaba la tierra, pinta el cielo, en el San Mauricio y en el Entierro del Conde de Orgaz? ¿Por qué Calderón se va a las nubes -Calderón es a Lope lo que Bach es a Beethoven- cuando el metafísico Segismundo no puede dar más de sí, con haber dado tanto? ¿Por qué a Zorrilla cuando se le acaba el drama real en su Don Juan, pinta esa segunda parte maravillosa, que viene a ser como la parte superior del cuadro, lo celestial en que se convierte al cabo el realismo español? ¿Por qué Galdós mismo tan realista -gracias a Dios, para ahorrarnos el énfasis víctor-huguesco- se torna súbitamente celestial en El caballero encantado y vemos a una buena mujer de pueblo convertirse en señora de los cielos, y a unos rudo: pastores de carne y hueso ponerse a cantar villancicos de retablo? |
“¡Ah!, distinguido y admirado y genial -ya veremos si genio -Salvador Dalí: nos hemos pasado la vida, usted el primero, haciendo piruetas de un "ismo" a otro "ismo", y ahora resulta que la revolución consiste en desempolvar la verdadera tradición, si queremos ser verdaderamente originales... Cuidado: la verdadera tradición, que no suele ser casi nunca la de los llamados tradicionalistas. Estos, cuando más, son polvo: el polvo que es necesario sacudir. |
“Pero en lo demás, de acuerdo. Y no sólo para la pintura. Convendría que se aplicasen el cuento también los que quieren renovar el teatro español con mixturas francesas, con "ismos" más o menos fiambres. No. Lo que hay que lograr es realismo y magia. La tierra y el cielo. El hombre y el ángel. La parte del cuadro en que es necesario afrontar la verdad a vida o muerte, como el torero cuando se cruza con ella, espada en mano, y luego el vuelo, la gloria, lo celeste... Realismo y misticismo, si queréis llamarle así. |
“Pero para eso no hace falta aprender de Cocteau, pongamos por caso, ni hacer piruetas cosmopolitas. A Dalí se las perdonamos, porque, saltando, saltando ha venido a caer artísticamente en el camino de una verdad que tal vez no ha realizado todavía, pero que es muy posible que haya columbrado ya.” |
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