Tratamos de reproducir el artículo publicado por Alberto Fernández-Medrano lo más fiel posible a como aparece en la revista Carteles, edición que circuló el 11 de Mayo de 1952. Hacemos arreglos mínimos para actualizar la acentuación ortográfica.

“En las recónditas regiones del Camagüey histórico, glorioso y legendario, se esconde un inapreciable tesoro de belleza, desconocido e inexplotado.

“Desde hace mucho tiempo se lucha en la provincia de Camagüey por una vía de comunicación que permita a propios y extraños disfrutar de las inestimables bellezas naturales de la región de la Sierra de Cubitas, enclavada al norte de la ciudad de Camagüey, entre Minas y Esmeralda. Desde hace más de un año, en mi carácter de presidente del Comité de Turismo de Camagüey, lucho tesoneramente por lograr aunque sea la construcción de un modesto camino que permita el acceso a esa maravillosa región; infructuosas hasta ahora han sido mis gestiones. En más de una ocasión, tuve oportunidad de tratar personalmente el asunto con el anterior gobierno, sin lograr más que promesas. Puedo asegurar que todas las instituciones cívicas de la provincia de Camagüey tienen extraordinario interés en que esta obra se realice. A moción mía, el Congreso Nacional de Asociaciones Cívicas, celebrado en noviembre en Pinar del Río, y en el que representaba a "Acción Cívica Camagüeyana", acordó estimar de interés nacional la obra y solicitar la concesión de un crédito al Patronato y la construcción de la imprescindible vía de comunicación. Personalmente, hice entrega de la comunicación en que se participaba al gobierno dicho acuerdo, solicitando una vez más una obra que tanto beneficiaría la economía Camagüeyana y de la República toda, que lograrían la creación de un verdadero centro de atracción turística. No hay que olvidar que Camagüey es importantísimo centro de transportes y que el aeropuerto "Ignacio Agramonte" es uno de los más importantes y mejor dotados de Centroamérica, cruce obligado de todas las rutas en vuelo a Sudamérica.

“En síntesis, es nuestro propósito, la creación en esta región de un gran Parque Nacional de Turismo, para el que ya contamos con donaciones de los terrenos necesarios. Las Cuevas de Cubitas, enmarcadas en la sierra de su nombre, suman alrededor de medio centenar, a varios kilómetros unas de otras. Los cangilones del río Máximo, capricho de la Naturaleza, forman una piscina de roca calcárea, blanca como la nieve, que se extiende en unos quinientos metros del curso del río. Aseguro a plena responsabilidad, que un balneario en ese lugar sería algo único en el mundo y sólo distaría unos ocho kilómetros de la actual carretera en construcción de Minas a Sola. El Consejo de Alcaldes de la provincia de Camagüey, único organismo que hasta ahora ha prestado oídos a nuestro incesante peregrinar por los centros oficiales, a propuesta del gobernador, doctor Caballero Rojo, hizo entrega al Patronato de $10,000, y a moción del alcalde Florida acaba de acordar que, en homenaje a su memoria, el parque que proyectamos lleve el nombre del doctor Caballero Rojo; que se consigne anualmente en su presupuesto la suma de diez mil pesos para ser entregados al Patronato; que se solicite del Gobierno Central un crédito, y que se construya el camino, sin el cual no podemos ni comenzar siquiera este sentido anhelo de la provincia camagüeyana, que algún día será orgullo de Cuba entera.

“Esperamos lograr la creación de una gran reserva forestal que, a la vez, podría servir de coto de caza.”