“María Antonieta Pons” |
por Miguel de Zarraga, Jr. |
en Bohemia |
21 de Diciembre de 1947 |
“María Antonieta Pons” |
“En medio del otoño californiano se alegró el cielo de Hollywood con un rayo de sol de Cuba
Del rayo de sol de Cuba era mensajera la artista primorosa María Antonieta Pons, cubana y rumbera, maravilla de ojos negros y cabello ticiano, que durante algunos días había sentado sus reales en el teatro "Mason" de Los Angeles. |
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“María Antonieta Pons” |
“Y al Mason me fui dispuesto a ver a Maria Antonieta y a tener unos minutos de charla con ella. |
“Pero... ¡el hombre propone!... |
“Apenas se anunció en el "Mason" la actuación de la estrella cubana del cine mexicano, se despertó el entusiasmo del público de Los Angeles y la expectación adquirió caracteres de manifestación pública. |
“Cuando yo llegué al "Mason" eran las siete de la noche. La presentación de María Antonieta Pons estaba anunciada para las diez. Llegando con anticipación me proponía tener una buena luneta, para ver la función, entrando después a saludar a la artista. El teatro, según mis cálculos, debía estar a esa hora medio vacío. |
“¡Pero me equivocaba de medio medio a medio! |
“Una larga cola de cinco personas en fondo, que daba la vuelta a la cuadra donde se halla emplazado el "Mason", esperaba la entrada. |
“Supuse que estaría para terminar una de las tandas y que todas aquellas gentes tendrían cabida en el teatro antes de que María Antonieta saliera a escena. Y me dirigí a la taquilla con intención de comprar mi boleto y ponerme en cola. "¡París bien vale una misa!" |
“Pero al llegar a la taquilla vi que la empresa era imposible. |
“El teatro "Mason", de Los Ángeles, fue en tiempos pasados el teatro de la ópera. Y como tal tiene dos enormes vestíbulos con entrada con un gran patio andaluz en el centro. Y la cola de la calle comenzaba en este patio y estos vestíbulos, ya no de cinco, sino de ocho o de diez personas en fondo. ¡Jamás había yo visto nada igual! Había gente esperando, no sólo para llenar la sala del "Mason", sino creo que para llenar la sala del "Metropólitan". |
“Estaba ya a punto de decir "adiós" con el pensamiento a María Antonieta, dispuesto a volverme a mi casa sin verla, cuando se me ocurrió una idea salvadora. |
“Di la vuelta a la cuadra y de las alturas de la calle Hill, donde está la entrada al escenario del teatro "Mason" descendí por escabrosos vericuetos hasta venir a dar a la puerta de entrada de los camarines de los artistas.
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“Un portero me salió al paso: |
“-¿Dónde va usted? ¡Por aquí no se puede entrar al teatro! |
“-¡Ni lo pretendo!- le repuse. |
“-¿Y entonces?... ¿Qué es lo que se propone usted? |
“-Tengo una cita con Ramón Pereda y por alguna parte tengo que entrar. |
“-¿Una cita?... |
“-Sí. Soy periodista y tengo que ver a Pereda forzosamente para entrevistarle. |
“El portero no parecía muy conforme. Pero abrió la puerta y por suerte en el mismo patio, a la puerta del camarín de María Antonieta, estaba sentado Pereda, que al verme vino a mi rescate, asombrado de verme aparecer por aquellos andurriales. |
“Le expliqué a Pereda mis andanzas para ver a María Antonieta y él me pasó a la sala del teatro, dejándome a la ventura en busca de asiento. |
“Antes de lanzarme a este objetívo hube de preguntar a Ramón: |
“-¿Está esto así todas las noches?... |
“-¡Todas! Los empresarios del "Mason" no recuerdan jamás un éxito igual. |
“-¡Pero no es posible que esa multitud que aguarda en la calle pueda entrar en el teatro esta noche! |
“-¡Claro que no podrán entrar! -me contestó Pereda sonriendo satisfecho ante el éxito fantástico de Maria Antonieta. |
“-¿Y qué hacen entonces?... ¡Armarán un escándalo!... ¡Tendrá usted que llamar a la policía!... |
“-¡No lo crea usted! -replicó Pereda-. Quieren y admiran a María Antonieta y por nada del mundo la darían un disgusto. Esperan incansables horas y horas y cuando se anuncia que ya no cabe en el teatro una persona más, se van decepcionados a sus casas... no para protestar, sino para volver más temprano al día siguiente. La escena se ha repetido diariamente desde que llegarnos. |
“Me fui a buscar una luneta, cosa que me costó Dios y ayuda encontrar, y presencié el triunfo clamoroso de la Reina de la Rumba, cuando ésta se presentó ante el público. |
“Al ir a saludarla después, la encuentro radiante y plena de emoción ante el recibimiento que le ha hecho el pueblo de Los Angeles, en esta primera etapa del viaje que realiza desde México, que habrá de llevarla a Europa, pasando antes por Cuba, para despedirse de su familia. |
“Con ella y con Pereda está Miguelito Valdés, que se enorgullece, como es lógico del triunfo de su bella compatriota. |
“-¿Cuáles son sus planes? -pregunto a Pereda, mientras María Antonieta se cambia de traje. |
“-Nuestro punto de destino es París, en este viaje de recreo -me dice el artista y productor español-. Primero pasaremos unos días en Nueva York, donde hemos de reunirnos con Roberto Cantú Robert, el propietario y director de la revista mexicana "Cinema-Repórter", y con "Carl-Hillos", el cronista cinematográfico de México, por excelencia, que hacen el viaje con nosotros. De allí iremos a La Habana, para que Toña pase unos días con su familia. Y después embarcaremos con rumbo a España, para desembarcar en Bilbao. |
“-¿Trabajará María Antonieta en España? |
“-Trabajará, desde luego, en Madrid, donde haremos una corta temporada teatral, y tal vez trabaje también en Francia, donde pensamos recorrer las principales ciudades francesas. |
“-¿Y harán algo de cine en España? |
“-¡Es posible! Estoy en tratos con el conocido productor español don Cesáreo González, para rodar una cinta en Chamartín. Pero si no llegamos a firmar un contrato conveniente para los dos, haré sólo esa película como productor en México, a mi regreso. |
“-¿Y lleva usted algunas películas para presentarlas en Madrid? |
“-Llevo dieciocho, entre ellas el "Jesús de Nazareth", que espero gusten en mi patria. |
“-¿Cuánto tiempo hace que falta usted de ella? |
“-Salí de España hace treinta y tres años y no he vuelto hasta ahora. ¡Imagínese la emoción con que emprenderé este viaje, que hago lleno de ilusiones, siendo una de las más caras la de presentar a mis compatriotas a María Antonieta! |
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“María Antonieta Pons” |
“-¿Hablan ustedes mal de mí? -interrumpe ésta, saliendo ya vestida de calle y cubriendo la madeja de sus cabellos de oro con un pañuelo negro, que le da el aire picaresco de una genuina chulapa de Lavapiés. |
“-¡De ti no se puede hablar mal, Chata!-dice Pereda. |
“-¡No sería prudente!- expresé yo-. ¡Las chulapas madrileñas son mujeres de armas tomar! |
“-¿De veras le parezco una madrileña?- pregunta María Antonieta con coquetería. |
“-¡Con ese pañuelo a la cabeza, es usted una "gata" auténtica! - replico. |
“-¿Y sin él?... |
“Con gesto rápido y gracioso se quita Toña el pañuelo que cubre sus rizos. Cae su melena en cascada luminosa sobre los hombros. Y vuelve a ser de nuevo la artista gentilísima un rayo de sol de Cuba, que ha pasado por Los Ángeles para dejarnos un poco de su calor y de su luz. |
María Antonieta Pons en los Artistas Cubanos |
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