“Se basa la anécdota en una tradición que cuenta cómo una mujer del istmo de Tehuantepec -María la Voz- tenía la virtud de que su voz fuese escuchada sin mover los labios. Esta mujer despierta la pasión de dos hombres pertenecientes a familias tradicionalmente enemigas y por su causa tienen un duelo en el cual uno de ellos muere no sin antes recomendar a la joven que no denuncie a su matador para que pueda ser vengado por sus hermanos. Pero ella ama al otro hombre y lo oculta. Más tarde se le entrega y se convierte en su amante. Al enterarse de eso y llevada de los celos, la hermana del muerto conduce a sus hermanos a donde vive el matador y le tiende una celada para que la venganza sea consumada. Al mostrar arrepentimiento por su traición, también ella es muerta por los hermanos. Para evitar la continuación de crímenes y venganzas, la protagonista huye del pueblo con un hijo en las entrañas.” |